117

2.5K 460 228
                                    

─De hecho, ayer estuve con ese chico.

Alzó las cejas, pero no dijo palabra alguna. Siguió caminando por el mismo lugar de todas las tardes, sus manos apretando la correa de su mochila y tocando su cabello de vez en cuando para ocultar su incomodidad.

Sohee iba fumando un cigarrillo, el cabello negro y oscuro como la mismísima noche, se movía junto al viento de primavera. No hacía calor, ni tampoco frío, por lo que decidieron tomarse un poco más de tiempo de lo usual a la salida de la escuela, dos almas jóvenes que parecían tener los minutos y las horas de su lado. Ella traía su uniforme desordenado, olía a humo y había algo en su mirada que le ponía demasiado intranquilo.

─He pensado que le sigo gustando ─dijo con bastante simpleza, alzando los hombros─. ¿Quieres, cariño?

Changbin negó inmediatamente cuando vio el cigarro frente a él.

─Bien, como quieras... Aburrido ─suspiró y le hizo dudar por un corto instante, aunque no fue necesario aceptar, pues ella volvió a hablar─. Entonces, como te estaba diciendo. Cuando se despide de mí, me da los besos muy cerca de la comisura de los labios, ¿puedes creerlo?

Por supuesto que podía hacerlo.

Es en lo único que piensa todo el día y toda la larga y oscura noche.

Sohee es tan linda que ni siquiera puede acabar de procesarlo. Ella usa el cabello corto porque dice que así no es tan molesto, le gusta el whisky y los cigarros. Práctica artes marciales en su tiempo libre, tiene un hermano mayor y uno menor recién nacido, y ella misma se proclamó "la olvidada de la familia". Es inteligente, aunque le gusta actuar como si no lo fuese, porque hace bastante le dejó de interesar lo que el resto decía de ella y las matemáticas le aburrieron; las reemplazó con alcohol y noches que no recordaba ni en lo más mínimo. Su grupo de amigos parece ser infinito, sale con su mejor amiga que hace cosas muy cuestionables y siempre la invitan a fiestas de personas mayores.

Changbin cree que es normal sentirse tan inseguro todo el tiempo, porque solo tiene que girarse y ver la belleza en el rostro de Sohee para preguntarse por qué lo había escogido a él. No necesita nada más que recordar a las personas que la rodean en la escuela y en las fiestas a las que va los fin de semana.

─¿Él no es algo menor?

─Solo tiene un año menos que tú, Bin. Por favor, no seas tan dramático. Además, a los catorce años se sabe muy bien de la vida...

Mojó sus labios y siguió caminando con un nudo en la garganta y el dolor en su cabeza que no tenía ni la menor idea de dónde había salido, pero se incrementaba con cada paso que daba.

─Y estoy bromeando ─ella comenzó a reír y dejó un beso fugaz en su mejilla─. Sabes que solo te amo a ti.

No lo parecía.

¿Quién ama provoca celos?

¿Quién ama te habla hasta el cansancio del chico menor que ve todos los viernes?

¿Quién ama ignora todos tus "no"?

¿Quién ama le irrita verte con otra persona que no sea ella?

Eran tantas preguntas, pero pocas las respuestas. Y aunque aparecían por cortos segundos en su cabeza, no quitaba que estuvieran allí. Que volvieran cada cierto tiempo para hacerlo dudar de su decisión.

Porque, demonios, Seo Changbin en serio ama a Sohee y está tan enamorado de ella que camina sobre una cuerda floja con los ojos vendados, siente que es capaz de hasta lo imposible por su amor y no hay nada de sí mismo que no sería capaz de sacrificar para verla bien. Es como si estuviese atado, pero le gusta la sensación, adora el ardor en sus muñecas y la manera en que las cuerdas siempre lo devuelven al mismo lugar.

Stray BabiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora