23. Lupercallia

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Jade

Entramos doce chicas, entre las cuales estamos yo, Stormy y esa tal Eleonor, en una sala con forma octogonal de dos pisos. 

Desde el segundo se puede ver a nuestra pista de baile, hay doce sillas colocadas en círculo mirando hacia afuera, y en medio de ellas hay telas granates, como las paredes del lugar.

La única lámpara ilumina con unas cuarenta velas de cera negra. 

La señorita Damplyn se pone al lado de la puerta para darnos la buena suerte. Nos indica que nos coloquemos frente a una silla cualquiera mirando hacia la pared. 

Entre dos pequeños seres, que parecen ser hadas, empiezan a vendarnos los ojos con telas de seda roja. 

Antes de que lleguen a mí, alzo la mirada viendo a la gente que se acumula en las barandillas de madera para vernos. En una esquina están el rey y la reina, y en la otra punta de la sala Drácula, apoyado de su bastón y con una pequeña sonrisa en la cara. 

Isaac está con los músicos, afinando su violín, me mira y me sonríe intentando calmarme, pero no estoy nerviosa, es más, estoy más tranquila que cuando llegué aquí. 

Las hadas llegan a mí, vuelan delante de mi cara sujetando entre ambas la seda. Cierro los ojos y dejo que me anuden la tela en la nuca, tiran de algunos mechones de mi pelo, lo cual me recuerda que sigo viva y que siento las cosas. 

Lo siguiente que se escucha es a los chicos entrar a la sala y sentarse, también les vendan los ojos y los hechizan para que no puedan hacer nada con su magia. 

Yo repaso en mi mente todo el baile para no equivocarme, aunque dudo que lo haga, porque hasta ahora en clases siempre me salió bien. 

Nos dan las telas que colgaban del techo entre medias de las sillas, la sobo entre mis dedos, por un lado es áspera y por otro suave como una nube. 

-Que comience el baile. -dice un hombre. 

La música empieza a sonar y nosotras nos movemos. La voz de una chica comienza a sonar cantando la melodía. 

Yo camino rodeando las sillas y moviendo la tela como nos enseñaron. 

De repente un cosquilleo me recorre el cuerpo de arriba hacia abajo para quedarse dentro de mi pecho. Me aturde y me hace perderme en la música y la voz de la chica, pero continúo con el baile, todo se vuelven giros, movimiento de pies y brazos, juegos con la tela entre mis manos y pensamientos de todo tipo. 

Según la música se va parando nosotras dejamos de caminar poco a poco hasta que quedamos frente a una de las sillas, o al menos eso espero. Mis preocupaciones desaparecen cuando una mano sujeta la mía con delicadeza hasta llevarme sobre un regazo en el cual me siento. 

-Podéis quitarle la venda a vuestras parejas. -la misma voz de antes suena dando la orden. 

Desanudan la tela con lentitud, pero yo sigo tranquila, me la quitan y al abrir los ojos veo esos de color rojo que tanto me gustan y tanto me recuerdan a una hoguera en una noche de invierno. 

Sonrío al ver que me ha tocado con Zev. Siento sus manos agarrarse a mi cintura como si de un momento a otro me fuesen a arrebatar de él. 

Unos aplausos nos interrumpen de nuestro duelo de miradas, miramos hacia el frente, el rey quiere hablar, parece cabreado o solo soy yo? 

-Enhorabuena a las parejas de este año, feliz Lupercallia a todos! -de repente fija sus ojos en mí lo que me parecen años o incluso siglos. -Me alegra saber que hay una humana que está tomando nuestras costumbres como propias, espero que puedas sobrevivir estos días pequeña Jade. -en cuanto dice mi nombre un escalofrío me recorre entera. 

Vuelvo a tener esa sensación de que no debería estar aquí, de que este no es mi lugar. 

Artería. Artería es lo que hay en la mirada del rey. Artería mezclada con odio por todos menos él. 

Pero es Zev el que me libra de mi propia prisión mental al coger mi mano y besarla delante de todos. Isaac me ve, sonríe, me guiña el ojo y me levanta un pulgar como diciendo "todo va bien, tranqui". 

-Esta noche será la primera ceremonia, el baño de sangre, espero ver a todas las parejas allí antes de medianoche. Suerte a todos. -lo último solo me lo dice a mí aunque hable en general, lo sé. 

Ese señor me odia con toda su alma. 

"Si es que tiene, claro... "

...

-Baño de sangre? Qué es eso? No suena muy bien, no voy a morir, verdad? O sí? Soy muy joven para morir to... -Zev me calla con un beso que hace que me tiemblen las piernas y me sonroje. 

-No te preocupes, todo saldrá bien, yo estaré contigo. -nos tumbamos en su cama, yo mirando el techo y él mirándome a mí. 

-Pero qué es eso? Qué se hace ahí? 

-Te sumergirán en una bañera llena de sangre durante treinta segundos bajo la luz de la luna y luego en agua fría durante un minuto. Cuando salgas tendremos que cortar la punta del índice izquierdo y meter nuestra sangre en un frasco. 

-Cómo se supone que aguantaré bajo agua fría sin respirar durante un minuto? Y por qué tengo que llenarme de sangre? Dios, no entiendo nada. 

-Jade, mírame. -me obliga a juntar nuestras miradas. -Lo peor es el primer día, después es todo rodado. 

-Si tú lo dices...

JadeWhere stories live. Discover now