❝ Mami Mina ❞ || Michaeng [G!P]

𓏲 Capítulo 8

Dos días después de que Yeri fue dada de alta en el hospital, Mina y Chaeyoung pudieron tener un espacio para ellas solas, algo de privacidad más bien.

Porque desde que Mina se enteró de que aquellas dos niñas existían trató de estar un poquito más alejada, no quería que las menores pensaran cosas como que su madre las estaba cambiando por ella, porque Mina, aunque sus amigas no le creyeran, quería caerles bien.

Así que mientras Sana y Yeri dormían, Chaeyoung y Mina tomaban café en la barra de la cocina, sentadas frente a frente.

— De verdad lo siento — Repitió Chaeyoung, por milésima vez en la noche — Tenía miedo y quería impresionarte.

— ¿Impresionarme? — Interrumpió — Vaya que lo hiciste, ¿quién no se sorprendería al saber que su novia tiene dos hijas y las ocultó por siete meses?. Por Dios Chaeyoung,¿hasta cuándo pensabas decírmelo?.

— Sí te lo iba a decir, pronto. Esa misma noche que fuimos al hospital te lo iba a decir todo — Contestó de inmediato,queriendo aclararle todo — Lo siento, de verdad, pero todos huyen cuando les digo que tengo dos hijas,y no quería que tú lo hicieras. Porque de verdad te quiero,y creo que hasta te amo.

Mina suspiró, ella no podía mostrarse enojada cuando Chaeyoung la veía con un puchero y sus ojitos de perrito a medio morir. Así que negó con la cabeza para finalmente volver a hablar.

— Pues entonces debes decirlo al principio de todo, tus hijas deben ser lo más importante para ti, y si alguien te deja solo por eso, entonces sabrás si vale la pena o no.

— ¿Tú vas a dejarme?.

La nipona volvió a negar con la cabeza — Ni loca, yo sí te amo Chaeyoung  Mgh, y quiero amar a tus hijas. Es muy apresurado, lo sé, pero me quiero arriesgar.

Chaeyoung sonrió, tomó la mano de Mina con una de las suyas y besó los nudillos de esta — Gracias — Finalizó.

Los días siguientes fueron geniales, al menos para Chaeyoung y Yeri, porque por parte de Mina y Sana había una tensión bastante notable, y no por parte era la mayor. Sana se mostraba molesta siempre que Mina las iba a visitar.

Sí, recibía sus regalos muy gustosa, Mina cocinaba mucho mejor que su madre y sí, Mina cantaba como los ángeles. Pero eso no era motivo como para aceptarla.

Había perdido muchos privilegios, por ejemplo, tenía que darle una de sus tres rebanadas de pizza porque "uy no, no se vaya a morir de hambre". O eso era lo que pensaba siempre que pedían pizza y la repartían en partes iguales.

También le había quitado su lugar a un lado de su mami en las noches de películas,ahora se acostaba a un lado de Yeri en la orilla de la cama. Y lo peor de todo, la primera vez que fue por ella al kinder todas sus amigas hablaron de lo "guapa y hermosa" que era Mina, y eso le quitó la atención y la "popularidad".

No, definitivamente Son Sana no toleraba a Mina, aunque ésta trate de ganársela nunca lo iba hacer. Lo juró frente a su póster de Pocoyo, y lo iba a cumplir.

Tenía muchos obstáculos difíciles de esquivar para seguir rechazándola. Como esa misma mañana, Mina cocinaba Hot Cakes y el olor era exquisito, también hacía licuado de fresa con avena y fruta picada. Era un desayuno que nunca había visto a su madre hacer.

Y ni siquiera le importó que los haya hecho el enemigo, cómo le decía, o que Mina se quedó a dormir toda esa semana. Porque cuando la mayor de las cuatro puso su plato lleno de la deliciosa comida, y uno más chiquito a un lado lleno de chocolate derretido,dejó de lado los prejuicios y devoró todo, gustosa.

Chaeyoung rió al verla, sabía que el fuerte de su novia no era solamente la escritura, también la comida y cientos de cosas más. Incluso le impresionó cuando le confesó que se había graduado en un curso como actriz, eran cosas que, a pesar de que ya conocía mucho de ella en siete meses, le alegraba saber.

— Hoy Mina y yo iremos por ustedes — Avisó Chaeyoung cuando todas estuvieron sentadas en la mesa.

Yeri asintió feliz, mientras Sana hacía una mueca de disgusto y llenaba de nuevo su boca con un pedazo de hot cake lleno de chocolate, jarabe de maple, una fresa encima y chispas de chocolate. Desde que la intrusa llegó sus desayunos eran más dulces, no como el cereal sin sabor que solía darles su madre.

— ¿Por qué?, me gusta que la tía Lisa pase por nosotras en su patrulla. Siempre me deja encender la sirena y la gente nos deja pasar aunque el semáforo este en rojo. Y eso es divertido — Se quejó la mayor de las niñas.

— Bueno, te dije que Mina estaría más seguido con nosotras, y pasar por ustedes en su trabajo que debemos hacer las madres — Siguió la coreana.

—¿O sea que somos cómo una familia? — Preguntó Yeri,emocionada mientras sonreía y sentía cómo Mina limpiaba sus mejillas gorditas llenas de dulce.

Y claro que Mina iba a contestar diciendo que si, que empezaban a hacerlo. De no ser...

— Pero Mina no es nuestra madre — Gruñó, molesta.

— No, no lo es — Siguió Chaeyoung— Pero yo sí, y si Mina es mi pareja automáticamente eso la convierte en tu madrastra.

— Quiero que la tía Jihyo pase por nosotras. Siempre me compra helado.

— Aquí se hace lo que yo diga Sana, soy tu madre y me obedeces. Fin de la discusión.

El lugar quedó en un silencio incómodo, Mina quería decir que estaba bien si Jihyo o Lisa iban por las niñas. Ella había querido ir por voluntad propia, pero si Sana se sentía incómoda no la obligaría a nada.

Más sin embargo la manita de Yeri se posó sobre la suya, volteó hacia ella para ver como la pequeña le sonreía.

— Yo sí quiero que mami Mina pase por nosotras. Mis amiguitas dicen que parece una princesa y además siempre me compra un dulce con la señora Choi.

Mina y Chaeyoung se voltearon a ver algo sorprendidas por lo que Yeri había dicho, sin ser conscientes de que Sana había soltado de golpe su tenedor, igual o peor de sorprendida que las dos mayores.

Pero, aunque Sana no la quisiera, aunque siempre la despreciaba, su corazón latió rápido y su felicidad se incrementó cuando Yeri dio un besito en su mano.

Tal cómo lo hacía Chaeyoung.