Kato Haru nunca creyó que alguien podía hacerlo sentir tan fuera de control, ni siquiera conocía que podía perder la cordura tan fácilmente y someterse ante su deseo mejor guardado, nunca hubo alguien que lo hiciera sentir así, nadie que no fuera Da...
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¿Donde estaba?
Daisuke comenzó a abrir los ojos poco a poco, siendo cegado por intensas luz blanca, trató de proteger sus ojos con su brazo hasta que pudiera entender mejor su alrededor, no tardó mucho en notar que las paredes y todo en el cuarto en general eran de color blanco.
Entonces, todo le vino de golpe.
Se había desmayado a un costado de la carretera y Saeki estuvo con él.
Por Dios, ¿Podía ser peor? No solo se sentía débil, sino que mostró ese lado vulnerable a la chica de cabello rosado, si bien el millonario trataba de mantener su distancia con todo el equipo ya que solo estaría en ese lugar por poco tiempo, eso no quería decir que se sentía a gusto estando a su lado, en especial esa chica, ella siempre fue amable y alegre, dándole dulces cada vez que podía.
No tenía razón para temer que ella divulgara algún rumor, pero aun así no podía evitar preocuparse, tantas cicatrices del pasado le hacían imposible simplemente relajarse, además, este era la segunda vez en menos del mes que ingresaba a un centro de emergencia, aquello seguramente despertaría el interés de su abuela.
La puerta se abrió para revelar a Suzue, esta al ver que estaba despierto jadeo de sorpresa antes de darse la vuelta y gritar el nombre del doctor que lo estaba atendiendo, ese que era su médico de cabecera.
─ ¡Daisuke-sama! ¿Como se siente? ¿Tiene nauseas?
─ No, solo me siento muy cansado, es todo, ¿Saeki?
─ Traté de mandarla en un taxi a la estación, pero ella se mantuvo en firme en quedarse hasta saber que estabas bien, lo siento Daisuke-sama, hice lo mejor para convencerla, pero no cedió
─ Esta bien, Suzue, apreció tus esfuerzos ─el pelinegro le sonrió un poco a su prima, la cual se conmovió
─ Buenos días, joven Kambe ─el doctor entró a la habitación leyendo unas hojas en sus manos y cerrando la puerta. ─ ¿Tiene algún malestar?
─ No, solo fatiga
─ Bueno, eso es entendible
─ ¿Salió algo en los resultados? ─preguntó Suzue preocupada
─ Se podría decir que si, pero no es lo que ustedes creen
─ ¿Podría ser mas específico?
─ Joven Kambe, solo para estar completamente seguro, quisiera realizarle unas preguntas y que pudiera contestarme de manera debida, ¿Ha tenido nauseas y mareos frecuentes?
─ Solo mareos, normalmente son leves, pero hace rato sentí que el piso debajo de mis pies se movió tan brusco que casi pierdo el equilibrio
─ Ya veo, ¿Ha notado algo raro con su cuerpo últimamente?
─ No realmente
─ ¿Podría levantarse la camisa? Hay algo que necesito comprobar en su pecho
Daisuke hizo una mueca ante el gesto, mas aún así hizo lo que el médico le pidió, levantándose la prenda y dejando al descubierto su torso, le resultaba extremadamente incómodo hacer esto frente a alguien, pero por alguna razón el doctor se mantenía cauteloso, el que hiciera tanta cantidad de preguntas solo podía significar que los resultados eran alarmantes, pero que quisiera confirmarlo por su cuenta.
