Kato Haru nunca creyó que alguien podía hacerlo sentir tan fuera de control, ni siquiera conocía que podía perder la cordura tan fácilmente y someterse ante su deseo mejor guardado, nunca hubo alguien que lo hiciera sentir así, nadie que no fuera Da...
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Todo marchaba tal cual debía, a excepción de una cosa: Daisuke se perdió de vista.
Haru trató de mantener la calma, estaba seguro de que Kambe podía defenderse en caso de que algún drogado o borracho intentará hacer algún movimiento estúpido, su instinto le decía que debía encontrarlo, así que terminó de beber su vaso y lo puso sobre la mesa mas cercana que encontró en su camino al lugar donde Daisuke le dijo que iba a estar, tratando de mantener una apariencia normal a pesar de la creciente preocupación.
El castaño llegó hasta la parte menos transitada del club, el baño, se fijó para ver si Daisuke estaba ahí, mas pronto se dio cuenta de que no era así, inquieto se mordió los labios y se paso una mano por el cabello, ¿Donde carajos se había metido?
─ Con un demonio, Daisuke, ya casi es hora ─murmuró Haru, viendo el reloj caro en su muñeca cortesía de cierto millonario
El reloj dio las 2 de la mañana para cuando Haru regresó del baño con la intención de pedir otra copa para disimular, pero en el camino a la barra, un hombre corpulento se le acercó, inclinándose para poder hablar con él por sobre la fuerte música.
─ Hay algunas personas que desean verlo, por favor sigueme
El inspector iba a rehusarse al principio, mas algo le dijo que acatara lo que ese extraño le dijo, por lo que se encontró caminando detrás de él hacía las escaleras que daban a la segunda planta, la planta que Daisuke y él designaron como el lugar donde la audición se llevaría a cabo.
Subieron esas escaleras que resultaron ser mucho mas largas de lo que el castaño pensaba, a medida que iban avanzando la música se escuchaba cada vez mas tenue, hasta el grado en el que las paredes parecían absorber todo ruido a su alrededor.
El hombre alto y robusto se detuvo de repente, causando que Haru también frenará su avance, luego el hombre le entregó una mascara negra con detalles azules, el de ojos jade miró al hombre con confusión.
─ Las personas desean que use esto para mantener la discreción de los presentes ─y eso le dio todo el panorama a Haru, había captado la atención de las personas encargadas.
Con firmeza tomó la mascara y se la colocó, asegurándola bien en su rostro, cuando terminó la puerta frente a ellos fue abierta desde adentro sin que el hombre corpulento se moviera en lo mas mínimo, acción que le permitió al inspector darse cuenta de que habían cámaras monitoriando cada paso que daba.
Con la cabeza en alto entró en el cuarto con una iluminación un poco mas brillante que la que había en el club, rápidamente notó a varias personas vestidas de forma elegante, a pesar de la cantidad que habían, Haru notó que solo un puñado estuvieron abajo en el club porque reconocía las vestimentas y accesorios sobre salientes que portaban.
Sus ojos se pasearon por todo el lugar esperando ver una figura familiar, mas no la halló, sorprendiéndose al ver que uno de los hombres de seguridad en el interior le daban una paleta con un numero en ella.
