II

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Troy, en su afán de entrenar sus habilidades sociales, decidió explicarle a Nick, su amigo, cómo pasaban los veranos su hermano, su padre y él cuando tan solo era unos niños.

Mientras Jake se escondía, huyendo de su hermano tras los árboles cercanos a un lago azul con tintes turquesas y/o hierbas verde claro a su alrededor, Troy busca rápida e ingeniosamente a su compañero cual cazador desesperado por dominar la situación, siendo estos niños el contraste, además de ejemplo, entre el cobarde y el valiente. Parece una analogía un poco injusta, mas no lo es. Desde una temprana edad estos pequeños han padecido bastante, y momentos como estos muestran su forma de afrontar la crueldad del mundo. Cuando uno apaga la consciencia y deja salir al animal que lleva dentro, emergen las aves o emergen las bestias.

Nick escucha las palabras de su amigo con suma atención ya que últimamente está convencido de que poco a poco va ayudándolo a sentirse mejor consigo mismo y por ende, mejor con los demás. El castaño oscuro tiene fe en el otro hombre que a su lado, fuma un cigarrillo al mismo tiempo que habla de su niñez. Parece incluso nostálgico, se está abriendo a una persona tras mucho tiempo de cerrarse en banda, hasta que menciona al señor Otto apareciendo en escena. Ahí es cuando Troy apaga ese pequeño brillo en su iris, cuando su mirada se baja instintivamente, cuando un suspiro pesado hace que su pecho suba y baje lentamente. En ese instante se deja ver su vulnerabilidad y la evidente mella que su padre le ha hecho. Se ve que lo que tiene de cazador, su exterior, en realidad es un obvio escudo de una presa fácil del miedo y la desconfianza.

El joven Otto se detiene al hablar de su padre. No quiere revivir nada, prefiere ser cobarde y olvidar o pretender que la inmunidad yace en él. Nick sabe que a pesar de evitar el tema, le sigue afectando. No tiene ganas de indagar, pero necesita ayuda.

"Troy..."

Clark dice el nombre de su amigo en un susurro discreto para todos, excepto para ellos dos. Si bien no ha habido mucho diálogo ya que el mencionado ha escuchado el noventa por ciento del tiempo, pero aun con la escasez de palabras por su parte, el otro sabe por qué le está llamando.

La escena es la siguiente; ambos hombres están apoyados en una verja de madera, compartiendo tabaco. Es de noche y está fresco. Como bien he mencionado, Troy ha apagado el cerebro, pero tonto no es. Se asegura de que no haya nadie mirándolos discretamente y apoya su cabeza en el hombro de su amigo a la vez que entrelazan sus manos. Para ambos, esto es una gran muestra de confianza pero Nick tiene la guinda de este pastel.

"Oye, ven a mi cuarto."

Clark siente como el otro se ríe.

"Estás muy atrevido."

Responde Otto con cierto tono no muy inocente, aun salpicado por
tristeza.

"NO, no para eso..."

Nick está rojo, pero su aclaración sólo hace que Troy se ría más fuerte y con más alegría. Un poquito más.

La cosa sigue y termina en el primero yendo de la mano con el segundo entre risillas poco escandalosas, notorias pero no tanto. El castaño abre la puerta y la cierra cuando el rubio pasa tras de él, rodea su pecho poco a poco, hasta volverlo un abrazo suave. Nick no lo siente como una invasión, mientras que Troy trata de acostumbrarse. No quiere apartarlo de un empujón y llamarle marica, porque eso quiere dejarlo atrás.

"Oye, vamos a dormir ya... Necesitas descansar."

"Nicholas, no eres mi madre."

"Ya, yo nunca te dejaría a la deriva."

Silencio. Tiene razón y por ello una punzada en el corazón viene al cuerpo del más alto.

Ambos están quietos hasta que el greñudo retrocede a la cama, aun abrazado a su amigo, el cual se deja llevar sin mayor problema.
Esa noche ambos se acurrucaron con mimo -más por parte del joven Clark- y Troy acabó dormido en el pecho del otro, usándolo como una almohada suave y mullida, a pesar de que su complexión sea delgada. Ambos durmieron muy bien.

𝙾𝙽𝙴𝚂𝙷𝙾𝚃𝚂 | 𝙽𝚒𝚌𝚔 𝙲𝚕𝚊𝚛𝚔 𝚡 𝚃𝚛𝚘𝚢 𝙾𝚝𝚝𝚘Where stories live. Discover now