Extra II

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Este extra es una versión extendida del capítulo 33 (si, aquí tienen todos esos detalles que me han pedido) después de la primera vez que tienen relaciones, pero narrado desde el punto de vista de Ares, lo sé, de nada. Disfrútenlo. (:



Ares

El pecho de Callie sube y baja intentando recobrar el aire, esta sonrojada con el cabello alborotado esparcido por la almohada. Estamos a oscuras con el único sonido de nuestras respiraciones y el aroma a sexo se encuentra en el ambiente.

Hace unos minutos estuve dentro de ella y parece que lo seguimos procesado, aunque estoy más que listo para hacerlo de nuevo, no podía presionarla. Asi que me limito a inclinarme por instinto tomándola de las mejillas para atraerla a mí y unir nuestros labios, la disposición que tiene al instante me llena el cuerpo de calor y la acerco más conforme se intensifica el beso. Pasa una mano por mi cuello llegando al borde de mi cabello, abre la boca dejando que mi lengua juegue con la suya, gime al momento que bajo una de mis manos para rozar sus pechos con lentitud. Sus pezones se encuentran bastante erectos y desciendo mi mano lentamente acariciando su estómago adentrándome entre sus piernas para comprobar lo que necesitaba.

Me aparto de nuevo sintiendo como nuestros alientos se mezclan, Callie se muerde el labio inferior observándome, puedo ver la mitad de su rostro iluminado por la escasa luz que entra de la ventada, pero me conocía de memoria esos rasgos definidos y por la forma en la que me miraba podía decir que tenían un brillo que pocas veces le habia visto.

—¿Lista? —suelto haciendo que mi pregunta la tomara por sorpresa.

No me muevo y ella baja sus ojos hacia mi pene que está con una creciente erección, regresa la vista a mi rostro antes de asentir lamiéndose los labios.

Sonrío porque en la cama Callie puede ser bastante callada, no tímida, pero prefiere actuar en vez de desperdiciar palabras. La atraigo hacia mí para besarla lentamente porque no hay prisa alguna en volver hacerlo, algo me decía que no sería la primera vez. Joder de tan solo pensarlo me tenía que contener.

Continúo acariciándola de manera lenta y tortuosa, ella suelta pequeñas maldiciones cerrando los ojos haciendo que suelte una leve risa. Me separo un poco moviéndome para quedar encima de ella con cuidado de no poner todo mi peso, Callie descansa sus manos sobre mi pecho subiendo lentamente hasta mis hombros, gime de la anticipación cuando siente mi erección contra su vientre. Termino acomodándome de una forma que sea cómoda para los dos, sin perder el tiempo bajo una mano para guiar mi pene a su entrada, se mueve debajo de mi porque está igual de desesperada como yo por sentirme de nuevo.

Me burlo de ella pasándolo por sus pliegues que se sienten resbaladizos, suelta un jadeo y sonrío sin poder evitarlo. La anticipación de saber que volverá a suceder me tiene con el pulso acelerado, no entendía como, pero tampoco me ponía a pensar mucho en eso y simplemente me dejaba llevar por el momento como en la mayoría de veces que habia sucedido algo intimo entre los dos.

Dejo de jugar y esta vez entro sintiendo como sus paredes se aprietan a mí, hago acopio de todas mis fuerzas para no moverme y esperar que se acostumbre al tamaño antes de salir por completo y empujar esta vez más rápido sacándole un grito mientras aprieta los ojos. Suspira y es hasta que da un asentimiento observándome para que empiece a moverme de manera lenta y constante. Siento su agarre sobre sus hombros intensificarse y me inclino para unirnos en un beso encargándome de que ambos lo estemos disfrutando.

Callie abre las piernas y sus manos se van a mis caderas para que me introduzca más a ella de manera rápida, gime sobre mis labios, no dejo de moverme cuando se aparta para soltar una maldición animando a que siga. La embisto haciendo que lance su cabeza hacia atrás, acaricio sus caderas bajando lentamente trazando líneas en su piel sin dejar de moverme. Se estremece y puedo sentirlo al estar piel con piel, mis manos descienden hasta dar con el puñado de nervios empapada y trazo círculos para hacerla llegar al orgasmo.

No me digas adiós [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora