Venenoso

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Todo mundo comenzó a discutir, a veces en italiano y a veces logre diferenciar el idioma que entiendo, sin embargo, a diferencia de todos los demás soy la única atada y amordazada en una silla en la sala de estar.

—Non sono affari suoi — (no es de su incumbencia) protesta la madre.

—Es nuestro negocio el que está en riesgo — ahora habla el padre.

—Puoi porte la puttana in un altro posto lontano dalle nostre attività — (Puedes llevarte a la puta a otro lugar lejos de nuestros negocios) no entendí, pero el tono de voz de Bianca me indico que no dijo algo bueno.

Según lo que logre entender no quieren que me meten en su negocio.

Wow Itaglish

Me gustaría decir que fui forzada a venir aquí y por mí me puedo ir lejos de sus malditos asuntos.

—¡Enfóquese en lo importante maldita sea! — grita Daniel —Román no importa no es el socio más importante en Canadá, el pez gordo que necesitamos es al maldito empresario.

—Si claro, pero él quiere oro, oro que prometimos y no tenemos por descuido tuyo — discute la hermana.

—Fue una emboscada por esa pandilla de un tal Justin, estoy en proceso de recuperarlo así que te cayas la boca.

Oh comprendo

Aun con la mordaza en mi boca no puedo evitar reírme a carcajadas. Según estos son la mafia italiana y Justin logro quitarles oro. Debo felicitar el maldito.

—¿Cuál es la gracia? — la voz de Bianca hace que lo vuelva a mirar con burla, me quedo callada obviamente por la mordaza en mi boca. Ella lo recuerda, rueda los ojos y saca su cuchillo roja para romper la mordaza —Dime cual es el chiste para que yo también pueda reírme.

—Me encanta tu agradable humor — muevo mi boca intentando alejar la incomodidad por haber tenido la boca amarrada. Mi comentario logro sacar una pequeña risa departe del padre y Gael.

—Solo no logro creer que una pandilla como la de Justin robara oro a la mafia italiana — los veo llena de burla.

Daniel me mata con la mirada, pero no le doy importancia.

—¿De que los conoces? — pregunta el dando un paso al frente.

—Trabaje un tiempo en el bar de Marcus y siempre llegaba a platicar conmigo.

—¿Tenias alguna relación con él? — lo miro como si lo que dijo fuera ridículo.

—Nunca hubo nada entre los dos, solo platica de borrachos, y siendo bar tender cualquier criminal frente a una mujer bonita suelta la sopa — sonrió —Les puedo ayudar a recuperar ese oro.

—¿A cambio de qué? — pregunta Bianca.

Es lista

—Mi libertad

—Sigue soñando — interrumpe Daniel.

Bianca se pone justo enfrente mío y así no puedo ver a su hermano.

—Su ayudas a recuperar ese oro, me asegurare que tengas una parte de libertad — la veo analizando y no me disgusta la idea —Si ayudas a que esta mafia se adueñe de Canadá entonces serás libre y tendrás todo lo que desees. ¿Trato?

—¡No, no hay trato! — lo ignoro aun intercambian miradas con su hermana.

No es seguro hacer tratos como personas de esta familia, pero puede ser mi única esperanza y la tomare.

—Hecho — murmuro.

La chica sonríe satisfecha y aun con el cuchillo en mano me desata las manos dejándome libre. Me acaricio las muñecas adoloridas viendo con desprecio a la chica. Todos se largan en silencio menos Daniel quien niega de manera lenta viéndome.

—¿Enserio crees que dejare que te alejes de mí?

(...)

Camino aun repitiendo el trato que hice por mi mente preocupada por la posibilidad que quizá no haya sido mi mejor decisión.

sei la ragazza più bella — (eres la chica más hermosa) — me detuve en seco cuando identifico la voz como la de Gael.

Me acerco de nuevo a la puerta a escurridizas sin acercarme casi nada al marco para asegurarme de que no me vea. Él se escucha animado y se ríe de manera nerviosa y coqueta. Decido mejor seguir caminando antes de que alguien me mire aquí espiando, aun así, me brota la pregunta a mi mente ¿Con quién estará hablando? Obviamente era una llamada telefónica.

Paso de nuevo por una habitación que antes no tenía la puerta abierta, a unos pasos de mi habitación de invitados me detengo al fijar que hay una pintura bastante grande que llama mi atención sobre la pared. Entro a paso lento al cuarto que parece ser una oficina y en la pared grande esta toda la familia pintada con una serpiente con la misma característica.

Escucho y siento venir unos pasos, pero no me asusto y sigo viendo la pintura.

—Familia Greco — leo lo que está escrito en la pintura.

—Nuestro apellido materno — habla el —Usamos el apellido de mi madre porque según lo consideraron mis padres fue más apropiado teniendo en cuenta que es la mafia italiana.

Lo miro confusa.

—¿Por qué eso es relevante?

—Mi padre es inglés, Asher West — explica — Pero no tuvo ningún problema con eso. Siempre dice que mi madre es la líder de la familia— bromea lo que yo sonrió.

—¿Ves a la serpiente? — pregunta señalando la pintura y asiento —Es la serpiente Taipan, la serpiente más venenosa del mundo. Su mordida tiene el suficiente veneno para matar unas cien personas.

Vaya dato macabro.

A él le causa gracia mi expresión, pero con el gusto abro la boca para borrar su sonrisa.

—Venenoso, si te queda mucho — el me mira con desaprobación.

Volteo a ver la pintura de nuevo examinándola por última vez, sin embargo, los rayos solares que entran por la ventana me molestan a la vista y me alejo. En un momento tengo a Daniel frente mío bastante cerca y me sostiene por las caderas donde aún el solo me da a la cara.

—Tus ojos al sol parecen oro derretido — sus ojos penetrantes pasan de mis ojos a mi boca, pero vuelve a levantar la vista.




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