𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐒 | ˢᵃⁿᵃ ʸ ᵗᵘ

𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐒 - 15

—¿Señor Igor?

Haseul se puso de pie casi de inmediato cuando aquel anciano entro por la puerta, la azabache mayor prácticamente corrió hasta el encuentro de este, tomándolo por los codos rápidamente.

—¿Por qué está aquí? -está preguntó, dándole la seña a su equipo de seguridad para que la dejara a ella, a su esposa e hija solas, los hombres asintieron y salieron de la habitación, cerrando las puertas tras de si- ¿Se encuentra bien?

El anciano, de unos ochenta años aproximadamente asintió con una sonrisa, dejándose guiar por la azabache hasta una de las sillas, Kahei y Yeojin también fueron al encuentro con el viejo conocido.

—Me encuentro bien Haseul, fue un viaje largo, pero estoy bien -este dijo tomando asiento, notando como Haseul corría la silla y se sentaba a su frente- ¿Cómo has estado?

—Algo estresada -esta respondió, mirando al anciano que había venido desde la zona siberiana del imperio hasta la ciudad capital- ¿Por qué no me avisó de su visita? Habría hecho todo lo posible para que el viaje haya sido cómodo...

—No te preocupes -este dijo- Tenía que venir en total silencio, hay algunas cosas que debes de saber... -luego, alzó la mirada hacia las otras dos presentes- ¿Quieres que ellas escuchen esto? -al hacer referencia a su esposa e hija, Haseul las miró detenidamente y asintió- Perfecto -dijo el anciano Igor, este suspiró y recostó su cuerpo en la silla- ¿Que tanto sabes del partido Nacional-socialista de Rusia?

Haseul frunció el ceño ante la mención de aquél grupo disuelto hace años. Está miró al anciano. —Lo suficiente, fueron disueltos por mi abuelo cuando esté tomó posesión de Siberia en la Guerra del Pacífico del 52 -esta respondió- ¿Por qué la pregunta, señor Igor?

El anciano miró a Haseul detenidamente.

—Te estoy diciendo esto ya que realmente no sé qué podrá pasar en algunos días, esto podría considerarse como traición a la corona, pero dejare que tú misma lo juzgues -esta habló- Meses antes de retirarme de mi cargo como consejero de tu padre, alguien de afuera me contactó, decía y pedía muchas cosas, era como una especie de terrorista o algo parecido -luego, miró a Haseul a los ojos- Me había amenazado con matar a mi familia si no dejaba mi puesto como consejero de tu padre, según sé, querían hacer una especie de ataque y atentado contra él, obviamente me negué, pero ellos tenían a mi familia y pues... Tuve que hacerlo -finalmente agachó la mirada, Haseul lentamente decayó en la silla- Me obligaron a trabajar como doble agente, si no hacia lo que ellos querían los iban a asesinar, les di información por meses, lo que pasaba en el palacio, y también sobre... Sobre tu hija.

Haseul apretó los puños en el posabrazos con fuerza, más no dijo nada, está esperó pacientemente a que aquel anciano terminará de hablar.

—En ese momento no sabía para qué utilizaron la información que recopile por meses para ellos, pero finalmente dejaron a mi familia libre, fue ahí cuando renuncié a mi cargo. Luego, meses después de aquello, fue cuando me enteré de la desaparición de tu hija -este confesó- Claramente me utilizaron como señuelo para dañar al imperio desde adentro, el grupo nunca fue disuelto totalmente, siguieron reuniéndose en secreto, planeando acabar con aquellos que los destruyeron en primer lugar.