Capítulo 10

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Tal vez sea porque era un día que esperaba desde hacía muchísimo tiempo o quizás por la idea de que ya se sentía como él mismo. Es decir, lo que Dios le había dicho era cierto, una vez su cuerpo alcanzó la fecha de su muerte en su mundo anterior, Katsuki pudo sentir una metamorfosis en su sistema difícil de explicar.

Sería como que su alma, finalmente, se adapto a su cuerpo. El día en que murió, se despertó sintiendo un hormigueo recorriendo por sus dedos y yendo hasta la punta de sus pies. Sus sentidos se agudizaron, su mente se aclaró de forma extraña y su corazón se sintió ligero.

Le parecía un poquito irónico que su día de muerte coincidiera con su examen de ingreso a Yuei que tanto había ansiado. Sin embargo, agradecía esa aclaración espiritual que le sería útil en su examen.

Bakugou se encontraba en un pequeño cuarto junto con otros estudiantes a punto de ser liberado en una ciudad infestada por robots que deberían combatir. Los profesores estaban explicando las reglas con claridad y había unos cuantos paramédicos preparados en las esquinas del cuarto, listos para ayudar.

Tuvo la vaga idea de avisarles que tuvieran preparada una maldita ambulancia para el imprudente que estaba por demostrar su valía rompiéndose el brazo derecho y ambas piernas. Pero su quirk no era ver el maldito futuro y no quería levantar alguna sospecha innecesaria por parte del cuerpo docente.

El cenizo miro vagamente a las personas con él en el cuarto, eran unas cinco, muy pocas y ninguna de la clase A. Había pensado bastante en los sentimientos que tendría hacía aquellos compañeros que hace tanto tiempo el villano...él, su alma en este mundo, traicionó. No sabía todavía si estaba contento de no toparse tan pronto con ellos o si se sentía algo decepcionado por eso.

No es como si les debiera alguna disculpa pero ahora que, en cierta forma, su alma y cuerpo estaban en sincronización y completos, la idea de verlos le hacía sentir en una encrucijada sobre sí mismo. Una parte suya deseaba hacer todo de cero y la otra, no quería ni molestarse en verlos.

Era una contradicción muy compleja.

—El examen está por comenzar —anunció uno de los profesores —Todos pueden ir a sus posiciones.

Lidiare con esa mierda después.

El de ojos rojos se separó en la pared que había estado apoyado todo este tiempo y camino tranquilamente hacía la puerta de salida del cuarto, siendo el primero en salir ya que los demás se acobardaron de dar un paso al frente cuando llego la hora de hacerlo. Lo primero que vio en la ciudad artificial fue la falta de caos que pasó en la serie pero a medida que de la pared aparecían puertas —esto debió hacer sido hecho por el héroe Cementoss— que daban con cuartos de dónde salían más estudiantes, un pequeño temblor se comenzó a sentir debajo de sus pies y al escuchar los primeros gritos y al olor a humo de un incendio, pudo saber que la prueba había iniciado.

El objetivo era eliminar a la mayor cantidad de robots que aparecían a la ciudad de forma constante y aterradora.

A el de ojos rojos le hubiera gustado poder eliminar al más grande de todos, pero ese estaba reservado para Midoriya, así que hizo unas cuantas explosiones con su mano para elevarse en el aire y eliminar al primero, de tamaño mediado, que encontró en medio de la calle.

— ¡Muere, pedazo de hojalata!

El robot se partió en pedazos cuando su explosión dio en el punto justo entre su cuello y cabeza. Una pequeña enseñanza de Keigo era está, "usa todo lo que tengas pero en un solo movimiento, así podrás ahorrar fuerza y obtener resistencia". Por lo tanto, el modo de pelear de Katsuki era un poquito diferente a como era en la serie, más evolucionado, más pulido y mejorado pero igual de poderoso que en su versión salvaje.

¡Me convertí en un villano en un mundo de héroes! [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora