En las tardes de un verano

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14 de septiembre del 2021-Arán

Mi mamá siempre me ha dado muchos consejos desde que tengo memoria, pero uno que siempre me ha recordado fue que el tiempo es valioso, que el tiempo no se compra y lo único que podemos hacer es no desperdiciarlo

De pequeño no me importo ese consejo, me daba igual que el tiempo llegará o se agotará porque era un niño y pensaba que era eterno, que tenía demasiado tiempo y era verdad porque lo disfrutaba demasiado para ser un niño, pero ahora pensaba diferente ya que había conocido a Elisa y sentía que la conocí ayer cuando la realidad era otra

No supe como disfrutar mi tiempo con ella y ahora tendría que esperar hasta diciembre para poder verla de nuevo, pero aún así no me quería quedar callado y mi mamá me dio la razón cuando me recomendó que le dijera lo que siento antes de que ella se fuera para que ella pudiera pensar en nosotros durante su tiempo allá

Ella me recomendó que fuera en un lugar simbólico para ambos, pero el problema es que no tenemos un lugar especial, siempre nos hemos visto en la heladería, en su casa o en mi casa... la playa era el único lugar que nos importaba a ambos... tal vez no me agrade mucho la arena y el sol, pero los mejores momentos los habíamos pasado en la playa así que ese lugar era donde le diría lo que siento.

Mi mamá me ayudó demasiado para poder organizarlo, ella buscó el sitio perfecto y era detrás de unas rocas enormes donde tendríamos privacidad y el mar estaba enfrente, también me ayudó a elegir la comida y lo más importe... me ayudó a escribir lo que le diría porque estaba seguro que no podría decírselo sin que me trabará.

Me desperté demasiado temprano y lo único que podía pensar era en lo que podría pasar esta tarde, quería que saliera bien este día y mi mamá me estuvo animando demasiado hasta que le llamé a Elisa para confirmar que se sintiera bien hoy porque no quería que se sintiera mal, pero ella me dijo que todo estaba bien, que nos veríamos hasta la tarde y se despidió con un te quiero

Con ese te quiero me daba más motivos por los cuales pensar que Elisa era la chica de mis sueños. Ella era tan atenta y linda con los demás, pero conmigo era diferente y me hacía sentir demasiado especial, era mi pedazo de sol y no la quería perder

—Buena suerte, hijo —escuché como me dijo mi mamá desde la cocina

Agarré mi patineta —Gracias mamá, vendremos a casa hasta la noche

—Ten mucho cuidado

—Adiós —abrí la puerta para poder salir, pero antes de cerrar escuché un te quiero de parte de ella el cual respondí con un yo igual

Me puse mi mochila con mucho cuidado ya que ahí era donde estaba todo lo que iba a necesitar para esta tarde.

Estaba demasiado feliz y emocionando que no me percate que ya iba a llegar a la playa, solo tenia que cruzar el semáforo que se acaba de poner en verde por lo que avancé más rápido para poder llegar a la playa solo que caí cuando sentí el impacto de algo

Dolor fue lo siguiente que sentí, dolor en todo mi cuerpo, pero se concentraba más en mi pierna derecha. Lo siguiente que sentí fue un sabor a hierro por lo que imaginé que era sangre

No podía creer que me estuviera sucediendo esto. Mierda

—¿Esta muerto? —escuché que alguien dijo, pero no reconocí la voz

—Idiota, lo mataste

—Llama a una ambulancia inútil

Una ambulancia... si... eso era lo que necesitaba ahora mismo. Ellos me podrían levantar y me ayudarían a llegar antes de que Elisa llegará... ellos iban a solucionar esto antes de que la noche llegara

¿O ya era de noche? Porque la oscuridad llegó antes de que la noche apareciera y no volví a escuchar alguna voz o el sonido de la ambulancia.

[...]

Elisa

No sabía que vestido ponerme, no encontraba ninguno que fuera el indicado a este día porque presentía lo que sucedería esta tarde y estaba demasiado ansiosa por que llegará la hora en la que nos viéramos

Elegí un vestido café que nunca me había puesto, pero que mi abuela me había comprado y creo que era el momento adecuado para utilizarlo, aunque también quería saber si tendría que llevar ropa extra o algo más por lo que le marqué a Arán sin obtener una respuesta

Le marqué por segunda vez y tampoco obtuve una respuesta de parte de él por lo que dejé mi celular aún lado y me empecé a maquillar mientras él me devolvía la llamada hasta que sonó mi celular, pero no era Arán... era su mamá

Contesté al instante —¿Bueno?

—Elisa... Arán...

—¿Qué sucede con Arán? —pregunté

—Arán sufrió un accidente —mi corazón de detuvo— y esta en el hospital ahora mismo

Demasiadas cosas pasaron por mi cabeza, pero lo único en lo que me enfoque era que tendría que estar ahora mismo con ella para ver el estado de Arán —Ahora voy

Colgué y tomé los primeros zapatos que vi para bajar y entrar a la cocina donde estaba mi mamá preparando comida para mi papá

—¿Qué tienes hija?

Me aguante las ganas de llorar —Por favor llévame al hospital

Ella al instante frunció el ceño por la petición que le hice, pero traté de explicarle lo que me dijo Lidia y accedió a llevarme al hospital donde se encontraban ellos

Durante todo el camino no deje de pensar en cómo estaría Arán ahora mismo, pensé demasiados escenarios y solo había uno del que tenia miedo y era que él estuviera muerto

Por favor Arán, resiste

Estaba con la ilusión de que iba a entrar al hospital y vería a Arán con unas cuantas heridas o incluso con el brazo o el pie vendado, pero esa esperanza se perdió cuando entré y solo encontré a su mamá sentada en una banca

—¿Dónde esta Arán? —fue lo único que pregunté cuando me acerqué a ella, pero no me respondió y solo se levantó para poder abrazarme—. Él esta...

Hice una pausa sin poder decir lo que tanto temía

—No, por suerte él no esta muerto —se separa de mí—, pero si esta muy grave

Suspiro —¿Lo están operando?

Asiente con la cabeza —Tiene el pie roto —suspira—. Esto será demasiado complicado para él porque no sé si podrá jugar basquetbol después de esto

—¿Esta consciente?

Niega con la cabeza —Cuando me hablaron del hospital me dijeron que lo encontraron inconsciente, pero con un pulso débil

La volví a abrazar y poco después escuché como empezó a llorar y mis lagrimas también aparecieron. No quiero que le pase nada a Arán, no quiero que muera sin antes vivir juntos

—No puedo creer que no pude hacer nada para detenerlo, talvez si yo lo llevaba a la playa... él no...

—Fue un accidente

No sabía cómo había ocurrido y ni siquiera quería saber lo que ocurrió por lo que me alejé cuando un doctor le habló a Lidia y se tardaron un poco lo cual me preocupó y empecé a sobre pensar sobre el estado de salud de él

No me dejes Arán

—Elisa —voltee a verla al instante—, esta mejor

Sonreí y suspiré de alivio

—¿Ya salió?

Asintió con la cabeza —En unos minutos nos dejaran verlo

Casi todo mi miedo desapareció. Él ya estaba mejor y yo estaba ansiosa por verlo de nuevo

[...]

ig: yaretzirgarcia