Dulces Salidas

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Aquel fin de semana fue el más extraño. No salió, simplemente estudio para las finales y lo mejor que podía sacar de todo aquello, era que tenía ganas de perdonar a Steve Rogers, aunque fuera la cosa más difícil del mundo.

No sabía cuales eran las secuelas de la última gran pelea en la que entro como Rambo con un extintor, y realmente tenía ganas si seguía al lado de Clint o que bajas había, por mucho que por fuera parecía una neutral. Nada más entrar, vio que Sharon estaba sola en el asiento detrás del conductor. En la zona de Hydra habían grandes huecos como el de Rumlow o la mismísima Synthia. Se apiado de su nueva amiga y se sentó al lado suyo. Ella le contó que a falta de mayores, los de Hydra se escondían ante la clara victoria de los Avengers, y que ninguno de ellos la aceptaba por haber sido una traidora en ambos lados. Ella la consoló con el juego de Cut The Rope, alegando que aquel alienígena verde era la cosa más cuqui contra cualquier depresión. También habían algunas bajas entre los suyos, como Banner o Thor (cosa que nadie sabía realmente porque no había ido aquel día). Stephen Strange le contó en ciencias que sus padres tomaron medidas disciplinarias, como a Sif o al mismo Steve aunque estuviera presente. También le dio las gracias por haber confiado y devuelto a la buena Sharon y no aquella figura macabra controlada por sus inseguridades adolescentes. En el recreo, Sharon y ella se contaron varias cosas, y entre ellas, Natasha finalmente desvelo el misterio de las cartas.

-Tienes que hablar con él cuando terminen las clases, Nat, teneis que arreglar lo vuestro

-Pero 13...

-¡No me llames trece, da mala suerte! y tu vas a necesitar mucha para hacerle frente a esto que sientes...no te arrepientas y habla con él, bolchevique

-¡No me llames asi!- dijo captando la devuelta- ahora, centrémonos, ¿con quien vas ha hablar de tu regreso?

-Lo pensé con Pepper, pero creo que es la menos indicada

-¿Cómo?

-Se que fueron las chicas quienes pensaron aquella estúpida forma para...ya sabes. No creo que hablar ahora con ellas sea la mejor forma. Sabiendo que Sif o Wanda no pueden hacer nada.

-¿Por qué no hablas con Sam? Es buen chico, seguro que hacéis las suficientes buenas migas a la primera para hablar de tu regreso, y el tiene cadena directa con Steve...las chicas, a ver que te esfuerzas con alguien tan bueno con Falcon, te perdonan.

Ambas rieron y volvieron a hablar de cosas absurdas hasta que terminó el recreo y volvieron a sus aburridas clases. Natasha se dio cuenta de que tenía que hacerlo aquella tarde.

-¡Dejen bolígrafos!- dijo el profesor de sopetón- ahora bien, me da igual de la movida que hubo, no os pondré un video de convivencia porque en poco son los examenes y sería de idiotas. Por ello, haréis la hoja de preinscripción a la universidad de Marvel en cualquier modalidad. Natasha estaba decidida en poner su carrera de artes y dedicarse en cuerpo y alma al completo a su amado ballet. Ella sabía que todo ese mundo era complejo y muy difícil, pero no por ello, no iba a intentarlo.

Al terminar las clases, decidió ir directa a su casa. No tenía valor de pedirle a Steve que fueran juntos. De camino, estuvo cambiando mensajes tanto con Sharon como Clint, que pedía explicación urgente,

a lo que ella solo decía que se habían hecho amigas de una forma tan sencilla que era ser sinceras. También le preguntó sobre la graduación, a lo que ella contesto que no pensaba en ir. Aquella a la que estaba considerando como nueva amiga finalmente estaba marginada y vista como una maldita traidora, por lo que si ella no llegaba a ser aceptada como antes, no quería saber de un grupo medianamente hipócrita. Por otra parte, no quería admitir que no tenia vestido o siquiera con quien ir. No quería pedirle a Clint ir como amigos, así podría intentar encontrar alguna chica para su vida. Sharon decía de ir ambas juntas, como amigas, ya que no se veía capaz de aguantar estar con alguien que no era su amigo, y que podían ir de compras sin ayuda de Hope a una tienda de chicas. Natasha le sonrió y acepto.

Nada más llegar a la casa, lo único que supo hacer era salir al columpio del jardín. Todavía hacía algo de frío, pero tenía que aguantar. Sabía que en cualquier momento saldría Steve y no sabía como empezar la conversación. Quizás se fijaba él en ella y le decía alguna de sus frases célebres con un tono rojo-dorito. Quizás haría una de esas absurdas sonrisas de tonto.

-Oh, Nat- escuchó decir a alguien. Vio que era Steve, bastante rojo a la vez de sorprendido. No sabía cuando había llegado a la valla, y era la oportunidad perfecta para abrir el corazón. Se levantó y empezó a andar, pero fue malinterpretado- ¡Espera!

-No me voy- dijó ella con una tímida sonrisa- quería hablar contigo...

Ella se acercó a donde estaba, dejando como única distancia aquella valla. Ambos no sabían que decir, por lo que se formó un silencio tímido. Las mejillas se tiñeron de rojo cuando por fin, Natasha dijo porque tenían que hablar.

-Quería darte una oportunidad como a Sharon

-¡No te arrepentirás, Nat!- saltó alegre- Te juro que te haré feliz, y que no te volveré a mentir y que voy a pintarte tanto como me dejes y...

-¡Calma!- lo paró en seco- no es para volver , solo...quiero escucharte. No noto confianza todavía, capitán, no creo que...

-¿De verdad me estas pidiendo que me controle?

-Solo te pido que hables, que te expliques y luego yo podré juzgar

-Te mentí por miedo, porque todavía estabas pensando en Bucky. Seguí algún consejo de Tony, pero sentía que debía hacer más. Tenía que dejar de ser el hermano. Yo te amo tanto y...

Natasha lo calló con sus labios, uniéndolos de una forma desesperada. No quería escuchar más. Sabía que si lo hacía, no encontraría lógica y la liaría. Quería algo más fuerte, capaz de unirlos y arreglar sin necesidad de estar pendientes si algo se volvía a descoser. Era verdad, lo estaba pasando mal después de su ida, pero no podía hacer más. Tenía que olvidarlo por un momento y buscar sentimientos. De una forma que ella nunca llegaría a comprender era como lograba despertar las ganas de él con un beso, una caricia o el simple roce.

-Dime que volvemos a estar como antes, y que irás conmigo a la fiesta de a graduación

Ella se separó de inmediato

-Cortas el rollo de una forma bastante impresionante. Solo te diré que nos veremos en Mayo

Llegando a TíNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