Capítulo 13

4.1K 381 63
                                    

Liam Sanders

Sacaba las cosas de mi casillero y de la nada llegó Kyle abrazándome desde atrás. Mi corazón latía tan rápido, más que en cualquier partido de fútbol o examen que he tenido.

«Respira y actua normal»

—Hola.

—¡Hola! —dijo con emoción, saltaba de forma ansiosa y alegre —Lo besé. —susurró con una amplia sonrisa.

—Lo sé, leí tus quinientos mensajes.

—¿Por qué no me respondiste?

—No estaba de animo.

—¿Estás bien? —tocaba mi brazo.

«Deja de ser tan linda por el amor de Dios»

—Sí. ¿Qué hicieron?

—Vimos una película.

—No dio miedo.

—¿Cómo sabes que fue de terror?

«Mierda»

—Fue pregunta. ¿No dio miedo?

«Actuas raro, ya calmate»

—De echo sí, era de terror, estuve casi toda la película saltando con cada susto.

—Tendrías que haberle dicho a Charles que odias esas películas.

—Cambiando de tema ... ¿Cómo estuvieron las hamburguesas con Aria?

—La hamburguesa era más grande que ella.

—Creí que irían por un helado.

«Ella sabe»

«Ella sabe que estuve en su cita»

«Piensa en algo. ¡Ya!»

—Decidimos ir por algo menos frío.

«Que me crea, que me crea, que me crea»

—Ni me lo digas. Luego de que un idiota me lanzara agua casi me congelo. —suspiré aliviado sin ser muy notorio.

—Ahí está tu chico. —Charles caminaba por el pasillo —Hola. ¿Irás al entrenamiento hoy? —le pregunté mientras seguía caminando.

—Claro, el entrenador me mataría si no voy. —bromeó y siguió por el pasillo.

Al voltear la mirada Kyle se veía algo decepcionada ya que no le había dicho ni un "Hola" o al menos le sonriera de forma amable. Sus ojos me decían todo lo que ella no.

—¿Estás bien?

—¿Qué? —preguntó de forma perdida.

—¿Quieres hablar?

—Solo quiero irme a clases.

Kyle se fue rápidamente por el pasillo hasta meterse en el salón. Una vez que la perdí de vista cerré mi casillero y la seguí para ver que estuviera bien y porque ya era hora de la primera clase.

Me senté junto a ella, le pregunté si estaba bien más de una vez para que hablara conmigo pero Ky solo seguía escribiendo en su diario así que tomé una lapicera y escribí en la punta de la hoja.

—¿Estas bien?

—Que lo escribas no cambia el hecho de que no quiero hablar. —sonreí al ver que me respondió.

—Al menos así sí me respondes. :)

—No quiero hablar.

—Que bueno, no lo estamos haciendo. De ser así estaríamos de nuevo en castigo. —ella sonrió —Pude ver tu cara claramente cuando pasó Charly.

Seamos mariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora