14-UNA LUZ

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—¿Estás listo? —preguntó Wang Yibo acariciando el cabello del azabache.

—Lo estoy —asintió acostándose en el suelo.

Xiao Zhan suspiró y cerró los ojos despacio, su manada estaba junto a él cuidándolo, mientras la bruja usaba su magia para que buscara a su hermana mayor. No sabía exactamente lo que pasaría una vez se quedara dormido, y la posibilidad de olvidar todo y caer bajo la confusión de ese sueño, era una idea que lo aterraba.

El mundo en el que había estado atrapado le parecía tan real, que le costaba creer realmente que todo ese tiempo todo era falso. Al cabo de unos segundos abrió los ojos despacio, vio su habitación y paseó su vista por los muebles, pósters y fotos de él con sus supuestos amigos y con su madre. Se sentó en la cama y suspiró agotado.

—¡Que empiece la función! —lo sorprendió la bruja abriendo la puerta, llevando un atuendo simple, con un polo largo que cubría hasta sus rodillas, un pantalón y un mandil rosado.

—¡Ahhhh! —retrocedió asustado el azabache—. ¡¿Por qué entras así?!

—Oh, cariño. ¿Te asuste? Lo siento, fue la emoción —sonrió la bruja— ¿Te gusta? Esta ropa es muy cómoda, y me permite parecer normal.

—Supongo... Espera... —frunció el ceño—¿Por qué tu rostro está manchado?

La mujer se miró en el espejo y soltó una risita burlona.

—Estuve preparando algo, quería un pastel de bienvenida. Tal vez creas que fue poco tiempo, pero tu despertar en este mundo tardo casi una hora. Ven, vamos a desayunar —se detuvo en la puerta—. Casi lo olvido —hizo un chasquido con sus dedos y apareció la mochila en la cama—. Ya estás listo.

—Gracias...

Xiao Zhan se colocó la mochila en la espalda y bajo al primer piso de la casa, sin poder dejar de ver cada detalle, recordando lo que creía real y como Wang Yibo terminó viviendo con él allí. Peor su distracción duro poco, cuando al entrar a la cocina dió un salto al ver que todo estaba destruido. Incluso el techo y las paredes no habían conseguido salvarse del desastre que la mujer había causado tratando de preparar algo, y en el centro de todo, sobre la mesa un pastel de chocolate muy pequeño.

—¡¿Qué fue lo que hiciste?!  ¡¿Cómo se supone que limpiemos todo esto?!

—No seas dramático, soy una bruja.

Xiao Zhan suspiró y se dejó caer en una de las sillas, y observó como de un segundo a otro todo estaba limpio y la bruja se acercaba con el pastel y dos platos.

—Normalmente usaba mi magia para dejarte preparado el desayuno, el almuerzo y la cena...pero esta vez quise hacerlo por mi misma.

—¿Por qué es amable conmigo? —ladeó la cabeza confundido.

—Hace muchos años, conocí a un hombre del que me enamoré... Era inteligente y apuesto, me encantaba estar a su lado. Pero nuestro amor no era posible, venía de un mundo distinto al mío, y en una travesura lo deje entrar al mío ...—comentó sirviendo el pastel—. Él tenía un poder, podía transformarse en un Lobo de gran tamaño, y para que no se sintiera solo... Use mi magia para crear cachorros que pudiera cuidar, lobos que posteriormente liberaron energía propia y lograron cambiar a su forma humana... —probó un pedazo de pastel—. Yo lo amaba, pero ya no era suficiente para él... perdió el control y la irá lo consumió... —sonrió con amargura—. Bueno, no es como que me sorprendiera mucho que digamos, el hombre era un Demonio, obviamente llegaría el momento en que trataría de destruir todo... Y mi error causó mucho caos y tormento. Así que prácticamente si eres mi hijo, al igual que los demás Lobos cambia forma...incluyendo a esa muchacha que me hace enojar, ¿Cómo se llamaba? Ah, Ziyi ¿Verdad? Tiene un carácter terrible, me hace recordar a mi madre.

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