Capítulo 10 |cámaras (reescrito)

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Mi abdomen se contrae ejerciendo demasiada presión en él. Es una falacia, otra de tantas.
Pensar en él no significa nada. Yo no estoy enamorada, no cuando aún siento algo por mi ex novio y me cuestiono por las noches lo que pudimos haber sido si hubiésemos cumplído todas nuestras metas.

—En mi ex novio. — Consigo decir intentando pasar el tema por desapercibido y sobre todo, mintiéndole a él.

Analizo sus gestos, nuevamente no hay nada que yo pueda leer. Rainer es una pared en gris sin un solo rastro de pintura.

—¿El imbécil que te dejó días antes de contraer nupcias?  — Ataca aun con su misma expresión reacia.

—Meses, corrijo.

—Por eso es que el amor no es un tema que me interese abordar. — Se encoge de hombros. — Aunque Según algunos filósofos, el amor se relaciona con el deseo y la lujuria, pues el amor es un deseo que busca satisfacer. — Infiere.

Rainer me acorrala entre él y la baranda.

—Esa es la única forma de amor que me interesa conocer...

Veo como se desliza quedando en cuclillas, mi jefe baja mis medias y con sus dedos aprieta mis muslos.
Aferro mi agarre en la baranda, tiro mi cabeza hacia atrás, viendo la luna nuevamente.
Contraigo mis músculos, ya que, su lengua lame mi entrepierna, sin llegar a los geniales.

Aquí nadie va a encontrarnos. — Dice la voz de un hombre ajeno a nuestra burbuja.

Rainer se levanta de golpe y yo subo mis medias de inmediato. Vemos al causante de que nos separemos, es un tipo calvo que ya había visto antes con su esposa e hijos en la gala. .

—Hijo de perra. — Se ríe Rainer al darse cuenta de quién se trata.

¿Es normal que su sonrisa sea hipnotizante?

—¿Quién...

—Edwad Patchrick. — Abro mi boca sorprendida.— Lo que no sé, es quién es ella.

Veo a la mujer aun con la poca luz.

—Camila Pugh. — Digo reconociendo su rostro.

—¿La filántropa?. — Asiento.

Ambos reímos.

—Por eso es que prefiero evitar el amor, nadie puede ser fiel a una cosa porque al final te termina aburriendo o rompiendo y buscas revivir con otras cosas, o de lo contrario, te dejas llevar por las incitaciones. —Arregla la punta de su camisa que estaba desarreglada.— Salí dos semanas con su hija, mi padre me obligó y se supone que yo le rompí el corazón.

—¿Fue así?. — Asiente cínicamente.

—Sí. — Admite restándole importancia. — pero como haya sido, vámos, es hora de volver.

Dejamos que la pareja disfrute su polvo a gusto yéndonos de ahí. En el camino a casa Rainer me cuenta todas las personas con las que se pudo relacionar fuera del ámbito laboral, y algunas cosas fuera de esa línea que le sucedieron durante la cena. Al llegar a su departamento, Rina y Ruel nos esperan en la sala junto con June.

—¿Rina? — Ésta baja sus gafas prestándole completa atención a mi jefe.

—Estamos de visita, ambos tenemos contratos para esta semana. — Aclara Ruel. — E hicimos una visita al campus de la universidad.

— Cabe destacar que lo odié, todos nos veían como si fuéramos una atracción o un personaje sexual... — su frente se frunce y su sonrisa de invierte. — Vale, ya sé que soy perfecta y que Ruel no está tan mal, pero literalmente querían saltarnos en cima.

Sin sentimientos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora