No me digas adiós [1]

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La amabilidad de los extraños

Ares

—A lugar.

—La testigo está diciendo que estuvo en casa de mi cliente a la hora en la que él señor Green dice haber estado ahí —señala el profesor Hill— están las pruebas de las cámaras de seguridad de la casa y las de calle en donde pueden ver la fecha en la que se le acusa de haber cometido la infracción hacia el señor —aclara las palabras que la mujer que esta junto de él en el estrado ha dicho.

—Se puede ver que han sido recreadas las grabaciones de la evidencia —habla el abogado a nuestra derecha de la contraparte.

Deslizó sobre la mesa una carpeta que contiene imágenes, con las pruebas desmintiendo su mentira. El profesor Hill la toma y comienza a exponer a la contraparte mientras lo escuchó atentamente.

Llevamos media hora así y yo ya quiero largarme de aquí. Ha sido el caso más largo que hemos llevado, con una semana y media. Se supone que sería corto porque el profesor Hill no nos da casos tan largos ni mucho menos complicados, pero ahora junto con Daniela estamos aquí metidos al menos unas dos horas casi diarias, si no es el tribunal, es buscando información que nos pueda ayudar a ganar el caso.

Resulta que hay una demanda contra la mujer que estamos defendiendo porque su esposo la acusa de infidelidad y maltrató físico, apareció con unos rasguños en el rostro como evidencia y la realidad es que la señora no sale de su casa porque él la ha amenazado con golpearla, lo ha hecho y tiene signos de abuso físico y de tipo sexual dado a los resultados que se realizaron al comienzo y por todo lo que nos cuenta, la victima aquí es ella.

La señora Green es heredera de una empresa constructora. Sin embargo, su marido es quien lleva todo eso ya que ella se dedica a su casa y a sus hijos. Él día que el señor Green dice haber recibido esas agresiones él ni siquiera estaba en casa, sino que se encontraba la hermana de la señora junto con ella, justamente para pedirle que dejara a su marido, pero no lo ha hecho porque no quiere perder la empresa. Es por lo que el infeliz de su marido la demanda porque él sabe si pierde el caso, la dejara en la calle y además de desmentir la infidelidad, se comprobaría que la señora sufre violencia doméstica y debemos hacer que ella se quede con la empresa, es decir ganar el caso.

Parece que esto tomará más tiempo porque el señor dice que cualquier prueba que presentemos esta alterada, editada o es falsa. El profesor Hill presenta la evidencia, las grabaciones de su casa y las de la calle, no tiene escapatoria ese hijo de puta.

La hermana ha declarado en contra del marido de su hermana y algunas vecinas se han presentado igual, escuchamos las confesiones, aunque no nos sirven de mucho, pueden servirle al jurado para ver mejor la situación ya que han estado presente todo este tiempo.

Media hora más tarde salimos a comer, el profesor no dice que nos podemos retirar y que nos vemos mañana.

—¿Quieres ir a comer? —voltea a verme Daniela aun estando en las escaleras del tribunal.