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1 de septiembre del 2021

Sería difícil contarles la verdad a mis amigas, pero era necesario ya que no se me ocurría como terminar con Elías y lo que quería era el apoyo de ellas por lo que las había invitado un helado para poder contarles. Ellas estaban sentadas mirándome mientras yo le servía a cada una su helado favorito y mientras que Arán estaba sirviendo otros helados para otras personas

—¿Ya terminaste con Elías? —escucho que me pregunta Arán recibiendo el dinero de parte de un chico después de entregarle dos vasos con helado

—Quiero que mis amigas me apoyen

—¿Y saben la verdad?

—Por eso están aquí —lo volteo a ver—, les contaré

—No quiero que termines a Elías por mí, si él te hace feliz lo aceptaré

Suelto una risa —No lo estoy terminando por ti, egocéntrico

Sonríe —¿Cómo qué no?

Niego con la cabeza y me voy con mis amigas entregándoles su helado a cada una, ellas al instante me sonrieron y empezaron a comerse su helado mientras que me senté enfrente de ellas para después voltear a ver a Arán que solo me sonrío

Al principio se me hacía raro verlo sonreír, pero ahora se me hacía más raro que no sonriera ya que cada que entraba me recibía con una sonrisa la cual me hacía feliz todo el día. Arán en pocas semanas se había convertido en una persona demasiado especial que me dolería mucho perder

—Invítanos más seguido —dice Fer para después mirar a Arán—, su amigo no me ha hablado en varios días

—Si no te busca es porque eres mucha mujer para tan poco hombre

—Ariadna —la volteo a ver y ella solo alza sus hombros

—Si Elías te deja de contestar mándalo al carajo

—De hecho —ellas al instante dejaron su helado y me miraron esperando decirles—, han pasado demasiadas cosas desde el partido y no les había dicho nada porque tenía miedo de como reaccionaran

—¿Qué tanto ha pasado Elisa? —pregunta Ariadna mientras va frunciendo el ceño lo cual no me agrada del todo ya que ha utilizado mi nombre completo

—Es complicado porque les tendría que explicar varias cosas, pero...

Me interrumpe —Cuéntanos, por eso somos amigas

Suspiro —Me bese a Arán y creo que me gusta

El silencio al instante se apropió de nuestra mesa y lo único que escuchaba era la música que Arán estaba poniendo en la heladería. Llegó un momento en el que Ariadna me dejo de mirar y volteo a ver a Arán para después mirar a Fernanda que me seguía viendo sorprendida

—Págame

La miro confundida y solo veo como Fernanda la voltea a ver mientras suspira y le da dos billetes

—Siempre tienes razón

—Dime algo que no sepa —sonríe y después me voltea a ver a mí—, tienes que terminar con Elías si te gusta Arán

—No lo grites —susurro mientras siento la mirada de Arán sobre mí y un escalofrió recorre mi cuerpo

—Sabe que estamos aquí por esa razón así que no veo el problema

—Es que aún no se si me gusta

—Aunque esa —habla Fernanda—, tienes que terminar con Elías

En las tardes de un veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora