Anhelo (Mi primer amor III)

1.8K 213 10
                                    

La mayoria de los seres inmortales eran descendientes de otros inmortales, otros eran deidades formadas de un sentimiento y energia espiritual y algunos eran humanos que alcanzaron la inmortalidad y eran considerados deidades menores.

Para un humano lograr alcanzar la inmortalidad requeria de mucho sacrificio, para obtenerla habia varios metodos.

La primera era la cultivacion espiritual, consistia en dedicar tu vida a las diferentes artes y el conocimiento en teorias existenciales, con una vida pacifica lejos del pecado con un deseo puro.

La segunda era la susecion de alguno de los disipulos.

La tercera era ser elegido por el mismo inmortal para ser su sucesor directo.

Las guerras siempre traían pena, dolor y grandes perdidas, no era nada nuevo pero si desgarrador para aquellos que sabian que sus seres amados jamas los volverian a ver.

Los mortales trataban de continuar de alguna forma con su vida, ahora que la guerra habia terminado. Con el pasar de los años en algunas regiones llegaba la paz pero en otras una nueva guerra se aproximaba, solo abría un vencedor y un ganador pero al final la perdida de seres amados era inevitable. 

Hace muchos años el reino mortal se vio sumergido por fuertes lluvias, despues de dias de tormenta un rayo celestial azoto la tierra en medio de un antiguo campo de guerra.

-A-yuan, haz caso y toma mi mano.
-si.

un hombre con apariencia juvenil y gran sonrisa, caminaba por los senderos asia la ciudad imperial. El mundo habia cambiado tanto desde que murio, hace siglos los senderon no eran tan marcados y algunos puentes eran solo tablas y cuerda

-Rabanito, no olvides lo que te he enseñado.
-si mama, llamarte hermano frente a la gente.
-asi es.

La ciudad imperial se veia majestuosa entre las colinas y el verde bosque, una ciudad llena de prosperidad gracias a las bendiciones de los dioses. 

Despues de la caida de un trueno celestial, le tomo decadas unir su alma casi dispersa y formar un cuerpo, aun que este ultimo no era lo suficientemente fuerte como el de antes. Wei ying el antiguo dios zorro de nueve colas habia vuelta a la vida, ya no era un dios pero tampoco era un espiritu, sin alguna de estas caracteristicas el no podia regresar al reino celestial ni al reino espiritual el cual era su hogar.

Caminando entre las calles del mercado wei ying sostenia  su pequeño A-yuan entre sus brazos, habia mucha gente y temia perderlo.

-hermano, vamos alla-señalando un parque-quiero jugar.
-claro que iremos pero primero debemos comprar algunas cosas.

Un ser inmortal tiene sus ventajas, pero en el caso de wei ying no era asi, cuando descubrio que ya no podia regresar ni llamar alguna deidad, comprendio que estaria atrapado en el reino de los mortales no era tan malo a veces, conocia personas nuevas y aprendia de los cambios que habian surgido durante el tiempo que estuvo muerto. Al principio fue frustante pero despues se acostumbro, no podia estar mucho tiempo en un lugar ya que como podria justificar a los mortales su apariencia juvenil intacta.

Antes de la llegada de su gran compañia y luz, pasaba el tiempo viviendo como un nomada solitario.

Caminaba por un antiguo pueblo que conocia perfectamente, estaba abandonado y algunas casas ya estaban destruidas, camino por las calles inexistentes hasta una casa que aun lograba mantenerse casi intacta, las murallas estaban llenas de plantas pero por dentro maleza aun no lograba hacer estragos como en otras.  

Entro a la vieja casa que logro reconstruir y vago por los pasillos que hace años recorria a escondidas hasta una habitacion algo polvorienta, en donde los recuerdos de su vida pasada aun permanecian. 
La casa de su amado, el lugar donde lo esperaria hasta su regreso para darle la bienvenida.

Todos los dias, son todos los diasWhere stories live. Discover now