Serás Mío (Death Note yaoi)

Capítulo 14

Un nudo insoportable se me atascó en la garganta, mi cabeza daba vueltas y estaba repleta de los pensamientos más oscuros que había tenido jamás. Me estaba besando, y ahora... ¿se casará?, ¿por qué nunca deja de jugar? ¿Quién diablos se cree que es? ¿Un Sultán?

—Jovencito, ¿te encuentras bien? —habló la rubia acompañante de Ryuzaki en tono bajo—, estás pálido.

Ni siquiera debería sentirme molesto con ella. Es Ryuzaki el que merece ser degollado con un cucharón de plástico.

—Sí... yo... ya me iba —respondí perturbado. Ryuzaki sonrió, él terminará por desquiciarme. En serio creo que me volveré loco.

—¡No, no te vayas! —exclamó "Weddy" jalando amorosamente de mi brazo—, Elle y yo íbamos a tomar el té, ¿quieres venir?

—No —contesté sin evitar que sonase irritado. ¿Es que no ve que acabo de besar a su novio?, ¿no reacciona ante eso?

—¡No te pongas celosín, te arrugarás! —acarició mi cabello—. Oye, ¿y Lían? No lo he visto, tampoco a Beyond, tuve que entrar con mis llaves.

¿Llaves?, ¡¿TIENE LLAVES?!

—Lían está... —Ryuzaki se mordió el labio pensativo y luego respondió sonriente— ocupado... intentando calmar la furia de Beyond.

—Vaya —rio—. Así que está ocupando el consolador de cinco velocidades.

—Exacto —asintió—, le ha dado mucho uso a tu regalo.

—Me alegra —dijo depositando un beso de sus voluminosos labios en la mejilla de Ryuzaki—. Supongo que no haz ocupado el tuyo.

—Nunca he necesitado esas cosas.

—Ya veo —se aproximó a mí—. Ven, vamos —habló, abrazándome por la espalda—. Quiero que me presentes a tu lindo novio, Elle —dicho esto, me arrastraron a uno de los balcones.

¿Lindo novio?

No entiendo nada

Absolutamente nada.

***

Llegamos a un gran salón de blancas paredes, grandes cuadros, mesas de vidrio y sofás negros de cuero. Sólo en esta sala las cosas tienen un valor que podría pagarme todo lo que me queda de vida. Nos sentamos en los sillones del salón y "Weddy", como buena "dueña de casa", sin hacerse problemas y con un encantadora sonrisa, nos sirvió café. Me da rabia, es tan perfecta que no puedo odiarla. Aquí el desgraciado es Ryuzaki.

—Mi amor... —me llamó con cariño la chica mientras se sentaba a mi lado en el sofá y tiraba uno de los mechones de mi cabello castaño tras la oreja—, ¿por qué esa carita, te sientes mal?

—No es nada —le forcé una sonrisa y alejé su mano de mi rostro. Ryuzaki no hacía más que ensanchar su burla a cada momento.

—¿Quieres colocarle crema a tu café? —¿por qué demonios es tan amable?—. Elle, ¿qué le pasa a tu novio? —Ryuzaki encogió los hombros con gesto desentendido—. Me presentaré, quizás he sido demasiado presunciosa... —claro que sí—. Mi nombre es... es... —de repente, como recordando algo, volteó el rostro hacia Ryuzaki.

—Tranquila, es de mi total confianza —respondió Ryuzaki a una respuesta no formulada por la rubia. Ella asintió.

—Mi nombre es Merrie Kenwood, pero todos me dicen Weddy, en lo posible, llámame así. Soy la prometida de Ryuzaki desde hace como... dos años si mal no recuerdo...

—Espera —la interrumpí—. Si eres su novia/prometida/futura esposa o lo que sea, no entiendo cómo es que me tratas así —espeté sin disimular lo enardecido que me sentía—. Estaba besándome con tu novio cuando llegaste —fruncí el entrecejo irritado por tanta cháchara sin explicación.