Capítulo 30

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Al momento de irse a acostar el peliverde se queda un rato más enfrente de la fogata leyendo y escribiendo. A veces leía las cosas en voz alta para ver como quedaban sus oraciones, despues de eso va a cerrar la entrada de la cueva y ve acuesta junto al rubio.

El rubio le daba la espalda al chico, pero no era a propósito, sino que se habia dormido en esa posición. El pecoso los tapa a ambos y cierra sus ojos, tratando de dormir.

El pecoso se acuesta a su lado, abrazando con un brazo como era de costumbre y el otro lo usaba como almohada. Al cabo de unas horas, el rubio se da la vuelta para tener de frente al pecoso y empezaba a hablar y mover sus extremidades con molestia, haciendo que el pecoso lo acaricia para que se calme, pero al rato escucha palabras sueltas u oraciones.

Bakugou: (Tenía el celo fruncido y de vez en cuando pataleaba brevemente) No... No soy suficiente... pueblo... personas... mereces... más.

Midoriya: (Lo masajeaba, pero se despierta un poco más ya que lo escuchaba hablar) ¿Qué pasa?... ¿No te gusta el pueblo? (De a poco abre los ojos)

Bakugou: No me gusta... que Deku viva entre... la mugre. (Decía ronco, aún dormido) Está cueva no... es suficiente, yo no... soy suficiente.

Midoriya: (Se apoya en su brazo sosteniendo su cabeza y ve al rubio desde un poco más arriba) Sí que lo sos... para mí todo lo que tengo acá es perfecto. (Acariciaba su mejilla)

Bakugou: Claro que no... Deku siempre... se muestra alegre al momento de irse al pueblo... (Vuelve a fruncir su ceño, pero esta vez se veía triste) De seguro... espera con ansias ese viaje... para irse...

Midoriya: Me alegro porque veo a mi mamá... pero al volver siempre estoy cansado porque voy a pie... no quiero pedirte que me lleves porque no quiero que te pase nada... (Se acerca un poco a su oído) Y no me gusta viajar... porque siento me hace extrañarte más.

Bakugou: ¿Me extrañas?...

Midoriya: Si... realmente me haces sentir seguro. (Lo abraza y lo pone en su pecho)

El rubio aflojaba de a poco su expresión, ya que las palabras del chico lo calmaban. Él se sentía insuficiente porque pensaba que el pecoso al ser adulto buscaría nuevas experiencias, las cuales no lo involucraba por ser un licántropo

El pecoso le acaricia la cabeza en donde más le gustaba, pero al estar semi dormido su cola no se movía tan rápido si no que se movía de vez en cuando. Al rato lo abraza para poder dormirse nuevamente.

La noche transcurre con tranquilidad, el pecoso soltaba algunos suspiros, mientras que el rubio se acurrucaba en el pecho del chico como si fuera una especie de cachorro.

A la mañana siguiente el 1° en despertarse fue el rubio. Abrió los ojos y se encontró con la cara inexpresiva del menor, la cual tenía la boca semi abierta, se notaba que estaba dormido profundamente. Sus mejillas se tornan algo coloradas.

Bakugou: Tan lindo... (Pensaba de manera dulce, mientras que su cuerpo se acercaba al chico) Lo de ayer... si ocurrió... Él sí está bien con esta vida, y dijo que... me extraña... (Sus pensamientos eran similares al de una adolescente enamorada. Se frota la cara y se acerca a los labios del chico, teniendo la intensión de besarlos, pero no se animaba del todo) ¡¿Por qué ahora que él es adulto me vuelve más indeciso?! ¡Ugh! ¡¡Quiero volver a ser el dominante de la relación!! (Algo frustrado)

El pecoso mueve su cabeza y mastica el aire y lo traga para humedecer su garganta. Al sentir el aliento del chico se despierta de a poco, ve a todos lados hasta que su visión se aclara.

En peligro de extinción. (Baku Deku)Where stories live. Discover now