Capítulo 40 | Rainer.

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El amor nos hace débiles y dependientes, es como si bajara todas tus barreras y arrasara con todo sin importarle una mierda tu propio sentir. No podemos controlar lo que sentimos aún si nos escondemos detrás de una armadura.         

Observo a Olivia dormir sobre mi pecho. Es una acción minúscula que tiene repercusiones muy en el fondo mío, pues me es imposible apartar la mirada de ella. Es tan hermosa que duele y me hace sentir cosas que jamás había sentido por nadie.

¿Qué tiene ella de especial? Me lo pregunté tanto y ahora sé la respuesta. Todo.

¿Por qué si la tengo a ella no puedo ser feliz?

La felicidad nunca dura para siempre, no cuando no eres sincero y en lugar de hacer frente a los problemas eres un puto egoísta de mierda.

Los últimos días no han sido los mejores para mi chica, puesto a que ha tenido que pasar por tanto en tan poco, que va desde la muerte de Myrthe a tener que despedirse de el hermano que acaba de conocer y conectó increíble.

Jacke es un buen hombre y tengo la certeza de que volverá antes de que lo imaginemos.

Levi detiene la camioneta en el estacionamiento de la Villa en donde nos hospedáremos durante tres días. Es propiedad del nuevo novio de Rina, Ross y por ello todos vamos residir aquí y no en el hotel donde solíamos vacacionar de vez en cuando.

Jamás lo diré en voz alta, pero me alegro de que Rina salga con un chico como Ross. Hombre de buena familia, misma edad, sueños y diferente mentalidad. Su historia acaba de comenzar, mas siento que esta vez Rina no le pondrá final.

—¿Llegamos? — Su voz adormilada hace que mi corazón se acelere.
Ella no es consciente de todo lo que pienso, por que si lo supiera jamás dudaría que no la amo.

Caí, tal vez ella lo hizo primero; no obstante, yo lo hice más fuerte.

—Palm Springs, Rati. — Suelta un bostezo.

He pensado cambiar ese apodo.

Rati.

Ella merece algo mejor. Sin embargo, parece agradarle.

—¡Me perdí la estatua de Marilyn Monroe! — Chilla molesta.

La regla no tarda en llegarle, según sus cálculos debe estar un poco retrasada y por ello sus cambios de hormonales son repentinos. Debí hacerle caso a Beck y Rowan, someter a Olivia a un tratamiento hormonal fue lo peor que pude hacernos, pues ahora me causa daño que tenga que pasar por desajustes por mi culpa. A veces tiene sangrado, otras veces sus sentimientos están a flor de piel y otras hace su vida con normalidad a pesar de que ha bajado de peso y su cabello se cae con mayor regularidad.

Planeo hacerme la vasectomia al volver de Japón.

No todos los cuerpos reaccionan igual con los dispositivos, eso nos lo explicó la ginecóloga al volver. Ella rechazó el método, sin embargo, al no volver con el médico no pudimos percatarnos de ello.

Capullo.

Idiota.

Eso y más soy.

Ya no quiero que le hagan más daño.

—Lo siento, yo... No... — Limpia sus lágrimas. — El medicamento no está funcionando y me siento más emocional que antes y...

La hago callar colocando un dedo en sus labios.

—Al volver puedes ir con la ginecóloga o esperarme a que vuelva. — Ella hace un puchero. — Hablaremos con ella para ver si puedes suspender la medicación hasta la consulta, aunque apenas llevas un par de días ingiriéndolo.

Sin sentimientos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora