25.

1 0 0
                                    

-Mierda-, murmuró Ziyi. -Ha vuelto.

Zhan se giró desde donde había estado reponiendo los plátanos para ver: -¡Yibo!

Estaba de pie, con su ropa de correr, la cara bañada en sudor, igual que la primera vez que entró en la tienda.

Zhan no había querido decir su nombre así. Sorprendido. Familiar. Simplemente se había lanzado. Con suerte Ziyi lo achacaría al supuesto enamoramiento de fanboy hacia Wang Yibo.

-Hola-, dijo Yibo, con voz suave e insegura.

-Uhm, ¿puedo... ayudarte?

-Sí-, dijo Yibo, con una tímida sonrisa. -Estaba pensando que sería bueno... volver a lo básico.

-Oh-. ¿Qué significa eso? -Así que... ¿Un batido, entonces?

-Por favor.

Zhan preparó el batido y Ziyi le sonrió. Él la ignoró.

Le entregó la bebida a Yibo, cuyos ojos se dirigieron a Ziyi y luego a Zhan. Casi pudo ver cómo el "A la mierda" pasaba por el cerebro de Yibo.

-Yo, uhm... Quería verte.

-Oh-. Zhan se atrevió a mirar a Ziyi. Parecía el gato que atrapó al maldito canario.

-El partido es esta noche, y esperaba...

-Oh-. Zhan se desinfló. -¿Necesitas tu amuleto de la buena suerte ahí o algo?

-¡No! No, eso no es... -Los ojos de Yibo se dirigieron a Ziyi de nuevo. Bajó la voz, aunque no importaba. Ziyi estaba obviamente pendiente de cada palabra. -Quiero hablar contigo. A solas. Pronto. Por favor, Zhan.

Zhan vio la angustia en los ojos de Yibo y un destello de esperanza se encendió en su interior. ¿Era posible que Yibo quisiera arreglar esto tanto como él?

-Muy bien-, dijo Zhan.

-¿Podemos quedar en algún sitio? ¿Después de que hayas terminado aquí?

-En realidad tengo que estar en un lugar esta tarde.

Yibo parecía desolado.

-No, lo digo en serio-, dijo Zhan rápidamente. -Realmente quiero hablar contigo. De verdad. Mucho. Como... Muchísimo.

-Está bien. Tengo el partido de esta noche y todo eso, así que... quizás... ¿Vendrías al partido? ¿Te parece?

-Sí-, dijo Zhan. -Claro. Estaré en el partido esta noche.

Yibo asintió.

-Bien. De acuerdo. Y tal vez después podríamos... reunirnos. ¿En algún sitio?

-Claro. Me gustaría.

La cara de Yibo se iluminó.

-¿Sí? Bueno... -Se inclinó, sólo un poco y a Zhan se le cortó la respiración. Pero entonces Yibo dio un rápido paso atrás y dijo: -Te veré entonces.

-Muy bien.

Yibo se fue y Zhan esperó todo lo posible para girarse y mirar a Ziyi.

-Qué. Mierda. Fue. Eso-, dijo ella.

-De acuerdo, eso probablemente parecía...

-¿Así que ustedes dos son...?

-Más o menos. No lo sé. Sólo que, por favor, no se lo digas a nadie.

-¡Mierda!

-¡Estoy hablando en serio! No digas ni una palabra. Prométeme, ¿de acuerdo?

-¡Lo prometo! ¡Claro que lo prometo! Pero tienes que decirme algo. Necesito algunos detalles.

S5.Where stories live. Discover now