Jade

26. Muerte número cuatro y aprendiendo a decir "Te quiero"

Jade

"Los muertos viajan deprisa. "

Una frase sacada del libro de Drácula, escrito por Bran Stoker. 

Pero qué significa eso? 

Llevo todo el día buscando en internet y analizando la frase de mil formas distintas para intentar sacarle algo de cordura a esto. 

-Zev, qué significa "Los muertos viajan deprisa" ? -pregunto sentándome en su cama con las piernas cruzadas como un indio. 

Él se me queda viendo durante unos minutos en silencio. -Sé que lo escuchaste, te vi en mi... Sueño? Bueno, da igual. 

-Lo vi porque te estaba tocando cuando te sumergiste. -suspira y se levanta de la silla de su escritorio para acercarse a una de las barras de madera del dosel y apoyarse en ella. -Puedo decirle a mi abuelo que hable contigo, él sabrá qué responderte. 

-Tu familia me odia. 

-Solo mi padre y mi prima, mi madre y mi abuelo te adoran, estoy seguro. -se acerca a mí para tumbarme sobre su pecho. 

-Me ocultáis algo? 

-Quiénes? 

-Tú, mi hermano, Isaac...  -se vuelve a quedar en silencio. -No hace falta que...

-Sí, te ocultamos algo, pero no podemos decírtelo, al menos hasta que descubramos por qué pasa. 

-Entonces es grave.

-Para mí lo es, es horrible, y no sé si podré soportarlo una vez más sin que me vuelva loco. -le miro a los ojos, de los cuales hay una batalla de color entre el rojo y el negro. -El otro Zev está inquieto? 

-Se muere por salir y contártelo todo, pero no puedo dejar que lo haga. 

-No puedes obligarte a ti mismo a callarte tantas cosas, terminarás explotando. -me pongo de rodillas y gateo hasta él para acariciar su mejilla y darle un beso en la punta de su nariz. 

-Voy a ducharme, nos vemos luego? 

-Vale. -antes de que me aleje me besa.

Zev

Me separo de ella con un sabor amargo en la boca. Ladeo la cabeza sin entender qué pasa, vuelvo a besarla, pero ese sabor extraño en la boca sigue ahí. 

-Pasa algo? 

-No, nada. 

...

-ELEONOR! -grito golpeando las puertas de la cafetería rompiéndolas al chocar estas contra las paredes. Me ve de reojo mientras lanza algo a un grupo de lobos rabiosos a punto de transformarse. -QUIETA! 

Corro como alma que lleva el diablo para evitar que el cuerpo de Jade caiga al suelo, pero es inútil, porque uno de esos bichos la muerde al vuelo haciendo que caigan los dos juntos, enseguida el resto de la jauría se lanza sobre ellos. 

No aguanto más y dejo salir a otro yo, que se encarga enseguida de la situación. Aparto a todos los lobos con una rapidez bestial mientras dejo que Stormy retenga a mi prima y no deje que se escape. 

Retuerzo patas, garras y cabezas para conseguir que suelten a Jade y se alejen de ella asustados. 

La agarro entre mis brazos, está llena de sangre, cortes y mordiscos... Y sin vida. -Jade, no, otra vez no por favor, no me hagas esto... -acerco mi frente a la suya acariciando su mejilla como hace apenas dos horas ella lo hizo conmigo. 

Su piel aún está caliente, pero poco a poco esa llama se apaga. 

-Zev, dile que me suelte, ahora. -ordena Eleonor mirando a Stormy con suficiencia. 

-Qué está pasando aquí? -padre interrumpe en la sala. 

-Suéltala. -susurro mirando a Jade, que aún mantiene sus ojitos abiertos. Bajo sus párpados con cuidado y la dejo en el suelo. 

-Zev, no des ni un paso más. -ordena papá. 

-Jade! -Isaac y Nic entran en el comedor.

-Zev! -la voz del director resuena ordenándome que pare. 

Levanto la mirada del suelo viendo el destello de mis ojos en los de mi prima, que está llena de terror. En un abrir y cerrar de ojos estoy frente a ella, atravesando su cuello con mis dedos. 

Saco mis dedos de su cuerpo haciendo que caiga al suelo agarrándose la herida. 

Tengo la intención de seguir hiriéndola hasta matarla, pero Stormy me detiene, Nic y el director también. Pero les cuesta. 

Hasta que no escucho la voz de mamá no me detengo, me giro y al verla no aguanto más y rompo a llorar. 

Todos me sueltan y ella se acerca a mí, agarra mi cara con sus manos y limpia mis mejillas. -Duele, duele mucho. -susurro. 

-Lo sé cariño, lo sé. 

-De reojo veo a Isaac cogiendo a Jade en brazos, está llorando mucho. 

-Será mejor solucionar todo esto. -dice el director haciendo aparecer su bastón de madera y limpiando todo este desastre, cierra la herida de Eleonor y enseguida me dan ganas de volver a dañarla, pero esta vez de muerte. 

No aguanto las ganas y el otro yo sale de golpe saltando sobre ella y volviendo a dañarla una y otra vez, pero esta vez nadie es capaz de detenerme. 

Jade

-Por qué vuelves a estar aquí? -pregunto viéndole desde el suelo. 

-Hice algo malo. -susurra apartando la mirada. Estamos en esa sala llena de huesos, pero esta vez Zev tiene más cadenas que antes. 

-Ni que hubieras matado a alguien. -me pongo en pie para acercarme a él y hacer que las cadenas desaparezcan, sigo sin saber cómo lo hago, pero lo consigo. 

-No, pero casi. -levanta la mirada antes de que pueda tocar una cadena. -No lo hagas. 

-Por qué? 

-Es peligroso. 

-Yo confío en ti, pero la pregunta es si tú confías en ti mismo. 

-A ratos. suelta junto con una risa seca. 

-No pasará nada, además me niego a irme de aquí sin ti, y hace frío, así que vamos, y no aceptaré un no por respuesta. -le suelto de las cadenas y me abraza. Eso es lo que hace, abrazarme con fuerza pero dejándome respirar. -Yo también te quiero. -beso su hombro y apoyo mi cabeza en el.