〔 37 〕

667 75 3
                                    

La indecisión parecía marcarse completamente en mi frente, realmente así se sentía y parecía serlo. Al menos así parecía que era reflejada para los ojos divertidos de aquel lobo de ojos dorados. Cerré los ojos buscando tiempo para pensar, que la penetrante mirada de Maxam no era nada fácil de ignorar, por lo que en cuanto pude relajarme ligeramente, suspiré pero eso no me evitaría ni haría que el ardor en las mejillas fuera tan insistente. «¿cuándo fue la última vez que me había sonrojado tanto?»refutó para si misma.

-Solo estaba... Pensando en cómo conseguir lo que todos esperan de mi.

Aquello fue lo primero que pude decir ante tanta escena fantasiosa que mis ojos podían ser testigos aquella tarde del sábado, ni siquiera habíamos llegado a domingo y ya estaba teniendo una tarde muy alucinante.

«Yo no espero lo mismo que los demás, yo creo en lo que eres capaz de ser, no especulo... Sé cuán brillante eres.»fueron los pensamientos que invadieron el silencio y conexión que teníamos en aquel pequeño lugar subterráneo.

El alivio era cada vez más penetrante y más grande conforme más me expresaba frases que contenían tanta sinceridad que me era totalmente imposible no sentir el ardor en mis mejillas. Ahora podía ser, poco a poco, claro, consciente de cuánto Leona sabía de mi. Prácticamente me había visto en pañales hasta lo que soy ahora, y era muy consciente que nada se le escapaba porque Leona siempre había sido sobreprotectora e igualmente su compañera de aventuras a donde sea que fuera.

-Gracias...

Sé que mis palabras podían sonar toscas o cortas, tal vez hasta inclusive frívolas, pero me sentía tan coibida de ser parte de un mundo tan hecho cuento de fantasía, que aún no podía asimilar mucho de lo que ocurría. Y una de esas era: «¿Cómo se supone que bañas a un lobo de cuádruple del tamaño normal de un lobo promedio, en una termal tan poco profunda?»

Por ende, traté de recordar como era el método más cerca con el cual tenía conocimiento desde los baños de limpieza que hacía para mi pequeña husky durante todos sus ciclos de vida. Siendo así, como mi experiencia me guió a quitarme la campera que tanto me gustaba y el jeans que siempre usaba para salir a donde sea que fuera, juntos a los zapatos y medias. Y aunque supiera que la intimidad y vergüenza podían ser neutralizadas para este contexto, debido a que prácticamente Maxam&Leona siempre me habían visto cambiar de ropa o vestirme, debido a que claro, mi mente torpe y tonta decía que las mascotas no tenían nada que no pudieran saber de su dueño. Pero aun sabiendo eso, cabía un poco de pudor que aún me hacía padecer fuertemente la vergüenza y timidez en mi cuerpo, sentía perfectamente como temblaba y mi corazón daba palitos acelerados ante lo que se aproximaba.

«Es un gran honor deleitarme con su belleza, mi pequeña Luna. ¿Que procede ahora?» preguntó Maxam una vez más con total delicadeza.

Había reunido fuerzas de sabe quién dónde, para llevar casi cerca de la puerta la vestimenta que no usaría por momentos, y mis zapatos lejos de lo que podría ser el baño más campal que había tenido desde hace meses, cuando había bañado a Leona en Phoenix, que ya hacía mucho de aquella vez, en la que tenía pinchos por doquier.

-Procede a que te metas al agua y me salga no se de donde una cubeta. ¿O acaso puedes reducir tu tamaño? -pregunto con cierta actitud desafiante.

No tengo idea de porqué, pero de alguna manera parecía que aquello podría pasarme factura ante la sensación de haberlo dicho, por que el disgusto no tardó en reflejarse en la nariz arrugada.

«¿Realmente es necesario?» preguntó con cierto desgaste en el tono de voz ronco.

-Pues... ¿Ves que tenga tamaño de bañarte como aquella vez en Phoenix? -pregunto mientras entro con cierta incertidumbre al agua.

Instantáneamente quedo maravillada ante la sensación que mi cuerpo enseguida adopta, el alivio que ocasiona la temperatura. Veo como Maxam baja la cabeza y sus orejas también, como si hubiera caído en haber dicho que pareció regaño, aunque la verdad lo había dicho con cierta ironía. Sin embargo, me sorprendo en cuanto me vuelve a observar pero esta vez con un brillo especial y llena de picardia.

