Serás Mío (Death Note yaoi)

Capítulo 6

—R-Ryuzaki... —se agarró de mi cintura y comenzó a lamer mi cuello, está húmedo, tibio y hace que mi cuerpo se sacuda—, y-ya... —daba pequeños mordiscos en la curvatura de este—. ¡P-para! —¿por qué confié en él?, ¿en qué momento pensé que sería buena idea dejarlo entrar?

¿En qué estaba pensando?, En nada probablemente —fue realmente estúpido de mi parte.

La sensación es embriagadora. Una de sus manos se metió por debajo de mi camisa, sus dedos fríos recorrían mi espalda y su aroma me relajaba, a tal punto que sentía necesitarlo cerca.

—Eres delicioso Yagami... —sonrió en mis orejas—. Te comería todo el día...

—¡Y-ya! —cómo puede decir éste tipo de cosas sin sentirse avergonzado—, ¡Dije que te detengas! —la mano que acariciaba mi espalda bajó y se puso dentro de mi pantalón— ¡Ryuzaki! Y-ya... —mi cuerpo no respondía como mi cabeza quería, estaba siendo controlado por sus manos y lo único que me quedaba era la inútil fuerza de voluntad que se negaba a entregarse a él.

—Deseo ver cada una de tus reacciones... —su voz..., tiene una potestad en mí.

—¡N-no seas enfermo!

—Voy a... —un celular comenzó a sonar. Salvado. Ryuzaki gruñó, chasqueó la lengua y contestó, sin sacar su mano de mi pantalón, obviamente, porque el muy enfermo de Ryuzaki hace lo que quiere—. ¿Aló?, sí, soy yo.

—¡O-oye! —Ryuzaki llevo sus labios a los míos, rozándolos, y sin dejar de acariciar el nuevo maldito bulto de mi pantalón.

—Shhh... —sonrió—, estoy hablando por teléfono —susurró.

—¡Eres un...! —no me dejó terminar y mordió mi labio para callarme.

—Shhh... —¿por qué me estoy dejando vencer? —. ¿Beyond?, no —sus dedos en mi pantalón comenzaron a moverse, causándome un feroz cosquilleo y una horrible y ardiente sensación en mis mejillas—. Lo siento... sí, sé lo que dije, pero... —¿con quién está hablando?, y ¡¿por qué no deja de tocarme?!—. Mañana, sí... ¿yo?, en casa de... —me miró, lamió mi mejilla y me cerró un ojo— un amigo, me invitó a quedarme —¿te invité o te invitaste? —. Sí Beyond, pero... —con una mano comenzó a bajar el cierre de mi pantalón—. Está bien, está bien, te llevaré mermelada, sí. Lo prometo —nunca nadie me había tocado allí que no fuese yo, y es tan... extraño—. Ahá. Buenas noches..., gracias. Igual... adiós —sus dedos dejaron de moverse.

—¿B-Beyond? —pregunté un poco exaltado.

—Mi hermano —quitó la mano de mi pantalón.

—¿Tienes hermanos? —necesito cambiar el tema.

—¿Tienes ojos? —que pesado puede llegar a ser.

—... no era necesario ser sarcástico.

—Admite que fue una pregunta... poco inteligente —tiene razón... después de todo acaba de decirme que era su hermano.

—Como sea... —peiné mi cabello con mis dedos y ligeramente lo empujé—, vamos a dormir, mañana tenemos instituto.

—Está bien —bostezó—. Tengo un poco de sueño —mi erección está apretada en el pantalón... ¿no va a hacerme nada más? —. ¿Qué te pasa?

—N-nada, sólo... ve a bañarte —es el colmo que piense cosas como esa.

—Bonito departamento.

—Sí, así es.

—¿Dónde dejo mi ropa?, ¿en alguna mesa? —se sacó su corbata y comenzó a desabrochar los botones de su camisa, su piel es muy blanca, pero su cuerpo está muy bien definido—. ¿Light? —su espalda es ancha, y se ve que tiene más fuerza de lo que aparenta con camisa —, ¡Light! —habló alto.

Me desconcentré.

—¿Q-qué?

—Llevo un rato preguntándote dónde dejo mi ropa.

—Déjamela, yo veré —colgó su camisa y corbata en mi brazo— ahora ve a...

—Espérame —empezó a sacar su pantalón... ¿es que no tiene vergüenza? —, eso también —colgó su pantalón en mi brazo.

¿Ryuzaki tiene trasero?

¡Ahg!, ¿por qué me fijé en eso?

—Anda rápido, o te vas a resfriar.

—Voy al baño.

—Ya lo sé.

Fue al baño y yo fui a la lavadora, un novio ¿eh...?, si fuésemos novios... ¿qué posición tendría yo en la relación? Bueno... él me obliga a hacer cosas... hace que me deje llevar a sus antojos... no me pide la opinión para nada... el decide que hacemos y que no hacemos... yo sería el pasiv... ¡no sería nada!, ¡ni siquiera estamos saliendo!, ¿qué rayos me pasa? —con la cabeza contrariada eché las cosas a la lavadora.

Necesito un nuevo enfoque, no estoy pensando con claridad. Fui a mi habitación para buscar algunas cosas cuando siento un grito que proviene del baño.

—¡Light!, ¡necesito una toalla!

—¡Ya voy! —tenía una en la mano, suponía que no tendría—, ¿puedo pasar? —toqué la puerta.

—Adelante.

Entré al baño, —o a la boca del lobo—, en este momento eran lo mismo.

Una mano me tiró hacia el interior. Su cuerpo mojado y falto de ropa cerró la puerta. El baño tenía vapor por todas partes.

—¿Sabes?, se me quitó el sueño —se acercó a mí y besó mis labios—. Juguemos un poco... tenemos mucho tiempo seguir yendo a la escuela...

Porqué presiento que será una noche muy larga...