Capítulo 38|catarsis.

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La sonrisa de Rainer y mi cabello atado en una coleta deben ser motivo suficiente para que la chica de recepción nos observe curiosa. Fueron solo un par de rounds los que hicieron qué nuestra tarde durase tres cuartos de la jornada laboral y aunque técnicamente yo no tengo un empleo aquí, a mi novio no le fevorecio mucho.
Rainer aún tiene que seguir trabajando, por el contrario, yo he preferido volver a casa para comenzar a prepararme para la cena imprevista que sus hermanos han organizado ahora que están en la ciudad.            

Que su madre este por morirse no impide que ellos se reúnan.

Será en un lugar privado cerca de Beverly Hills, el restaurante de uno de los viejos amigos de Rainer. El supuesto cantante. No dieron más explicación, solo los inseparables Greenwood (Ruel y Rina) colgaron un mensaje enviando los detalles.

-Pasaré por ti antes de las siete, quiero que conozcas a los Daniels antes de que Andrew vuelva a su gira. - Rodea mi cintura, Sonrio, aún lleva su cabello desordenado.

-¿Tiene una banda? - Pregunto con evidente confusión.

-Threeams. - Paso mis manos para acomodarle su cabello. Aprecio que me deje hacer dicho gesto, pues desde que comenzamos nuestra especie de relación, supe que odia que se entrometan con su pelaje.

Trato de hacer memoria y recordar alguna canción de la dichosa banda por la que Remy tiene aprecio, mas no logro llegar a un veredicto. Debe ser de algún género atípico o contrario a lo que yo escucho, así que no me siento mal por no conocerlos.

-Antes solían llamarse Great believe. -abro lo ojos.

Vaya que los conozco... Uno de sus integrantes salió con una conocida de la universidad, lo que me llevó a uno de sus conciertos en zona privada. Recuerdo lo emocionada que estaba por ver tantas personas famosas juntas, debido a que esa noche tenían un par de invitadas especiales: Pamela Anderson, una cantante en ascenso; Cassandra Terrey, la conductora de Enews y LateNight cassie; y Kendall West, la ganadora del Emmy y futuro de Hollywood, según los medios. En ese momento sentía que jamás iba a llegar a donde ella estaban, ahora estoy "casada" con el hombre con el que quieren "emparentar", la vida sin duda da muchas vueltas.

-¿Liv? - Vuelvo en sí, Rainer está pasando su mano de un lado a otro y delante de mí.

-¿Creés que deba arreglarme mucho?- Lo observo a los ojos. Remy frunce el ceño.

-¿A qué te refieres?

-Visitaremos a tus amigos, no quiero ir elegante, pero tampoco informal. - Él rueda los ojos.

-Estaremos un par de minutos en su hogar, solo vamos a planear la fecha del Bautizo y después iremos a cenar con mis hermanos, no es formal, usa la ropa que te compré hace meses. -Hago memoria.

Mierda, sí.

-Bien, creo que es hora de irme- lo abrazo. - Siete en punto.

- Ni uno más, ni uno menos.

Rodeo su cuerpo en un abrazo y me marcho del edificio. Afuera, los guardaespaldas esperan por mí como si fuera lo único que hicieran en el día, aunque técnicamente si lo es.

Por una extraña razón no me apetece conducir así que le pido a Aslan que lo haga por mí. Él Gustoso, se sube rápidamente al asiento del conductor.

Camino a casa me quedo dormida y no es hasta en el momento que Aslan me despierta que vuelvo a la realidad. Bajo del auto y voy directo a mi habitación con Rainer, sin esperar a que Aslan estacione.

Decido no perder tiempo y me sigo hasta la ducha; posterior a ello, salgo y me escondo en el extravagante vestidor que Rainer mandó a remodelar.

En la parte derecha está mi ropa, mientras que del lado izquierdo está la de Rainer. Una de las cosas que más adoro del vestidor es la tecnología. Pues, casi al estilo de «Clueless», hay una pequeña pantalla con todas nuestras prendas ya escaneadas, por lo que puedo armar un conjunto completo y el robot va a proporcionarme la ropa.

Sin sentimientos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora