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23 de agosto del 2021

Estaba enfrente de la casa de la madre de Arán con un plato el cual tenia galletas de chispas de chocolate que había preparado hace unas horas. Le había traído galletas a su madre por dos razones; me agradó mucho y quería ver a su hijo para darle ánimos ya que mañana tendría un partido y quería ir a verlo.

Tome el plato con una sola mano para poder tocar la puerta y unos segundos después su mamá fue la que me recibió con una sonrisa, acompañado de un abrazo y un beso en la mejilla. Ella me agradeció por las galletas y ambas fuimos a la cocina donde me sirvió un vaso con leche para que comiera galletas.

No sabia como hacer galletas y lo busque en internet, aunque no sabia que estaba haciendo al final me quedaron... me quedaron al menos cocidas que es lo importante.

—¿Y Arán? —pregunto mientras agarro una galleta y la sumerjo en mi vaso con leche

—Se fue con Zack a entrenar para mañana —responde

—¡Oh! —volteo a la ventana y veo un pequeño ramo de lavanda —Que bonitas flores

—Me las trajo Arán, él sabe cómo me encantan las lavandas —sonreí por el gesto ya que no sabia que él fuera así

—Que lindo detalle

—Lo he tratado de educar bien y creo que lo estoy logrando, por eso es que me enfado cuando se pelea con Elías

—¿Cuándo es el cumpleaños de Arán? —cambio de tema y que se que no le gusta mucho ese tema a Arán y tampoco a mi

—El 2 de octubre ¿y el tuyo?, linda

Sonrío —Fue el 10 de julio

Noto al instante su sorpresa —No sabia

—Ese mismo día fue que conocí a Arán —sonrío recordando un poco

—No sabia eso, pero que lindo

—¿Ira mañana a su partido? —pregunto cambiando el tema

—Si, pero llegaré a medio partido ya que tengo que esperar a mi esposo para poder ir los dos... por cierto, Arán me había comentado que te gustaban las plantas y flores

—¡Oh! Si

—Ven —se levanta haciendo que yo igual me levanté para ir con ella.

Abrió una puerta de vidrio que daba a su patio trasero en el cual al salir vi demasiadas plantas de diferentes tipos, así como igual flores y un pequeño árbol cerca del barandal de madera que dividía de las demás casas.

El cielo estaba cubierto de nubes grises las cuales indicaban que pronto iba a llover, el aire estaba un poco frio y yo llevaba un vestido de flores rosa con un fondo negro que llegaba un poco arriba de mis rodillas mientras que Lidia, la mamá de Arán llevaba un lindo vestido largo de un color mostaza.

—Este es mi lugar favorito —habla —aquí vengo y me siento para poder relajarme y pensar —señala unas sillas de madera las cuales estaban enfrente de la pared blanca de la casa

—Es muy lindo su patio —digo

—Ven —empieza a caminar a las sillas en donde se sienta en una y me hace una seña para que valla

Le hago caso y voy con ella para poder sentarme alado de ella, Lidia solo se recuesta en el respaldo y cierra los ojos.

Las sillas estaban un poco inclinadas, pero no tanto como una cama lo cual me gustaba e hice lo mismo que ella. Ambas nos quedamos en silencio generando un tranquilo ambiente hasta que empecé a sentir pequeñas gotas impactando mi cara lo cual hizo que abriera los ojos y volteara a ver a Lidia que seguía con los ojos cerrados.

En las tardes de un veranoWhere stories live. Discover now