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Dahyun.
Tenía al menos 20 minutos fuera del departamento de mi maestra.
Estaba pensando de más realmente y mis pies se estaban cansando así que alcé mi mano y toque la puerta sin ver al frente, aún metida en mis pensamientos.
¿Todas las puertas eran así de suaves?
Levanté la cabeza lentamente y me percate de mi mano en el pecho de mi maestra, mis ojos conectaron con los de Nayeon y le sonreí inocentemente.
—Un café primero ¿No?— pregunto ofendida, quitando mi pequeña mano de su propio pecho.
—¿Debería ser a fuerza?— jugueteé.
—Solo cállate y pasa, Dahyun.
Obedecí y entre mirando todo a mi paso.
El departamento de Nayeon era absolutamente grande, a diferencia de los departamentos que había visitado antes este tenía el comedor, la sala y la cocina separadas. Estaba todo ordenado con elegancia, sus muebles solo eran de colores grises, blancos y negros.
Me sorprendió cuando vi que la pared frente mío era simplemente un vidrio, los había visto en fotos pero tenerlo frente a mi era mucho mejor; podías apreciar los edificios más pequeños y las personas se veían como pequeñas hormiguitas caminando de un lado para el otro inquietas por llegar tarde a sus respectivos trabajos.
—Cómo haces para tapar este... ¿Ventanal?— pregunté curiosa.
—Hay cortinas a los lados, genio.— Asentí divertida ante el apodo.
—Por cierto, vendrá Bleir.— dijo como si hace unos días ellas no se hubieran besado enfrente de mi.
Siempre metía a Bleir en todo ¿Por qué?
—¿Para que viene?— pregunté, volteando hacia su dirección. Su mirada no se despegaba del teléfono como si yo no estuviera frente a sus narices.
—Tenemos que arreglar unas cosas de la universidad. Antes ella me había pedido ayuda para ser maestra de planta. Genial ¿No?
—Genial.— susurré más para mí misma que para ella.— ¿Para que me citaste si iba a venir Bleir?— ya comenzaba a molestarme el hecho de que no me prestará ni un poco de atención.
—No tengo días libres este fin de semana. El director me pidió ayuda para una sorpresa para los cursos, estaré ocupada. Y tú querías a fuerzas esa clase extra.
—Sabes que no.
—Dahyun, literalmente me exigiste la clase extra.— voltee los ojos a su respuesta. No era lo que esperaba.
—¿Como no te puedes dar cuenta de que era una excusa barata para verte?— pregunté incrédula por la reacción de Nayeon. Esta formaba una "o" con su boca de la sorpresa.
