Isabella Swan, Mi Luna

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-Después de siglos esperando la milagrosa noticia, al fin la madre Luna nos concede el honor de anunciarles como se debe, a la Luna y Reina de la Manada Ginonix. Quién velará, luchará y protegerá a Forks a lado de nuestro Alfa Ginonix. -empieza a decir el padre cabecera de anunciar dichos datos a la manada. Podría tomarse como un sabio que se encargaba de sentenciar la legalidad de un hecho, para luego estar escrito a pluma sobre un pergamino mágico la unión de dos seres frente a la Manada.

-La Luna de la manada es una igual, una persona que nos ayudará en lo que no pueda aconsejar nuestro Alfa, donde necesitemos discreción o calma para proceder a caminar por nuestras decisiones serias en esta vida. Ella sabrá calmar a la bestia e intranquilidad del Alfa, y en el futuro, será la encargada de darnos el obsequio de ver cachorros de nuestro querido Rey Elegido. Recordad que la Luna tendrá sus limitaciones, pero es el corazón cortés, taciturno y justo quién los guiará de hoy en más, manada Ginonix. -expresó con una voz fuerte, firme y solemne de respeto hacia la Luna. Quién permanecía a lado del Alfa Albino, con una expresión de emoción brillosa en la mirada, aunque la mano izquierda la tenía tomada con su Alfa, quien suavemente acariciaba para calmar sus nervios.

-¿Queréis que el Alfa goce de felicidad, de amor, estabilidad y aventuras nuevas como vosotros lo han trazado de igual manera con sus Mate? ¿queréis que la libertad de expresión, los buenos deseos y la verdad sean justas y equilibradas con la presencia de la compañera del Alfa de hoy en más? ¿Queréis y se comprometen a respetar, cuidar y ayudar a proteger a la Manada a su única Luna de la Manada Ginonix?-pregunta con una emoción solemne y fuerte de emoción que hace que los demás aullen como muestra de aceptación hacia las respuestas positivas.

-Martes 12 de agosto de 2005, Isabella Marie Swan, se convierte ante todos y de hoy en más, en la Luna de la manada Ginonix. Se le proclama frente a todos los miembros de la manada, la única que será la Madre de los cachorros, la Luna y Reina de estas tierras. ¡Festejemos Manada Ginonix, Anunciemos como se debe a la bienvenida honorable de nuestra Luna Isabella, que a partir de hoy en más será conocida como: Isabella Swan, Luna de la Manada Ginonix. Reina de nuestro Rey, y la responsable de calmar a su excelencia del Yin&Yang! ¡Festejemos y demos gracias a través de la gran Luna llena con nuestros cuerpos, nuestra alma y vida recorriendo nuestros terrenos para honrar hoy la coronación oficial de nuestra Luna! ¡Salve Linaje Ginonix! ¡Salve Manada Ginonix! ¡Salve Madre Luna y Luna Isabella! ¡Salve Alfa por vuestra plena paz y felicidad!

-¡SALVE MANADA GINONIX! ¡SALVE MADRE LUNA Y LUNA ISABELLA! ¡SALVE ALFA POR VUESTRA PLENA PAZ Y FELICIDAD!- exclama con fuerza, Luca, Yiara, Jonas y Urana.

-¡SALVE MANADA GINONIX! ¡SALVE MADRE LUNA Y LUNA ISABELLA! ¡SALVE ALFA POR VUESTRA PLENA PAZ Y FELICIDAD!-Contesta la manada con total jubilo y emoción.

Haciendo sentir demasiado bien a Bella al ser recibida de buena manera aún cuando no hubiera estado desde sus primeros pasos aquí, en la manada. La emoción era tan plena que no pude evitar sonreír y de sus ojos salir lágrimas al ver a su Alfa.

Mientras que Leongina admiraba la belleza de lo que podía escuchar, sentir la libertad y la buena bondad de deseos de su pueblo. Sin embargo, no muestra emoción alguna, mas que nada por el porte de frívolo que siempre pone como postura general. Tal vez se notase la aceptación de muchos, pero Leona sabía detectar quiénes no habían sido felices con esta noticia, por lo que con una mirada silenciaba a quiénes tenían la decisión de arruinar la felicidad de su Luna.

«Leona... Yo no podré acompañarlos en recorrer la tierra, ¿o si?»piensa dubitativa Bella.

«Claro que si podrás, irás en mi lomo. No te dejaré saltarte esta actividad. Porque será la primera vez en mucho tiempo que vaya a realizarlo también.»contesta Leongina, mientras todos empiezan a dejar un espacio cerca del escenario donde se encontraban ahora Alfa y Luna Ginonix.

Bella al notar como todos se iban tras arboles para tomar su forma lobuna, la hizo sentir cohibida de mirar en esa dirección. Miró nuevamente a su Alfa y esta en un pequeño torbellino de copos de nieve había mostrado su cuerpo lobuno, con aquello lobo magestuoso blanco de mirada bicolor, que iba bajando del escenario y colocarse frente a ella, dejando el lomo a su disposición.

«Ven, sentirás pronto la conexión con la manada y la felicidad que conseguiremos al unirnos.»contestó Maxam con orgullo y emoción.«Estamos orgullosos de ti, pequeña Luna, a partir de hoy muchos sabrán su lugar. Si se acercan a ti, sucumbiran a las consecuencias de sus intenciones. No temas, que tu eres nuestra vida, y quién no te respete no tendrá buen final.»contesta Maxam tras un ronroneo al percibir la cercania de su Luna subida al lomo, al igual que afirmando sus manos contra algún bodoque de pelo para no caerse.

«¡Miren! La luna y el Alfa se unen!»escucharon murmullos a la distancia, las hebras de las orejas peludas del lobo blanco se estremecieron al sentir esa inmensa felicidad y sorpresa.

«¡Esta coronación esta siendo muy buena! Hasta el Alfa está de buen humor»exclama otro pensamiento de lobo. Tras otro seguido:«divirtamonos juntos, que esto es un buen comienzo!»

Siendo así como Bella por el momento, fue a compartir con este acto protocolar, junto con los lobos aullando a la luna que se veía en el cielo nocturno, al igual que ser capaz de escuchar los pensamientos generales de la manada. Escuchando positivos y emocionados pensamientos.

Era un buen comienzo, a pesar que hubiera sido todo por sus ganas de salir a respirar aire fresco, y ahora, irónicamente lo estaban haciendo también. Sin duda, no era como se imaginaba que sería, pero estaba siendo bastante agradable.