𝑮𝑰𝑹𝑳𝑭𝑹𝑰𝑬𝑵𝑫 •𝐑𝐮𝐛𝐢𝐮𝐬𝐩𝐥𝐚𝐲•

Capítulo XI

G I R L F R I E N D

[🥀]

Dos semanas han pasado de lo sucedido con Sara. Dos en las cuales Twitter estaba muy agitado con Auron en tendencias. La explicación era sencilla, al parecer un cotilla que se encontraba en la cafetería había grabado lo que sucedió, bueno, casi todo. La persona en un principio decidió "respetar" su privacidad, pero las ansias de likes y visitas hicieron que en el mismo momento en el que Sara golpeó a Raúl, la persona sacara su teléfono y filmara todo lo consiguiente.

El azabache revisaba a cada rato sus redes sociales, aunque le importaba bien poco lo que escribieran acerca de él, ya que ninguno de aquellos seres detrás de las pantallas tenía razón. Estira su espalda tronando así varios de sus huesos, bosteza con pereza y esta vez se desparrama cómodamente en el sofá, son las diez de la mañana y Rubius no ha hecho acto de presencia, al menos todavía.

— ¡Buenos días mundo!— Exclama el falso albino bajando las escaleras, seguido de un minino que acaba de despertarse junto al más alto—. ¿Qué clase de postura es esa para estar en el sofá?

— Es la postura de estar medio tieso—, dice Auron mirando de reojo al noruego, este último ríe ante esa respuesta.

— ¿Tieso de qué? Sino haces nada— rebate con un tono burlón a la vez que golpea su frente con un dedo, sin hacer daño por supuesto.

Raúl se sienta correctamente y mira al contrario con los ojos entrecerrados—. Tieso de exactamente eso, de no hacer nada.

Don Gato maúlla hacia su dueño en busca de atención y mimos, enseguida recibe lo que quiere, ya que su amo acaricia su lomo y rasca suavemente detrás de sus orejas provocando un sonoro ronroneo. Rubius niega con la cabeza divertido y por coincidencia observa el teléfono tirado en el sofá, notando enseguida que estaba en Twitter.

— ¿Otra vez?— El catalán traga con vergüenza y esquiva la mirada, encoge hombros intentando restarle importancia—. No es bueno que estés tan pendiente de Twitter, sabes que ahí es dónde la mierda es el pan de cada día.

Raúl cruza brazos y suspira, mira al contrario y asiente dándole la razón al noruego, aunque enseguida exclama en tono de reproche—. Es que ahora mismo soy el pan de cada día.

— Pero será solo por ahora, en algún momento se cansarán— suelta tranquilamente Rubén a la vez que se sienta al lado del otro—. Te habla la experiencia.

— La experiencia no me ayuda, es molesto ver que cada día parece intensificarse todo aún más — habla con rabia, no hacia al albino, porque no tendría ningún sentido. Era más que todo consigo mismo ya que a pesar de los años que lleva en YouTube, no se acostumbra a que pasasen esa clase de cosas.

— Y yo tengo la solución para que te deje de molestar— sonríe mientras habla, saca su móvil del bolsillo que tiene en el pantalón y busca algo durante unos veinte segundos para enseñárselo a Auron con emoción.

— ¿Irnos a la playa en caravana? —Suena renuente porque no es que le entusiasme mucho la idea de viajar ahora, mucho menos que sea en caravana—. ¿Estás bobo o qué?

Rubius se levanta del sofá—. Se supone que he venido a pasármelo bien contigo, Auron. No te voy a negar que me he divertido mucho hasta ahora, pero no sé si eres consciente de que me voy en poco más de una semana— recuerda el menor, provocando así que el catalán caiga en la realidad de que dentro de poco su acompañante de esas semanas, se marcharía. Muerde su labio de tan solo pensar que su casa volverá a ser silenciosa. Asiente con una mueca en su rostro, iba a aceptar porque quería tener esos últimos días con el contrario tranquilos, solo ellos. Su corazón se acelera por eso, solo ellos.