Capítulo 10

4.8K 430 35
                                    

Liam Sanders

Llovía como si el mismísimo cielo sea cayera sobre nosotros, sostenía la caja que cubrí con mi campera para que no se mojara y toqué su puerta esperando que no se haya ido a dormir o a duchar ya que yo lo estaba haciendo con la cantidad de agua que caía sobre mí.

La puerta se abrió dejándome ver a Ky en una remera holgada que le quedaba como vestido, tenía el cabello mojado y estaba en pantuflas.

—¿Liam?

—¿Puedo pasar?

—Si claro, perdona. —entré a la casa y ella cerró la puerta detrás de mí —¿Qué haces aquí?

—Me alcanzó la lluvia y necesitaba cubrirlos mientras la tormenta pasa.

—¿Cubrirlos? —ellos se habían despertado y Ky asomó la cabeza a la caja —Que tiernos. —ella se veía completamente enternecida por los cuatro gatitos bebés que traía conmigo.

—Los encontré cuando iba a casa.

Kyle tomó a uno de ellos, el gatito tiene manchas blancas, negras y anaranjadas, maullaba hasta que ella lo tomó en brazos y lo comenzó a acariciar.

Se fue y dejé la caja en el suelo con mucho cuidado para no despertar al resto de bolitas de pelo que dormían pacíficamente. Volvió un minuto después con varias toallas, una envolviendo gentilmente al que ella se había llevado consigo.

—Sécate que te vas a resfriar. —me saqué la remera que estaba empapada y se me quedó mirando.

—En definitiva debes dejar de hacer eso frente a mí. —bromeó pero en cierta forma lo decía en serio.

Nos pusimos a secar a los pequeños y dejarlos en una manta seca junto a la chimenea para que tomen calor, Nila se acercó con curiosidad. Se acurrucó junto a ellos como si fuera su madre.

—Creo que mamá tiene unas jeringas por alguna parte de la cocina, iré a ver. Nos servirá para alimentarlos. —ella se fue.

Me quedé un minutos con los gatos y como no las encontraba decidí ayudarla. Entré a la cocina y me le quedé viendo a Ky apoyado en el marco de la puerta. Ella estaba de puntas de pie buscando en un estante algo alto haciendo que su remera subiera y dejando ver ropa interior de abuela color rosa.

—Las bragas de tu abuela te quedan bien. —sonreí y ella dejó de hacer todo lo que estaba haciendo para cubrirse de mí.

—Carajo. —se jaló su camiseta lo más que pudo —Cuando tocaste me estaba vistiendo y olvidé por completo mis shorts.

—Agradece que al menos recordaste la ropa interior. —bromeé.

Veía sus manos intentar cubrirse y me arrojó un trapo de cocina a la cara.

—No veas.

—No lo hago. Te queda como un vestido, solo no levantes los brazos o subas las escaleras.

—Iré por mi short. —dijo algo sonrojada y apenada.

Ella se fue de la cocina y la seguí con la mirada, subió las escaleras.

—Lindo bordado. —comenté mientras subía los primeros escalones.

—¡Liam! —gritó en voz chillona y corrió escaleras arriba para vestirse.

Mientras Kyle se fue a vestir busqué por ella las jeringas para poder alimentar a los pequeños, las encontré justo donde estaba buscando antes de que la interrumpiera.

Volvió pocos minutos después con menos vergüenza de la que se fue.

—Por el bien de nuestra amistad vas a olvidar que me viste en ropa interior.

Seamos mariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora