IV

217 24 7
                                    

Están en el balcón de un piso, en un bello edificio abandonado, con el cielo estrellado de fondo, la temperatura es cálida y la brisa fresca.
Sí bien es irresponsable tomar alcohol en una situación peligrosa como lo es un apocalipsis, pero por acabar con seis cervezas con no tantos grados no pasa nada.
Troy está relajado, ya que desde que su padre fue asesinado hacía ya tres semanas, los recuerdos de su abuso no le atormentaban tanto como antes.

“Oye Troy, ¿Tú eres creyente?”

No, pero prefiero evitar pensar en Dios porque iría al infierno.”

Ambos comparten una risa
discreta.

¿Por algo más que matar, ser iracundo y negar al señor?”

Las risas vuelven, un poco más acentuadas. Nick pregunta porque el viejo Otto era católico, y su hijo tenía más pinta de diablo.

“Tú cállate, yonki. Además, también caería por lascivo.”

Las carcajadas se hacen presentes.

¿Has visto lo bien que hablas ahora que te juntas con el yonki?”

Dice Nick, y a continuación se dan codazos no muy agresivos (par alo que son ellos). El joven Clark sigue hablando.

“Imagino que te habrás tirado a más de una, digo; eres alto, fuerte, guapo, sano...”

“Señor Clark, cada día me sorprende más.”

“¿Por?”

Troy ríe por lo bajo. Tiene ganas de seguir dándole manija.

Te parezco guapo. Eso no es muy heterosexual por tu parte.”

“Es que no lo soy.”

“¿Qué?”

Se hizo el silencio. Nick agarró otra cerveza, la abrió, pegó un trago y miró hacia adelante como si nada.

No eres el único raro...”

El castaño se atragantó, y no solo por la homofobia explícita. Sí bien ya sabía que Troy es brusco para hablar en general, no podía esperarse menos de él. Preguntó después a qué se refería.

“Digamos que prefiero... El cabello poco largo, hacia atrás. Que mida  menos que yo pero que tampoco sea un enano, que parezca un pordiosero, que me haya salvado de una expulsión —”

Nick le corta besándole repentinamente. No es la primera vez que se insinúan, habían tenido sus momentos, pero nunca tan desinhibidos como ahora. No se anda con rodeos, se gustan, están borrachos y solos. Troy se deja mimar por Nick, cuando este pasa las manos desde las mejillas, bajando por el cuello con delicadeza, dejando que la piel roce creando una sensación única, cercana y bella.
Finalmente Nicholas se separa de Troy, regresándole a la realidad. Los ojos de Otto conectan con los de su amigo con ilusión, con esa chispa de enamoramiento tan latente en su iris. Lo que pasa es que falta inocencia en las pupilas de ambos hombres, ya que una luz en su libido se había encendido. Unos segundos después Troy sentía adrenalina, ya que hacía años que no tenía contacto romántico con otro chico. Algo en él, quizás la desesperación o quizás la emoción, reventaron.  Agarró a Nick por los hombros, lo empujó con bastante agresividad hacia el interior del edificio, concretamente a la cama de la sala, a lo que el otro respondió con total sumisión. Troy se posicionó sobre el otro con obvias intenciones.

“¿Qué planeas hacer?”

Habla el menor, teniendo un momento de lucidez.

No lo sé, no estoy pensando.”

“¿Sabes que no pienso usar saliva como lubricante, no?”

El joven Otto se puso rojo mientras que su ahora amante se reía. Tener humor en situaciones así, siempre viene bien.

𝙾𝙽𝙴𝚂𝙷𝙾𝚃𝚂 | 𝙽𝚒𝚌𝚔 𝙲𝚕𝚊𝚛𝚔 𝚡 𝚃𝚛𝚘𝚢 𝙾𝚝𝚝𝚘Where stories live. Discover now