Capítulo 19

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Kyle Young

Llegaba a la escuela, un rato antes de que el partido comience. Estaba sentada en las gradas pensando si era lo mejor estar ahí o debía irme.

Vi que Liam se acercaba hacia mí así que supe que irme ya no era opción.

—¿Cómo supiste que estaba aquí?

—Uno de los chicos te vio. —subió las gradas —Creí que no vendrías, faltaste al examen de historia.

—Ya hablé con el señor Dumbar, no te preocupes. No tenía ánimos de venir, pero le dije a Aria que la acompañaría estando ambas maquilladas con los colores del equipo alentándote.

—Te ves preciosa. —dijo algo tímido.

—Detente, solo vine para mantener las apariencias con tus padres. Nuestros problemas siguen pero no ahora.

—Ky ...

—Ahora no Liam. —dije tajante con la voz más seria.

Él se fue dejándome con la angustia en mi pecho pero no me pude sentir mal mucho tiempo ya que Aria y sus padres habían llegado en el momento justo para evitarlo.

...

El equipo salió al campo, Liam no se veía con la misma energía contagiosa de siempre. Parecía estar molesto por la breve conversación minutos atrás.

Comenzó el partido y durante cada jugada se lo veía distraído aún más si lo alentaba. Como si toda la buena racha que tuvo conmigo en los otros partidos en este era todo lo contrario.

Los del otro equipo parecían concentrados en derribar a Liam pase lo que pase, aún más que en conseguir el balón.

Un poco antes de ir a medio tiempo uno de los jugadores golpea tan fuerte a Liam que lo derriba y lo deja en el suelo retorciéndose de dolor.

«Levántate Liam» —estaba preocupada por que le hayan hecho daño.

La familia de Liam sale corriendo luego de qué pasa un minuto y su hijo sigue en el suelo con dolor.

...

Estaba esperando fuera de los vestuarios de los chicos y escuché un grito doloroso de Liam que hizo que mi pecho se apriete.

Luego de algunos minutos salió su madre a decirme que podía entrar a verlo. Entré después de que el médico saliera, Liam estaba recostado en una camilla. Sus padres y Aria estaban con él tomándole la mano como cuando ella está hospitalizada.

—Por dios. ¿Estás bien? —tomé su mano libre.

—Solo me dislocaron el hombro. —dijo relajado.

—Solo me dislocaron el hombro. —lo imité burlona y enfadada por que no le da importancia a su lesión —Me asustaste tonto. —pasó su mano acariciando mi mejilla.

—Estoy bien, tranquila. —miró a sus padres haciéndolos entender que quería que nos quedemos solos.

Su familia se fue dejándonos a solas. Él se sentó en la camilla algo adolorido, tenía el hombro vendado para no moverlo.

—¿Podrás seguir jugando el partido?

—No sí es que quiero seguir jugando fútbol. Debo descansar.

—Entonces te dejaré para que lo hagas. —me estaba por ir pero siguió aferrado a mi mano.

—Quédate, me siento mejor cuando estás conmigo.

—No creo que ...

—Por favor. Hablemos.

—No es momento para esto.

Seamos mariposasWo Geschichten leben. Entdecke jetzt