«Lo haré, pero solo si luego me dejas disfrutar esta experiencia tranquila, junto a ti. Primero yo, luego mi querida Yin»propuso.

Aquello sin lugar a dudas me trajo más duda. Por lo que, me aparto ligeramente de la orilla para llegar al centro de aquella fosa de agua, para luego ver como el tamaño disminuye ligeramente a un tercio de lo que era pero sigue siendo descomunal.

-Bien, pero... ¿Que acaso no lo estás haciendo ya? -pregunto confundida accediendo a la propuesta, sin entender bien a qué, pero de algo estaba segura que si lo rechazaba ninguna respuesta obtenía de lo que había ocurrido con ellos para que llegasen así de lastimados.

Maxam inmediatamente nadó hacia ella, y pude empezar a limpiar aquella sangre seca suya, junto al polvo que parecía haber adquirido de alguna pelea campal. Remojando su pelaje al ir formando un pequeño pote al apegar las manos, mojando una y otra vez con detalle de limpiar cada punto que pudiera ver.

«Quiero ser el primero en abrazarte, mi pequeña Luna. En ser el primero en devolverte este gran favor...» explicó a detalle su propuesta sin ninguna molestia.

-Pero... Si esto yo lo estoy haciendo con gusto, claro, no es como las o-otras veces... -respondo totalmente avergonzada, pero por algún motivo mi corazón se sentía super querido.

Cada vez que escucho la palabra «pequeña», sentía como era envuelto en una sensación de protección y amor tan plenos y puros.

«¿Esos latidos quieren decir que si?» pregunta como si fuera un pequeño descubriendo algo maravilloso.

-S-si...

«Gracias por el honor, solo no te asustes cuando nos veas. Yo podré lidiar con el castigo de Yin, así que... No te preocupes por el resto, solo date tiempo para comprender y entender porque somos diferentes mas de lo que has observado, mi pequeña Luna» admitió totalmente feliz, se lo notaba y no entendía porque podría tener castigo a lo que podría llevarse de sorpresa con la propuesta.

Siendo así como sin mucha dificultad, pudo dejar blanco nuevamente el pelaje albino de su lobo favorito, y caer en cuenta que ahora ella era la que tenía el agua manchada en su ropa, al igual que el aroma sin embargo, su cuerpo no respondía en salir del agua termal por lo relajado que había optado por estar sus músculos.

«Muchas gracias por tanto aprecio y amor, ahora me corresponde a mi, ser quien le otorgue el mismo favor. Prometo cuidarla y ser absolutamente respetuoso.»agradeció totalmente relajado, suspirando y poco después, una suave luz iba dejando paso una silueta humana.

Poco a poco, la silueta fue dejando paso a ver una melena albina mojada y larga, una piel tan clara casi como la de caucasiano, pero no similar. Casi como la piel de algún menonita, parecía facciones femeninas mientras que el porte se notaba perfectamente que era una mezcla de hombre y mujer, porque ahora podía ver como el cuerpo femenino carecía de pecho, casi no se notaba la diferencia. No había ningún bello pero sí que había musculatura lo suficiente y necesaria para facilitar el siguiente movimiento. El cual dejó totalmente alucinada su mente y cuerpo, al sentir la temperatura temblada pero fresca en donde más parecía necesitar que era justo en su espalda y nuca, porque parecía haber abusado con la temperatura del agua termal.

-Creo que no me siento... Tan bien.-lo dijo como si su voz estuviera lejana y bajo sus pies todo parecía la nada.

-No te preocupes, me haré cargo de cuidarte como siempre debió haber sido, mi pequeña Bella. -correspondió la voz ligeramente ronca sonando casi como un ronroneo desde el pectoral que la refugiaba en aquellos brazos y aquella pose de princesa en apuros.

Maxam ahora se haría cargo de hacer sentir bien a su Luna, porque había empezado a diluir su estado de celo, y sin lugar a dudar, disfrutaría cualquier tipo de roce que su Luna fuera capaz de dárselo en esta forma. Porque en la otra, le causaba asco sin duda alguna. Ahora sería su enfermero, su protector y el hombre que necesitaba en estos momentos en el que parecía sufrir de insolación por el fuerte cambio de temperaturas que su cuerpo había sentido.


━━━━━━hellooou
Al fin, después de tanto tiempo, el primer encuentro en estado físico y humano se deja ver frente a Bella. ¿Que ocurrirá en el próximo capítulo? ¿Que tal les ha parecido?

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora