"JACINTO PÚRPURA..."
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UNA ADVERTENCIA
-Esto puede contener blasfemias, spoilers, sangre, angustia, sangre y gramática incorrecta.
No soy dueña de esta historia, es propiedad de Ken Wakui. tampoco me pertenece la historia o los oc eso le pe...
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"¿Cariño? ¿Quieres algo?" Dijo la voz de una mujer. Mientras ella sentada en la silla durante casi una hora ya, observa a su hija que está observando las flores que sus dos hermanos mayores le compraron ayer.
Rena mira a su madre con una cálida sonrisa en su rostro "Nada mamá. ¡Mira qué lindas son las flores que papá Ran y papá rinny me compróron!" Rena dijo felizmente mientras le mostraba el ramo de rosas a su mamá.
La mujer sonrió con los ojos cerrados y asintió con la cabeza.
"De hecho están , bonita como tú" dijo, pellizcando suavemente las mejillas de su hija.
Rena soltó una risita y volvió a mirar las rosas que sostenía. "Realmente quiero ser una flor. Pero si tengo la oportunidad de elegir en qué flor me convertiré. ¡Elegiré ser como la flor de el jardín de mi papá!" Ella felizmente dijo. Refiriéndose a la flor llamada jacinto morado."¿En serio? ¿Qué flor es?" Rena escuchó que su padre preguntaba.
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Ella lo mira a él que está sentado en el sofá con una suave sonrisa. "Umm... No sé qué es. Pero es de color púrpura como nuestros ojos". Rena respondió, mientras recogía las rosas y las ponía en el jarrón que estaba junto a la ventana.
"Apuesto a que es hermoso. Cuando te mejores, muéstrame esa flor, ¿de acuerdo?" preguntó su padre. Rena asintió felizmente con la cabeza en respuesta.
Y de la nada. Un golpe en la puerta de rena llamó la atención de todos.
La mamá de Rena se levantó de la silla y fue a abrirle la puerta a quién es.
Cuando ella lo abre. Rena vio a sanzu, mikey y koko cargando muchas bolsas. Rena sonríe ampliamente "¡Haru san, mikey san, koko san!" Ella gritó de alegría.
Los tres jóvenes agitan sus manos hacia rena y le sonríen suavemente.
"Pasen, por favor", dijo la mujer mientras abría la puerta de par en par para que Sanzu y los demás entraran.
Rena vio que los tres entraron a su habitación del hospital y colocaron las bolsas que llevaban en la mesa al lado de su cama de hospital.
"Mi linda ren ren me extrañas mucho, ¿no es así?" Koko preguntó con una sonrisa en su cara.
