36. Es mi desorden ordenado

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Jade

-¿Cuándo van a volver? -pregunto sin apartar la mirada de la ventana. La gente pasea por el jardín trasero de la escuela tranquilamente, pero nadie entra en el bosque.

-No lo sé. -Nic suena cortante, no le gusta que hable de Zev.

-¿Por qué parece que le quieres matar?

-Porque quiero hacerlo, y lo haría si no estuvieras atada a él toda la eternidad. -le miro fatal. Se me descompone la cara al escucharle. -Querías que fuera sincero contigo y lo estoy siendo.

-Una vez más soy un impedimento para ti... -abrazo mis piernas y apoyo la cabeza sobre mis rodillas.

-Las cosas tampoco son así Jade.

-¿Y cómo son entonces Nic? ¿Cómo coño son? -me pongo en pie y camino hacia él. -Me encantaría saber cómo son las cosas, así que adelante, explícamelo.

-No es una buena persona Jade, Zev es malo, es un asesino. ¿Viste lo que le hizo a su propia prima? ¡La destrozó! -golpea la piedra de la pared en un nulo intento de calmarse.

Sylver le bufa y empieza a alterarse también.

-¿Acaso viste lo que su prima me hizo a mí? Casi me mata ella a mí. -trato de mantener un tono de voz fuerte. Con suerte así le entrarán las cosas en la cabeza.

-Pero no lo hizo porque sabía que estaría en problemas legales.

-¡Pero atentó contra mi vida Nic! ¡Intentó matarme!

-¡Y consiguió hacerlo! -su cara tras decir eso es como un poema de Dante.

-¿Y qué hizo Zev? -le miro sin expresión alguna en mi cara. Noto un cosquilleo en la palma de mi mano izquierda. -¿Qué hizo?

-Le arrancó el corazón a su prima. -el cuerpo de mi hermano no se mueve, no reacciona, y parece agobiado.

-¿Y qué hiciste tú? ¿Dónde estabas?

-Yo... -cierro mi puño y con ello él cierra la boca.

-Responde a lo que te estoy diciendo Nic.

-No hice nada, le culpé a él de no haberte protegido. -eso es suficiente para que salga volando contra la pared de piedra. -Jade...

-¡No! Desde que llegamos aquí me has dejado sola, me cambiaste por tus amigos brujos y te olvidaste de mí hasta que apareció Zev. Estaba sola, y rodeada de gente que podía matarme, ¡Y lo hicieron Nic! Me mataron siempre que pudieron, y a ti solo te importó culparle a él por no llegar a tiempo cuando tú ni siquiera te molestaste en llegar. 

-Jade por favor... Me estás haciendo daño. -sus súplicas me hacen entrar en razón, no merece la pena discutir con él, no entrará en razón. 

-El problema es que no somos hermanos de sangre, ¿Verdad? 

Sus ojos se rompen en lágrimas mientras se levanta como puede. -Déjame explicártelo, por favor. 

-No hay nada que explicar. -la puerta se abre y su cuerpo sale volando hacia el pasillo para que después, lo único que se escuche, sea un portazo que retumba por todo el castillo. 

Zev

Abro la puerta sin miedo, no es la primera vez que hago esto. Al otro lado vemos la misma habitación, pero distinta. 

El camino tiene barandillas de piedra y hay una lámpara de araña enorme. 

-Vamos, no perdamos el tiempo. 

-¿La escuela existía en ese entonces? -pregunta Stormy siguiéndome. 

-Antes de ser una escuela fue un castillo. 

-¿De quién? 

-De Drácula. -ambos se paran. 

-¿Qué dices? 

-Hola, hijo. -en mitad de las escaleras nos encontramos con mi abuelo, tres mil años más joven. -Hacía ya mucho tiempo que no venías por aquí. 

-Hola abuelo. 

-¿Ellos son tus amigos? Bienvenidos, subid, ¿Tenéis hambre? 

Le seguimos por todo el castillo, decorado no como una institución ni academia, sino como una casa. Las chimeneas están encendidas, fuera está nevando. 

-Decidme, ¿Qué os trae por aquí? -se acerca la taza de porcelana negra a la boca, esta humea un poco.

-La magia del caos. -su cara se descompone por la sorpresa y deja caer la taza, pero Isaac es más rápido y la frena con su magia en el aire antes de que llegue a la alfombra de diseño. 

-¿Qué ha pasado? -la taza vuelve a estar sobre su plato. -¿Quién la ha despertado? 

-Es Jade. -se acerca la mano a la boca, como pensando, pierde su mirada en un punto fijo. -No sabemos nada de esto, solo tú puedes ayudarnos. La magia del caos se prohibió hace dos mil quinientos años en nuestra época. No existe nada, está prohibido hablar de ello. 

-El caos es algo... ¿Cómo decirlo?... El caos no tiene solución, es como un nudo, si lo ves desde fuera es como un nudo en el pelo, tú la comprenderás mejor que ellos. -dice mirando a Stormy. -Si solo lo ves desde fuera ese nudo es algo sin control, deshecho, pero si te acercas verás que cada hebra de cabello sigue un camino perfecto para enlazarse con el resto hasta llegar al caos. Un nudo es difícil de desenredar, a veces duele, pero aunque consigas deshacerlo es cuestión de tiempo que vuelva. 

Isaac y Stormy me miran sin entender nada de lo que acaba de decir mi abuelo, pero para mí tiene todo el sentido del mundo. -¿Se puede controlar? 

-Claro que sí. El caos es un orden después de todo, solo necesita ser comprendido. Seguidme, en la biblioteca podréis encontrar algo que os ayude. 

...

Stormy pasa las páginas de un libro muy muy viejo mientras lee lo más rápido que puede. 

Isaac al contrario hace lo mismo que su tío, hay varios libros revoloteando a su alrededor y las páginas pasan a mucha velocidad barias veces. Los que le sirven los deja en un montón y el resto los recoloca en las estanterías de la biblioteca. 

Cierro el libro que tengo delante a la vez que el corazón me da un latigazo. 

-Vuelvo ahora. -me levanto y les dejo ahí. Necesito moverme. 

Camino por los pasillos y subo escaleras hasta el ala que correspondería a las habitaciones. Encuentra la que sería su puerta, y en cuanto me acerco a esta la siento a mi lado. 

Pego la cabeza a la madera oscura y cierro los ojos. Todo se calma, ya no hay ruido, ya no duele. 

O al menos estaba tranquilo hasta que una fuerza me golpea y me empuja hacia atrás pero sin llegar a tumbarme. El perfume de Jade se desvanece a mi alrededor.

Ha sido ella. 

-¿Zev? 

JadeWhere stories live. Discover now