17. Te quiero, pero no lo hagas más

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Jade

Empieza a caminar con las manos apretadas y cabizbajo. 

En cuanto está delante de mí, al otro lado de la puerta, pone sus manos con fuerza sobre la madera, levanta la mirada y me sonríe. -Hola. 

-Eh? 

-Hola? -repite. -Qué haces aquí? No deberías estar comiendo? 

-No tengo hambre. -por qué de repente ya no está enfadado? -Y tú por qué has entrado tan enfadado? 

-Enfadado? Yo? -empieza a hacerse el loco. 

-Zev... -me cruzo de brazos mirándole acusativa. -Qué pasa? 

-Mmm... -baja su mirada a lo que estaba leyendo. -Qué es eso? 

-Un libro. 

-No me digas. -pone los ojos en blanco, rodea la mesa, agarra el libro y a mí y empieza a caminar en dirección a la salida. 

-Pero qué pasa? Por qué tienes tanta prisa? 

Al salir al pasillo chocamos con un grupo bastante grande, todos miran a Zev y luego a mí, cabe resaltar que se fijan más en mí que en él. Todos me observan como si fuesen lobos a punto de devorar a su presa (ósea, yo). 

-Y tú qué coño miras payaso? -Zev tira de mi brazo para ponerse delante de mí a modo de escudo. 

-Algún problema chupasangre? -gruñe el más alto de todos, sus ojos marrones brillan como un par de lunas llenas. Su cuerpo se pone rígido, en posición de ataque, esperando el momento indicado para saltar sobre nosotros. 

-Cierra el hocico chucho sarnoso. 

Empieza una batalla de miradas entre Zev y el otro chico. Nadie habla por miedo a romper el silencio y que empiece la batalla entre estos dos. 

-Hey! -una voz femenina (y que al parecer todos reconocemos) habla desde la otra punta del pasillo. Stormy. 

Camina hacia nosotros con elegancia y sencillez, llamando la atención de cualquiera que tenga ojos. -Qué pasa perrito? -se pone detrás del chico de ojos marrones, pasa sus largos dedos por sus hombros luciendo sus uñas largas y de color negro. 

La veo ponerse de puntillas, como una serpiente a punto de matar a un ratón. 

Una de sus manos acaba en la mejilla izquierda del chico, mientras que acerca su boca a la oreja derecha. Él se pone nervioso, traga la saliva que se le acumula en la boca mientras escucha lo que le quiere decir Stormy. 

Ella clava la punta afilada de sus uñas en las mejillas de él dejando marcas rojas y sacando alguna gotita de sangre. 

-Shh... -los ojos de Stormy se vuelven rojos, abre la boca enseñando sus colmillos. 

Esos iris rojos conectan con mi mirada, y, antes de morder el cuello del chico, me sonríe con malicia. 

"Yo soy la siguiente... "

-Vámonos, ya. -Zev me arrastra por los pasillos, quiere alejarse de aquí. Más bien, quiere alejarme a mí de ellos. 

-La humana! 

Noto la desesperación de Zev, no sabe dónde puede esconderme. 

-Jade, tienes que ir más rápido! -pide. 

Hago lo que me pide a pesar de que mi mente sigue en lo que acabo de ver. 

Los colmillos de Stormy inyectándose en el cuello de ese chico con tanta facilidad. 

Empezamos a subir escaleras hasta que llegamos a la sala oeste, las habitaciones. Corremos por el pasillo empujando a la gente hasta que llegamos a la última puerta. 

Entramos a prisa, con rapidez, tanto que no me da tiempo a verles la cara a los que nos persiguen. Zev se mueve con fluidez, susurra unas palabras y, los golpes que daban desde fuera dejan de escucharse. 

-Qué eran? 

-De verdad quieres saberlo? -se da la vuelta y, al verme, se da cuenta de que estoy más blanca que una nube. 

Se acerca a mí y me abraza, pega mi cabeza a su pecho con fuerza. -Qué haces? Para... No lo hagas! -dice unas cosas que no logro a entender. Intento aferrarme a mis recuerdos pero no puedo, se escapan de mis manos, se escurren entre mis dedos dejándome en vacío. -No lo... 

-Estás bien? 

-Sí, a qué viene la pregunta? -sonrío. -Dónde estamos? 

-En mi habitación. -Zev me sonríe ladeando la cabeza. 

Me fijo en sus ojos, ese trasfondo rojo sangre que siempre estuvo ahí y hasta anoche no me di cuenta de ello. -Pasa algo? 

-No, nada, es solo que siento que he olvidado algo. 

Zev

-Pareces enfadado. -la voz de Stormy suena a mi lado. -Buscas al chucho? 

-Sí. -freno en seco y la pego contra la pared. -No tendrías que haber hecho eso. 

-Qué pasa Zev? Te molesta que haga lo que los vampiros, incluido tú, hacemos? Solo porque tu noviecita estaba delante. 

-Sabes que es un tema delicado, y tú vas y...

-No Zev, estás muy equivocado, tal vez tú, Nic, Isaac, incluso el director, podéis pedirle a todo un internado que dejen de hacer lo que su naturaleza les pide, pero otra cosa es que os hagan caso. -pone su índice en mi pecho y empieza a empujarme. -Habrá gente que os haga caso, y otros que les dará igual, o simplemente lo intentarán pero no podrán, porque es su...

-Está en su naturaleza matar a la media luna del nieto de Drácula? -ella se queda en shock al escucharme. -Dime Stormy, está en tu naturaleza matar una y otra vez a la misma humana por diversión? 

-Iban a matarla, verdad? 

-Sí. 

-Sabes que puedes pedirme ayuda Zev, dímelo y haré lo que pueda, pero lo que no haré será luchar contra mi naturaleza ni contra la de los demás. 

-Lo sé. -me alejo de ella y sigo mi camino.

-Rusu, el Lupercallia está cerca, para entonces asegúrate de que los lobos se lleven bien con ella. 

No digo nada, simplemente me quedo pensando en que hay algo más. 

-La luna de sangre... -susurra Stormy, me doy la vuelta para encararla.

-No te vuelvas a meter en mi cabeza. -ordeno mirándola mal. Sí, ese es el poder de Stormy, meterse en los pensamientos de uno y usarlo para su beneficio. Un don poderoso para una persona pésima. -Te lo advierto Stormy, no estoy para juegos, y menos para ti. 

-La quieres, pero te niegas a aceptarlo. -susurra para desaparecer delante de mí. 

JadeWhere stories live. Discover now