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─ La cirugía fue un éxito, sus signos vitales son estables, por ahora se encuentra fuera de peligro, pero por precaución lo internaremos en el área de Cuidados Intensivos durante 3 días, si vemos que hay un progreso entonces lo trasladaremos a piso ─el cirujano explicó mientras se retiraba el cubrebocas

Daisuke sintió como si volviera a respirar de nuevo, agradeció al cirujano antes de que este fuera llevado a un lado mas despejado por el padre de Tanashiro a hablar, dejándolo solo.

Era absurdo, Kei era uno de los hombres mas influyentes del continente y aún así solo estaba él y su padre, nadie mas, sabía de antemano por los guardias que se les avisó a cada uno de los miembros directos, mas solo el patriarca del clan había aparecido.

El corazón del pelinegro se estrujo al darse cuenta de la realidad en la que aquel joven vivía, era tan identico a la suya y sin embargo, le parecía distante, siempre contó con Suzue y muy en su interior sabía que Kato también estaría ahí.

No sabía nada de lo sucedido, no se puso en contacto con nadie para saber como iba la investigación, a este punto la identidad de la víctima ya debería de haberse descubierto incluso si no se revelaba aun a la prensa.

Las puertas dobles se abrieron y unas enfermeras empujando una camilla de la sala de operaciones salieron, Daisuke no lo dudó y se apresuró a su lado, las mujeres se detuvieron para darle tiempo al doncel de que viera a su prometido.

El nudo aun estaba fuertemente apretado en su garganta y podía sentir el residuo de las lágrimas secas en sus mejillas mientras con manos temblorosas tomaba la mano de Kei, sollozó sin poder evitarlo.

─ Lo lamento, lamento haberte involucrado en todo esto ─Daisuke besó el dorso de su mano. ─ Todo estará bien, yo estaré aquí, yo te salvaré

─ Joven Kambe, necesitamos trasladarlo ─una de las enfermeras le avisó a lo que el doncel asintió

Con un beso en la frente de Kei, Daisuke se hizo a un lado y dejó que las mujeres siguieran su camino mientras él se quedaba parado en su lugar, mirando la camilla hasta que esta desapareció de su vista al doblar una esquina.

Estaba cansado, demasiado si era sincero, el caos fue demasiado.

No se sobresalto cuando sintió una mano posarse en su hombro izquierdo, llenándolo de un calor familiar.

─ Daisuke-sama, necesita descansar

─ Casi lo pierdo, Suzue ─las palabras se quebraron en su voz. ─ C-Creí que tenía tiempo para poder liberarlo, creí que el tiempo planeado era el adecuado, pero ahora-

─ ¿Quiere adelantarlo? ¿Por el bien de Kei-sama?

─ Nada de esto debió pasar ─Daisuke se giro para mirarla. ─ Esa chica, fue otra víctima del asesino en serie que estaba persiguiendo antes de que Kikuko me sacará de la fuerza, ¿verdad?

─ Me temo que si, ya con ella sería su tercera víctima

─ ¿Sabes algo mas?

Suzue abrió la boca, mas luego la cerró, sus ojos reflejaban la indecisión acerca de decir algo, Daisuke supo que estaba relacionado al caso, así que se acercó mas a la mujer quien era unos centímetros mas alta que él.

─ Suzue, di lo que tengas en mente, puedo tomarlo

─ Realmente dudo eso, Daisuke-sama ─la contestación causó que su estomago se apretara

─ Yo seré quien decida si es demasiado o no

─ ... Aun no se ha confirmado, pero uno de los guardaespaldas suyo me contó que escuchó al inspector Kato apuntarse para atrapar al asesino... ─Suzue respiro hondo y desvió la mirada de su primo. ─ Entregándose a él

Impact: UndetectableWhere stories live. Discover now