Capítulo 16

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Liam Sanders

Pasó una semana de que a Kyle la violara ese bastardo, fui a verla luego de mis sesiones de control de la ira ordenadas por la corte por la golpiza que le di a Eddie pero no quiso ni abrirme la puerta. Gabi, la madre de Kyle no podía faltar más al trabajo así que me quedé con ella para que no estuviera sola en la casa.

—Siento pedirte esto y que faltes a clases pero ...

—Gabi ve a trabajar, me quedaré con Ky. Yo la cuido. —apoyó sus manos en mi rostro.

—Eres un ángel. —veía sus ojos cristalizados.

—Escúchame, ella saldrá de esto. Kyle saldrá más fuerte que nunca.

—No sale de su habitación, apenas come.

—Tranquila, yo me preocupo. —ella se fue angustiada pero no le quedaba otra opción.

Subí a su habitación y toqué la puerta, no escuché nada por parte de Kyle.

—Por favor Ky, ábreme.

—Lárgate, no quiero verte. Déjame sola. —me senté junto a la puerta.

—Intenta con otra cosa, no me iré de aquí. —ella no habló —Ya no te hará daño Ky, por favor sal.

—No lo sabes.

—Sí lo sé, Edward es mayor de edad. Lo arrestaron, lo expulsaron de la escuela y le darán cinco años por lo que te hizo. —la puerta se abrió y me levanté rápidamente.

—¿Lo prometes? —veía sus mejillas rojas, ojos hinchados y que estaba en pijama.

—Juro que no tendrás que verlo nunca más. —se acercó a mí a abrazarme desde la cintura.

La abracé con una gentil fuerza mientras que ella seguía con lágrimas. Ella levantó la vista hacía mí, acomodé su cabello detrás de su oreja.

—Gracias por quedarte.

—No es problema. ¿Tienes hambre?

—Mucha. —se secó las lágrimas.

—Iré por una pizza a la cocina. Mientras tanto cámbiate de ropa. —la miré fijamente —Apestas. —bromeé y ella rió aunque de igual forma golpeó mi brazo.

Fui a la cocina por la comida y cuando volvía a mitad de escalera Ky gritó. Me apresuré a llegar con ella.

—¿Ky estás bien? —pregunté pero no respondió solo escuchaba su llanto —Dime algo o juro que rompo la puerta.

—Está abierta. —tenía la voz llorosa.

Entré a la habitación sin importarme nada, Ky estaba hecha bola en el suelo. Dejé la comida sobre la cama y me senté a su lado. Ella tenía su pantalón pero no su remera, se cubría con ella pero no la usaba. Fui acercándome poco a poco mientras seguía llorando, toqué su cabeza y ella se apoyo en mí.

—Ya estás a salvo. —la abrazaba desde los hombros.

—Intenté luchar. —lloraba —Enserio lo intenté. —besé su cabeza y la abracé más a mí.

—Sé que sí.

—Debí ...

—No intentes echarte la culpa de lo que pasó, no es tu culpa.

Mi vista se apoyó en su hombro, tenía moretones, moví su cabello disimuladamente para verlo, también tenía en brazos y supuse que en piernas. Estuve con ella ahí en el suelo varios minutos hasta que se calmó.

—Ky, creo que deberías hablar con alguien de lo que te pasó.

—¿Dices de ir a terapia?

—Para empezar. Te haría bien hablar con alguien. —ella se alejó para hablar frente a frente.

Seamos mariposasWhere stories live. Discover now