Capítulo. 23 💙💜

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A la mañana siguiente, todo fue mejor, Chuya volvió a su estado original, se sintió aliviado, para su sorpresa a su lado había ropa por la que podía cambiarse, miró a todos lados y se aseguró que nadie le viera, así que se dispuso a cambiarse rápi...

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A la mañana siguiente, todo fue mejor, Chuya volvió a su estado original, se sintió aliviado, para su sorpresa a su lado había ropa por la que podía cambiarse, miró a todos lados y se aseguró que nadie le viera, así que se dispuso a cambiarse rápidamente.

Al estar listo, se dirigió nuevamente adentro, no había nadie, así que emprendió su viaje al Harem aún era temprano, por lo que los pasillos se encontraban mayormente solos, pero para su desgracia en uno de los jardines se encontró con quien no quería ver por el momento hasta tener una excusa

-¿Te divertiste?

-No sé dé que hablas

-Volviste a ser un hombre y llevas puesta la ropa de Fyodor, debiste pasar una agradable noche

-Sea lo que sea que quieras decir, dilo directamente - Frunció el ceño-

-¿Fue divertido acostarse con él?

Chuya abrió levemente los ojos y algo pareció dolerle, agachó la mirada apretando sus puños, el castaño solo le miraba fríamente con los brazos cruzados

-Eres igual a ella, solo te interesó el poder

-Cállate...

-¿Acaso te duele que diga la verdad? No eres el primero que me utiliza, pero si serás el último a quien no le perdone la vida por eso

El castaño se acercó e Chuya tomándole del cuello y apuntando le con una daga, Chuya seguía sin verle, eso molesto más al castaño

... مصيبة -

-No te atrevas a llamarme por mi nombre

-Cierto, yo, no tengo ese derecho

-Exacto, tú ni nadie tiene ese derecho solo...

-Únicamente esa persona especial para ti, lo sé no soy aquella persona... - susurro, para después devolverle una mirada oscurecida, aquel oasis ya no existía solo un mar tormentoso-

El castaño abrió sus ojos sorprendió y se apartó soltándolo, haciendo qué el contrario callera sin cuidado al suelo, Chuya tocó su cuello sobando un poco, esa situación a ambos se le hacía muy conocida, pero no sabían por qué, o al menos uno no lo sabía.

Chuya se levantó del suelo y sin más salió del lugar, ya no quería preguntarle nada al castaño, solo quería largarse de ahí, así que fue directo a la salida pasando de largo a Akutagawa quien solo le miró, Chuya corrió por el bazar sin importarle tirar cosas, fue a esconderse en el desierto, aquel que fue su hogar durante años de vida y muerte

Dazai por su parte rasco su cabeza y apreto su pecho, el tener contacto con el menor le hizo tener emociones, se arrodilló comenzando a llorar, de frustración y tristeza.

Por otra parte, una sombra veía todo desde la lejanía desvaneciéndose, había encontrado algo muy interesante que contarle a alguien, solo debía apurarse, ella llegaría pronto

Las semanas pasaron Chuya nunca volvió y Dazai no le tomó importancia, se encontraba en su habitación escribiendo uno que otro trabajo, eso hasta que fue interrumpido por cierta risa

-Gogol...

-Vaya, ese sentido tuyo es muy bueno, pero que puedo esperar de un hijo de un dios

-¿Podrías aparecerte? Me duele la cabeza y no estoy para hablarle a la nada

Gogol apareció a su lado con una sonrisa, pero esta vez no era una traviesa sino una que ocultaba algo detrás de ella

-¿Qué quieres?

-Quiero que me hagas un favor

-¿Qué obtengo yo de todo esto?

-Tu libertad, sé que no quieres ser el siguiente sultán, a pesar de que peleas por el puesto, lo haces solamente por... Como decirlo, que te dejen en paz

-¿Según tú como me darías mi libertad?

-Sabes que todo se solucionará si encuentras al ladrón de esa daga y su más grande tesoro

-Habla de una vez - dijo fastidiado-

-Lo encontré, su más grande tesoro

-Tú sabes que era su gran tesoro y ahora ya no está, así que déjate de tonterías y...

-¿Dije su más grande tesoro? Corrigió sus más grandes tesoros

-¿Qué? - alzó una ceja desconcertado -

-Te mintió, ella tuvo dos, por lo tanto, son dos no todo está perdido

-Estás loco

-Lo que se ve no se afirma en voz alta - comenzó a reír- como sea puedo llevarte, solo si quieres terminar con esto de una buena vez

-¿Estás seguro de que ganaré mi libertad?

-Te lo juro

Dazai le miro por unos segundos dudando, más después aceptó, Gogol sonrió y tomó la mano del castaño lleno a un lugar oscuro traspasando las sombras, al aclarar la vista estaban en una cueva, pero esta no parecía solitaria al contrario parecía habitada.

El castaño estaba solo, así que decidió adentrarse en la cueva, encontrándose con una no muy agradable sorpresa, había dos personas o al menos eso se podía ver, estaban acostadas en dos camas una mujer y un hombre, una era peliroja y otro era un peli-naranja

-Pero que...

De la nada una daga se posó en su cuello, el castaño miró de quien se trataba y frunció el ceño

-¿Qué eres exactamente?

-Creo que eso se responde por sí solo ¿no crees?

-Nakahara

-¿Acaso no ves lo que tienes delante? - se apartó y camino hasta el chico tomando su mano- ¿acaso no estás viendo el cadáver frente a ti? Dos Chuya's

-Eres un deseo

-Soy más complicado que eso - miro a la chica- mucho más, después de todo Teruko lo hizo por venganza

-¿Qué son ustedes dos?

Chuya le miró unos momentos y después volvió a ver a la chica, con resentimiento

-Es nuestra hermana, ella comparte sangre con él... Ella es hija del ladrón de la daga

-Ella es... Es el bebe de Kouyou, eso quiere decir que ustedes dos

-No - le miró enojado- yo no tengo nada que me una a ella, únicamente él tiene su sangre, no tuvo uno, sino dos, Kouyou no lo recuerda por el cansancio, o eso dijo él...

Apretó sus puños, se sentía muy enojado e impotente

-¿Por qué nunca dijiste nada? ¿No se supone que ella está muerta? ¿Por qué aparecer ahora?

-¿Ten gustan las historias largas? Por qué está será una de ellas - se colocó en un banco del lugar y se cruzó de brazos- eso también puede explicar nuestras lagunas mentales

-¿De qué hablas?

-Tus dolores de cabeza y los míos no son por exceso de trabajo, es otra razón

Noches en ArabiaWhere stories live. Discover now