La Última Pelea

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Cuando Sharon y Natasha llegaron al lugar donde había dicho, que era el parking al lado de un bar bastante alejado, donde nadie movía un dedo para parar la absurda pelea. Steve y Rumlow estaban ajustando cuentas, podía ver a Thor contra Skurge. Mientras Natasha abría la mochila y sacaba el extintor, Sharon se lanzó a Amora con el bate. Pepper cogió la mochila de Nat.

-¡Cuídala, es de mi padre! Y no utilices la navaja

-¿QUÉ?!- ninguna chica entendía porque Natasha y Sharon habían unido fuerzas. En nada, Amora estaba en el suelo y Sif se levantaba

-La tenía contra las cuerdas...¿Que haces ayudando, Carter?

-No hay tiempo, Sif- cortó Natasha- por lo que veo, esta pelea ha salido de la nada y avengers va en desventaja. Entra en ese bar y coje algo para dispersar. Nosotras dos iremos a por Fausto. Que las chicas agarren y se marchen para que no las cojan.

-¿Habeis llamado a la policia? Te recuerdo que algunos son mayores y les...

-¿Quién es mayor en nuestro grupo?

-todavía no pero...

Las dos sonrieron y fueron directas a por Fausto, olvidando a la confusa Sif. Estaba tranquilo, como si el asunto no fuera con él. Al ver a Sharon con Natasha sonrió de una forma un tanto extraña.

-Sharon...¿porque estas con la ex novia de...?

No pudo terminar la frase porque ella no tardo en golpearlo con el bate en las piernas. Este quedo asombrado, pero más cuando volvió a golpearlo y Natasha le enchufó con el extintor. Ambas chocaron los cinco y se quitaron los tapones de los oídos.

-¡Traidora!- grito Synthia mientras pegaba tal puñetazo que acababa en el suelo. intentó defenderse pero ella no tardo en empezar a golpearla con la punta de sus zapatos- Eres una maldita traidora, 13

Natasha no tardó en intentar socorrerla con el extintor, pero Sin no era tan tonta para dejarse enchufar como Fausto. La tiro al suelo como si fuera una muñeca de trapo y no tardo en ponerse a su nivel para llenarla de puñetazos y aventar su cara contra el piso. Intentaba pararla o siquiera devolvérsela, pero tenía más experiencia y fuerza que ella. No sabía en que momento, Sharon intento ayudarla, a lo que, entre las dos, por lo menos tenían más oportunidades de devolverle más puñetazos. Ellas no supieron cuando había llegado la policía y las estaba separando, pero internamente lo agradeció.

Dado al número, vaciaron el restaurante y lo dividieron en dos para interrogar los dos grupos. En medio, el que parecía el jefe (Solo por apariencia y la caja de donuts en las manos) todavía intentaba comprender que había pasado. En ambos grupos cundían las ganas de comer el Shawarma recién hecho del camarero.

-A ver...Me estáis diciendo que sois dos bandas, Hydra y Avengers

-¡Ellos son los idiotas mitológicos, no nosotros!- ladró furiosa Wanda- Y no es una banda, es un grupo de amigos hasta que llegan esos a tocar las narices

-Mirad a la rojilla... a este paso parecerás dorito como tu estúpido capitán- se burlo Ophelia

-Calla, Víbora, o te arranco esos...

-¿Qué harás tu? Iras llorando a por tu hermanito...

-¡A callar!- grito el jefe- sois dos absurdas bandas, cuya mayoría es menor de edad por un año o menos, quitando a un par que me los llevo. Por lo que se ve, no es la primera vez que que os peleáis en publico

-Bueno, la primera en la que participo- matizó Natasha

-La bolchevique es nueva y necesita un extintor- se rio Synthia

Natasha no tardó en coger el extintor e intentar volver a enchufarla, cosa que Sharon lo intento evitar para no coger más problemas. Finalmente lo guardo e intento recuperarse, por las risas de Amora. Synthia tenía una risa burlesca.

-¿En vuestro centro se habla de la convivencia?

-Esas charlas son un troll con esa gentuza- dijo Tony

-No me vaciles, riquillo- dijo intentando parecer superior Calavera

-¡Orden!- saltó al final el jefe- Hasta que vuestros padres entren, aquí os quedáis, y en vuestro centro os recordaran que tan bien os tenéis que llevar

El odio y la tensión eran palpables en le ambiente. El jefe seguía sin entender que pasaba, y cada uno de los grupos intentaba olvidarse del otro e intentar entretenerse. Natasha estaba nerviosa por no saber como le diría a su padre porque cogió el extintor, la mochila y el bate. Por azares del destino, fue el suyo el primero en llegar. No dijo nada, los miro de una forma que hasta los de Hydra quisieron salir corriendo.

-A veces me pregunto como el ser humano podrá sobrevivir si dejamos que esta generación coja las riendas. Natalia, la última vez que te metes en una pelea por estas absurdas alianzas de rol...

-Perdone, ¿usted sabe porque se pelearon?

-Por la brevedad del mensaje de mi hija, estos dos grupos se iban a pelear en el parking de este lugar por enemistad pura desde hace tiempo y que llamara a la policía porque "Haidra" había montado algo contra...los otros

-Yo le explicaré todo- entró Sharon con Natasha, bajo la mirada de todo el mundo. Le enseñó el móvil- Recibí este mensaje de mi antigua líder Synthia, y con mi amiga Natasha intentamos ayudar

El señor le cogió el móvil y leyó aquel mensaje. Pero por mucho que se supiera parte y quien se llevaría las responsabilidades, los padres debían enterarse. Petrovich y su hija se quedaron esperando hasta que llegaran los padres de Sharon. Los primeros fueron de Pepper y Jane, seguidos de algunos de Hydra hasta aparecer los de ella. No entendían que pasaba. Ambas no se despidieron de nadie y hablaron entre ellos hasta la hora de despedirse, donde cada una se dio el teléfono.

Natasha solo entonces supo de una cosa: todas las personas tenían derecho a ser escuchadas y solo por haber dejado que Sharon hablara con ella e intentaran entablar una amistad, tenía que escuchar a Steve, por mucho que algo dentro de ella dijera que no.

Al llegar a la casa, la rusa tuvo que prometer que no volvería a liarla con el extintor o cualquier otro objeto de su padre. Llegó a su habitación vio el tocho de sobres. Se deshizo de la goma y contó 30 cartas. por mucho que juntas pesaran mucho, no podía negar que si las cogía a poco, no pesaban absolutamente nada.

La primera carta era de Steve. En ella, le decía que sentían mucho haberla engañado, pero se había dejado aconsejar de esa manera y que lo mejor para captar su atención, era hacer que se olvidara del desplante de James. Por otra parte, también le repetía que lo suyo era autentico y que quería ganarse su amor sin trampa ni cartón. En la segunda carta, solo había el trozo de una letra de una canción que conocía de sobra. Era de las primeras canción que escucharon juntos en aquellos primeros días juntos. Cuando la abrazaba con tanta dulzura o de cada beso podía ver sus orejas realmente rojas. también habían cartas que repetían que estaba perdido sin ellas, algunas, tenían bocetos de ellos dos o ella sola, pero sin duda, aquella primera carta fue la que rompió todas las defensas de la rusa.

Sin duda, le había dado directo en el corazón.

Llegando a TíWhere stories live. Discover now