Lena & Supergirl. Una historia pokémon.

8. Celos mutuos.

Kara estaba de vacaciones de su trabajo como superheroína e investigadora de L Corp, por algunos días. Cosa que no le gustaba, debido a que no tendría nada que hacer y eso la aburría terriblemente.

Podría ir a Midvale, en la zona Alola, ir a su rancho y pasar un rato con sus pokémon. O ir a la isla donde llego al planeta, estar con su amigo Mewtwo unos días, pero no quería dejar sola a Lena.

Estaba horneando las famosas galletas de doble chocolate de Alfred Pennyworth, aquellas galletas eran legendarias entre la liga de la justicia, las comió varias veces cuando fue entrenada por Diana y Bruce.

Suspiro al oler que por tercera vez se le quemaban en el horno. Saco las galletas, enojada y las tiro a la basura. Sería mejor volar a Gotham y pedirle una docena al amable hombre.

Siempre había en la mansión Wayne. La esposa de Bruce, Selina, era una fanática del chocolate, Alfred siempre las horneaba para ella y los jóvenes pupilos de Bruce. Saltó cuando escucho la puerta cerrarse.

-¿Estas tan deprimida para hornear?- preguntó Lena entrando a la cocina, siendo seguida por Oísin.

Argo gorgojeo contento, volando al hombro de la pelinegra, el pequeño Rowlet había agarrado mucho cariño por la CEO. La ojiverde acarició con cariño el plumaje del pokémon.

-Sólo tenía antojo de unas galletas de doble chocolate- hizo una mueca frustrada -Es demasiado temprano para que este fuera del trabajo-

-Verás, recibí una invitación por Jack Spheer a la presentación de su nuevo producto- comentó algo nerviosa a la rubia.

-¿Y qué pasa con eso?- preguntó sin entender cuál era el problema.

-Él y yo fuimos amantes en el pasado. No terminamos bien cuando decidí ser CEO de L Corp y venir aquí a dirigir la empresa- explicó observando las actitudes de Kara.

-¿Quieres que te acompañe a esta presentación como apoyo?- sonrió enormemente, aunque por dentro se estaba muriendo de celos.

-Me encantaría- sonrió enormemente a la rubia.

Kara se quitó el mandil con el que estaba cocinando. Corrió a su cuarto para ir por una chaqueta en compañía a Lena en la plática.

...

Aquel hombre estaba hablando sobre la nueva tecnología de nanobots que se utilizaría para la salud. Spheer estaba anunciando que el primer lugar donde serían utilizados sería National City.

A Kara por una razón no le gustaba el científico, ni le parecía confiable. Estaba anotando todo lo que él estaba diciendo sobre los beneficios que traería su producto.

-Nunca pensé que lo lograría, cuando lo deje estábamos trabajando en esto- susurró emocionada Lena a Kara.

La rubia puso los ojos en blanco, ante la mirada melosa que tenía la pelinegra ante el hombre que estaba hablando.

-¿Alguna pregunta?- sonrió al público cautivado.

-Doctor Spheer, esperó que su producto este aprobado por la FDA. Sí su empresa está en Metrópolis, ¿por qué aquí?- pregunto sospechando las malas intenciones del hombre.

-Este producto es cien por ciento seguro, paso por todas las etapas para ser lanzada al público general. Quiero que sepan que este es el futuro de la medicina en el mundo- sonrió emocionado.