epílogo ⚗️

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[...]

Una hermosa mañana comenzaba para muchas familias en Nueva York, los rayos de sol entraban por las ventanas de los departamentos ajenos y el día comenzaba tranquilo para quienes trabajaban.

Excepto en el departamento de una familia en particular.

—¡Nayeon!— gritaba al azar una coreana quien movía bruscamente a la nombrada para que despertara de su cómodo sueño.

—¿Mm..?— ronronea ante el toque de la pelinegra pero Dahyun resopla ante aquella reacción.

—¡Nayeon!— grita y con más brusqueadad zarandeaba el cuerpo de está.— ¡Párate, mi esposa está aquí!— aviso con nerviosismo despertando al fin a la rubia quien seguía adormilada.

—¿E..eh?— murmuros incoherentes salían de los labios esponjosos— ¿E-eh?— la rubia seguía adormilada con sus ojos medio cerrados y sus labios ligeramente abiertos ante no entender aún lo que sucedía.

—¡Escondete, carajo. Mi esposa está aquí!— gritaba en susurros la coreana levantando finalmente a Nayeon de la cama matrimonial.

—¡¿E-eh?!— la rubia entro en pánico sin saber por qué y corrió hacia el baño de la habitación con sus típicos shorts y tops a medio vestir.

Cerro la puerta del baño de un portazo y un silencio se instaló en todo el departamento. El canto de los pájaros en los árboles junto a los gritos de los niños en central Park era lo único que se podía escuchar en aquel silencio.

La puerta del baño fue abierta lentamente dejando ver a una rubia con su almohada favorita entre sus brazos y una sabana blanca adornada en su cabeza envolviendo el resto de su cuerpo.

—Yo soy tu esposa, pendeja.— dijo con las cejas fruncidas y los labios en un puchero al caer en cuenta de la situación. Una carcajada fue la respuesta ante aquello.

Dahyun sabía lo despistada y torpe que podía ser su mujer recién despierta, sus 5 años casadas eran la prueba de su conocimiento.

—¿Tan dormida estabas, My love?— pregunto entre pequeñas risas mientras que la rubia solo la maldecía entre susurros dando pequeños pasos avergonzada a la cama.

—¿Tin dirmidi istibis, mi livi?— repitió molesta aún con un puchero adornando su rostro. Se lanzó a la cama y automáticamente chillo al sentir un objeto golpear su costado.— carajo.— chillo quitándose inmediatamente.

—¿Bebé, estás bien?— pregunto la pelinegra preocupada por el grito que su esposa pego.

—Si.— respondió y con su mano saco el objeto bajo suyo.— solo era un juguete.

—Te he dicho que no dejes que el nene suba sus juguetes a la cama.— se quejo lanzándole la almohada más cercana que no pudo esquivar milagrosamente la estadounidense.

—¡Deberías consentirme por caer en tu tonta broma y por golpearme con un estúpido juguete del nene, no pegarme!— se quejo con otro puchero molesto. Dahyun río y le hizo una seña a esta para que se acercará.

Con indignación la rubia gateo hasta los brazos de Dahyun y escondió su rostro en su pecho, sus manos grandes se posaron en la pequeña cintura desnuda de su mujer y apretó suavemente.

—Nayeon.— llamo.

—¿Mm?

—¡Quita tu rostro de entre mis tetas!— se quejo atrapando el rostro ajeno entre sus manos y alzarlo más arriba.— arruinas los momentos románticos.

—¿No eras tú la que se quejaba hace años por qué no te tocaba?— pregunto colocando su barbilla entre los pechos contrarios con sus ojos cerrados ante lo cómodo que era aquello.

𝐑𝐞𝐚𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬 𝐎𝐧 𝐌𝐞 ⚗️ 𝐀𝐔Место, где живут истории. Откройте их для себя