8

306 21 3
                                    

1 de Agosto del 2021

Mañana entraba de regreso a clases y lo que menos esperaba era salir con Elías. 

No quería salir con él pero después de que me insistió tanto, me llamo y me mando millones de mensajes, termine aceptando. 

Estaba cómoda en mi cuarto, aun con mi pijama pero me tuve que levantar a bañar para poder arreglarme, no se porque tanta insistencia pero esperaba a que fuera rápido. 

Me seque el pelo para después peinarlo y que naturalmente se formara lo ondulado de mi pelo, abrí el closet y observe la ropa que tenia. 

Mire por la ventana y note que había sol con algo de nubes, volví a el closet para agarrar una falda morada y un top blanco, me puse todo para después ponerme mis tenis y agarrar una mochila pequeña negra donde metí cosas básicas y mi celular. 

Él iba a pasar por mi así que me dio tiempo de buscar comida en la cocina, mis papás no estaban ya que habían ido a un viaje porque probablemente mi papá podría expandir las heladerías. 

Escuche el sonido de una bocina y cuando mire por la ventana de la cocina note que había un auto rojo. 

Sali de mi casa para después cerrar y meter las llaves a mi mochila, espere a que Elías saliera pero como no lo hizo, camine a el auto donde entre y lo vi a él mirando la carretera. 

Me voltea a ver —Te vez muy bonita 

—Gracias, ¿A donde vamos a ir? —pregunto nerviosa 

—A pasear o si quieres nos quedamos en tu casa 

—Vamos a la playa entonces —digo y él suelta una risa pero no dice nada al respecto. 

Prende el auto y empieza a manejar a la playa, observo por la ventana todas las tiendas que pasamos o los autos que él rebasaba. 

Al llegar a nuestro destino, los dos bajamos y cuando vi que tenia intenciones de agarrar mi mano, acelere un poco para que no la pudiera agarrar. 

—¿Te gusta la playa? —pregunta alcanzándome 

—Si, me gusta mucho 

—A mi no, prefiero ir a otro lado

—La playa te transmite tranquilidad 

—Detesto el sol pero debo admitir que es hermoso —dice y al instante me detengo. 

—¿Odias la playa pero te gusta el sol? —pregunto con tono divertido

—El sol es hermoso al igual que tú —borro lentamente mi sonrisa y retrocedo cuando él se acerca—, eres como un pedazo de sol, hermosa y lo que necesito para vivir. 

Eres un pedazo de sol insoportable.

Las palabras de Arán invadieron mi mente al instante que escuche el apodo estúpido que me había puesto él. Arán me había puesto ese apodo porque para él era insoportable y que Elías me diga lo mismo pero diciendo que era hermosa... me hacia sentir extraña. 

—Supongo —fue lo único que dije 

—Desde ahora eres mi pedazo de sol, tu puedes ponerme un apodo pero el tuyo ya es ese. 

Seguimos caminando pero ahora yo tengo el ceño fruncido, ¿en serio me diría así? 

Ambos seguimos caminando hasta que llegamos a la orilla de el mar donde la brisa chocaba contra mi cara haciendo que sonriera para mi misma. 

Me quite mis tenis al igual que mis calcetas y cuando voltee a ver a Elías note que me miraba extraño. 

—¿Qué pasa? 

En las tardes de un veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora