Beso de Invierno

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Natasha Romanoff regresó a las clases por dos simples razones: mostrarse fuerte y no perder las horas. Los exámenes de Enero eran prácticamente en nada y necesitaba más tiempo de lo que pensaba para estudiar. Todo por esos cacaos mentales que tenía. Pero tenía que recuperarse y demostrar porque quería quedarse en ese país. pero no todo era una intensa batalla interior al que reusó hacerle frente cuando estaba en Rusia, también se encontraba en lo que llegaba día tras día, aquellos mensajes llenos de amor, aquellos pesados en busca de pelea... el simple hecho de que en cualquier momento de cualquier día, su padre podía pasar por la puerta de su habitación y decir "volvemos a Rusia". A esas alturas estaría sola de verdad si no contaba a un acosador Alexei y las dos realmente ausentes de Tania Belisnky y Tesla Tarsova. 

Algo dentro de ella le pedía que hiciera aquella carta. Una carta para Bucky. Confiaba en Steve, sabía que, por mucho la amara, se la mandaría y podría estar tranquila, esperando a una respuesta con aquella caligrafía de hombre y poco romanticismo, lleno de ironía y falsas muestras de bienestar. Si fuera por ella, se iría con él, ya que por lo menos, a su lado notaba una paz y otras sensaciones que la hacían estar bien.  

Nada más terminar la carta, la cerro y la metió en su mochila junto otros tantos apuntes, bajo, desayunó un poco y simplemente salió corriendo a por el autobús. Como estaba escrito en su rutina, Nat se sentó al lado de Clint y jugaron al Preguntados contra algunos vengadores, para prepararse mentalmente contra lo que venía: las clases antes de los exámenes. Los profesoras insistían en un montón de detalles. En cualquier momento se caería redonda de la silla. Hasta que sonó la alarma que anunciaba el patio. Se dejo arrastrar por su compañero/hermano hasta su lugar favorito y no tardo en comentarle sobre la carta para Buck.  

- no creo que sea lo idóneo- Natasha lo miró como si estuviera hablando Chino- Esa idea de que le tengas que dar la carta a tu ex-novio pasando por las manos de su mejor amigo que te ama. El podría no mandarla 

- Lo se, pero ya no hay nadie en la casa de Bucky, ni su madre... 

Clint miro para otro lado, ocultando una parte que todos los vengadores sabían menos él pero no se atrevía a contarlo. Regresaron a sus clases donde Natasha no prestó ni la mínima atención. Se dedico a pensar en las palabras de aquel que consideraba su mejor amigo. En algo tenia razón y era que no había una garantía de que sus letras llegaran a sus manos o viceversa. Pero estaba atada de pies y manos. Podría llamar a todas las escuelas militares, pero ninguna de ellas le revelaría si estaba su ex o no. Una vez más depositaria toda su confianza y sus esperanzas en su gran amigo Steve, por mucho que estuviera enamorado de ella.  

Cuando llego a la casa, supo que era lo que sabían todos menos ella. Steve iba a cuidar la casa de su amigo. Se acercó a él en el jardín, y le soltó un gran royo para terminar en aquello que ya se estaba imaginando. La indignaba de gran forma.  

- Por favor, dale mi carta a Bucky - le suplicó antes de darle la carta- para mi es importante 

- sabes que él puede rechazarla- le dijo mientras la cogía y examinaba. por obvias razones no tenía el lugar del destinatario escrito-  Ya no tenéis unos lazos que os unan a intentar algo a distancia 

- no es sobre eso. Le quiero contar todo y pedirle su carta 

- Nat...vale. Pero pido beso a cambio 

- No seas idiota 

Ella se alejo sin darle ese pago. Claro estaba que no quería darle ese pago. No iba a rendirse tan fácilmente a los encantos del capitán, por mucho que sintiera esa pequeña debilidad (Que no iba a admitir tan fácilmente). 

-¡Nat, deja de alargar este asunto y dime que me quieres!- dijo con un tono de superioridad, al mas puro estilo de su amigo Stark.

Ella hizo caso omiso y entro en su casa, queriendo calmar su palpitante corazón. Sus palabras fueron como un pequeño estimulante del que quería deshacerse. Pero le era casi imposible. Pensaba que no debía sentir aquello, que debía aferrarse a Bucky, pero también le era algo inútil, al que solo se podía ver como pérdida de tiempo ante su ida. No. El no volvería y el corto con ella porque sabia que, a la vuelta nada volvería a ser lo mismo y que nada le aseguraba que volvería a tener en frente al James que tanto había querido y siquiera si volvería a ser la misma chica. Sabia que, de tanto darle vueltas, se estancaría en ese momento y seria todo como una rueda del que finalmente no lograría salir. 

Llegando a TíWhere stories live. Discover now