Capítulo 15| Rainer (reescrito)

4.2K 154 22
                                    

Narra Rainer.


Tras un intenso parpadeo, mis ojos se acostumbran a la luz solar y puedo mantenerme con ellos abiertos. Estoy confundido, como si todo fuera un revoltijo en mi mente y mi cuerpo estuviera cobrando factura.

Alargando el brazo, tomo mi móvil y envío un par de mensajes hacia Rina y Ruel, los cuales ya estaban prescritos en la bandeja de salida. No tengo minina idea de como les haya ido, no obstante, son mis Hermanos, unos Greenwood de sangre y nada que nosotros hagamos puede salir mal.

A mí lado, un pequeño cuerpo me impide dar la vuelta, ya que su espalda me impide girar. De reojo la observo, Olivia aún duerme, así que me regocijo admirandola en silencio. Sus pestañas destacan al ser espesas y alargadas; sin embrago, mi atención va directo a las pecas casa imperceptibles que semejan a las que se encuentran en su espalda. Ella es una obra de arte, algo divino que es digno de admirar aunque no todos sepan apreciar su belleza.

Sus labios rosáceos.

El cingulo del arco de cupido bien marcado.

Su recta nariz estrecha.

Tal vez algún día pueda corresponderle y pueda dejar de fingir un sentimiento que es ficticio. Ella merece alguien que de todo, que no le mienta y yo no puedo darle eso.

Nada es casualidad, no conmigo.

Suspiro.

Meticuloso y sin que ella se percate, subo a la habitación para cambiarme de ropa e ir al gimnasio. He aprendido que nada logra despertarla.

Entreno por dos horas hasta que me siento exhausto y el tiempo se reduce a hora y treinta minutos para saber el veredicto.
De vuelta a la sala, decido no colocarme la camisa, puesto a que después de todo, es mi hogar.

-Buen día. - Saluda ella con una sonrisa desde la barra.

Dinero.

Poder.

Dinero.

Poder.

-Buen día. - Hago mi mejor esfuerzo por sonreir y comportarme.

-Le pedí al Chef que prepare el desayuno para ambos, pero como creí que te habías ido sin que me percatar, lo guardé en la nevera. - Se levanta rápidamente. -Espera lo caliento.


Mi mirada repasa cada movimiento que su cuerpo hace. Olivia trae unos pantalones cortos qué dejan muy poco a la imaginación y que son prácticamente difíciles de admirar.

¿Cuánto ha pasado sin tener sexo? ¿Una? ¿Cinco semanas?

Analizo el alrededor buscando rastro de la mujer de limpieza y al no observarla, me levanto, me posiciono detrás de Olivia y adentro mis manos por debajo de su blusa hasta su busto desnudo.

-Rain...- Su gemido es extasiante.-Rainer, la señora.

-Déjala trabajar.- Saco una mano y coloco un dedo en sus labios.

Hago a un lado su cabello y beso la curva de su cuello. Su olor es demasiada tentación, una mezcla de coco con fresa.
Acerco mi cadera a sus glúteos frotando aún por encima de la tela.

-Rain... -Lamo su cuello y ella se queja entre suspiros, suspiros qué me erizan la piel. -La recuperación...

El calor característico comienza a subir desde mis pies hasta el otro extremo, así que antes de que baje sus pantalones, exijo a la asistente virtual que coloque seguridad en la cocina y cierre la puerta que crea una barrera entre la primera plaza y el segundo piso.

Sin sentimientos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora