Misión (Juntos XIII)

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Frente al Dios de la vida, Se encontraba un maravilloso pero a la vez extraño palacio. La mayoría de las deidades poseían palacios tradicionales, algunos eran fortalezas, otros eran modestos, sin embargo ninguno tan simple como el de su esposo

El dios del destino poseía un palacio poco convencional, la casa principal se encontraba al frente y una enorme torre sobresalía por detrás,  muy pocas deidades habían tenido el privilegio de entrar a su palacio,  era contadas las deidades que tenian acceso a la torre.

-Alteza, me alegra que aceptara mi invitacion.
-el honor es para mi, dios del destino.
-por favor no sea tan modesto, adelante, fui al reino de los mortales hace poco y me  encontre con una encantadora tienda que vende una mezcla de te muy interesante.
-suena interesante, me encantaria probarlo.
-pasemos al jardin, la diosa del amor me regalo unos exquisitos bocadillos, que combinarian perfectamente.

Ambas deidades disfrutaron de la bebida y los bocadillos que fueron servidos por una doncella.

El dios de la vida degusto el te, realmente era un agradable sabor. Una interesante mezcla de flores.

-Hanguan-yu, como se encuentra su hijo. ya paso mes desde que callo en cama.
-la diosa de la medicina dice que no debo preocuparme.
-Bueno eso es verdad, muchas deidades jovenes suelen perder el control de sus poderes y caer en un sueño de recuperacion. Tenga por seguro que el joven Lan estara bien.
-mi hijo es fuerte, estoy seguro de eso.
-El joven Lan tiene los ojos de su madre pero su personalidad es similar a suya alteza.
-es verdad, pero a-yuan comparte muchos rasgos de wei ying. Si ming, estoy seguro que no convocaste esta reunion para tomar el te y hablar de mi hijo.

El dio del destino mantuvo su calida sonrisa mientras bajaba su taza vacia de te para colocarla nuevamente sobre la mesa.

-Es verdad, el reino de los mortales esta presentando ciertas anomalias. Requiero su ayuda para que el destino de muchas personas se distorsione. 
-estas distorsiones ya se han mostrado
-aun no, pero no falta mucho para que esto suceda. es increible la forma en que el destino puede cambiar con solo una pequeña variable. No es comun que intervengamos. pero al ser un dios con tus capacidades y conocimientos, necesito que influyas de forma sutil en la vida de un mortal. 
-seria todo.
-asi es,  quiero que vengas conmigo a la torre, para explicarte mejor. 
-de acuerdo.

Al ir subiendo las escaleras se podían apreciar las estanterías llenas de pergaminos que cubrían los muros.

Cada pergamino era la vida de un mortal. Si las cosas continuaban de esa forma en unos milenios mas, la pared se llenaría de tantos pergaminos que no habria donde ponerlos.

Al llegar a la parte mas alta de la torre, se encontraba un gran estudio lleno de libros y pergaminos, el dios del destino amaba visitar el reino de los mortales y abastecerse de poesia y novelas e hazañas historicas. 

El dios de la vida tambien poseia una gran cantidad de libros de poesia, incluso algunas veces intercambiaban algunos entre ellos.

En medio del gran estudio se encontraba una mesa y sobres de esta estaba un libro, el dios de la vida solo podia ver paginas en blanco. Era el libro de las deidades, un libro en el cual se encontraba la informacion de cada una de las deidas que se encontraban en el reino celestial, solo dos deidades habian tenido la oportunidad de ver el libro, las deidades supremas, el dios de la vida y el dios de la muerte,  pero el unico que podia ver el contenido era el dios del destino. 

El estudio tambien tenia un muro con una fuente, de la cual fluía el agua y en la base se encontraban un par de peces disfrutando de los movimientos del agua.

-Dios de la vida, tiene que ver esto.
El dios mayor se para frente a la fuente y se visualizo una gran casa, la imagen cambio a la de una mujer sosteniendo un pequeño bebe en brazos. 

Todos los dias, son todos los diasWo Geschichten leben. Entdecke jetzt