Capítulo 18

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Mi pulso se aceleró significativamente al verlo y sentirlo sobre mi cuerpo con esa corrompida y lujuriosa mirada color carmín. La situación le divertía, o eso advertía su sonrisa. Tragué grueso al ver lo que se me venía encima por necesitar tanto aquél nombre.

—Estoy tan contento de tenerte aquí... —murmuró mordiéndose coquetamente el labio inferior—. No sabes cuánto esperé para tener esta oportunidad —posicionó con mayor firmeza su entrepierna sobre la mía y comenzó con un ligero roce de vaivén que me causó un suspiro.

—Beyond... Basta, yo sólo...

—Quería ayudar a tu hermano —parloteó burlesco en tono que, se supone, debiera que ser el mío—. Sí, lo sé, es normal que quieras convencerte a ti mismo de ello para no admitir que viniste a verme —A veces me pregunto si lo dice por cachondeo, o, en realidad lo cree así.

Demonios. Ya tengo el nombre que necesitaba, ahora sólo debo buscar la manera de quitármelo de encima sin recurrir a la violencia. Me removí un poco bajo su cuerpo para ver qué tanto estaba dispuesto a ceder, y descubrí que, no existía forma de sacarlo a menos que le patease la entrepierna, lo cual, no va a ocurrir. No es como que él quisiese penetrarme de todos modos.

Soluciones, Light, soluciones. No viniste de intercambio a una de las mejores escuelas de Inglaterra por bonito.

Veamos...


¡Ya sé!, me aprovecharé de esto. Además, dudo que Ryuzaki se entere.


—¿Y? —le llamé—, ¿cuánto tiempo más tendré que esperar para que me permitas besarte? —pregunté con presunción agarrándome firmemente de sus caderas. Arqueó una ceja.

—¿Te golpeaste la cabeza? —inquirió entretenido sin despojar lo libidinoso de su mirada. Fricción más su pelvis sobre mí y ambos emitimos un fogoso resoplido. Necesito que se acerque, de esa forma, podré volcarlo sobre la cama y huir.

—Quiero decir... —introduje una de mis manos por el interior de su camiseta teniendo contacto directo con la tersidad y tibieza de su blanquecina piel— que me apetece mucho más el estar dentro de ti que cualquier otra cosa...

—O quizás fui yo el que se dio un golpe en la cabeza —comentó mirando a los costados como si buscase una cámara indiscreta o algo parecido. Fruncí el ceño internamente al tiempo que ascendía mis manos por su torso, y, con ello, liberó un jadeo que fue apenas perceptible —, ¿qué es lo que...? Ah...—musitó intranquilo. Se supone que debe acercarse, ¿por qué no lo hace? Me forcé a sonreír maliciosamente mientras direccionaba mis dedos hasta sus pezones, una vez allí, les di un corto pellizco y, él, en repuesta, soltó un impetuoso gemido que acabó por agitarle la respiración curvando levemente la espalda. Me sorprende que su cuerpo sea tan sensible, quizás por eso a Lían le gusta tanto... ¿Será Ryuzaki así también? Al percatarse de su actitud, visiblemente avergonzado, se cubrió el rostro con el antebrazo para evitar que le viese sonrojado—. Hm... —¿por qué no se aproxima de una vez?, ¿qué es lo que le pasa? Quiero acabar pronto con este jueguito. Quizá deba juntar yo nuestros cuerpos o esto no concluirá pronto.

—Te ves tan lindo... —manifesté en un susurro que le erizó el vello—. Ese rostro se te ve mejor a ti que a Ryuzaki —añadí concentrado en persuadirle. Sin embargo, sin quererlo, quitó su brazo del rostro y algo brilló en sus ojos carmín a pesar de la incredulidad que aparentaba. Se le veía distinto, más manso, menos rebelde e increíblemente atractivo. Como si esa frase hubiese tenido una reacción positiva.

Serás Mío (Death Note yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora