capítulo 35

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POV DE LA TERCERA PERSONA

Los días parecían rodar demasiado lento

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Los días parecían rodar demasiado lento. Rena se despertaba todas las mañanas con los ojos hinchados y enrojecidos por todos los llantos silenciosos que no lograba detener todas las noches.

Se sentía como este peso pesado dentro de su pecho que no tenía planes de aliviarse.

Los médicos y enfermeras que le asignaron a rena fueron muy amables con ella. Han intentado hacerla sonreír solo por una vez. Sin embargo, siempre terminaban fallando....

Rena no ha visto a sus dos hermanos mayores en días. Pensando que ya se olvidaron de ella y ahora comenzando una nueva vida sin ella en su vida.

"Rena, tienes que comer" dijo el joven sentado al lado de su cama. mientras trataba de alimentar a rena que está acostada en sucama de hospital, de espaldas a sanzu.

Mientras tanto, el joven sentado en la esquina del hospital, mientras leía un libro, notó la situación de sanzu y rena

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Mientras tanto, el joven sentado en la esquina del hospital, mientras leía un libro, notó la situación de sanzu y rena.

Dejó escapar un suspiro audible y dejó el libro en el sofá que había dejado.

estaba sentado mientras caminaba hacia ellos.

Él había estado obligando a sanzu a contarle a ran y rindou que su hermana pequeña tenía una enfermedad llamada ependimoma anaplásico, pero sanzu es un joven obstinado que dice que puede cuidar a rena por sí mismo, y de hecho era cierto.

Sin embargo, era obvio que las únicas dos personas que podían recuperar el antiguo yo de Rena eran sus hermanos.

"¿Ren ren? ¿Quieres ir a la azotea? Puedes desayunar allí" dijo Koko suavemente con una sonrisa en su rostro. En el que rena lo miró lentamente y asintió con la cabeza en respuesta.

Se incorporó de la cama y estaba a punto de ser cargada por Koko, pero antes de que pudiera acercarse a Rena. La puerta de su habitación de hospital se abrió de repente.

Todos en la habitación se estremecieron e inmediatamente desviaron la mirada hacia la puerta, solo para ver a ran de pie con lágrimas en los ojos."¡Rena!" Dijo con su voz temblorosa. Seguido por rindou que apareció, llorando.

mantente despierta/ la hermana  pequeña de los haitani Where stories live. Discover now