Capítulo XIII

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G I R L F R I E N D

[🥀]

Se negaba rotundamente. Claro que se negaba. Hacía calor, no iba a engañar. Pero eso no quiere decir que necesitaba meterse en un pantano que desconocía y no sabía si tenía fondo.

— Vamos, anda.

Rubius se quita con rapidez la camiseta, los zapatos, los cuales se quita con sus propios pies, y por último los pantalones, quedando así únicamente en bóxers. Sale corriendo hacia el agua, Auron puede decir que lo ve incluso con desesperación. Ríe bajamente al ver como el noruego si tira literalmente de cabeza, queda sumergido durante unos segundos, segundos en los que se pone tenso pensando en que a lo mejor le ha pasado algo al no volver a la superficie.

La preocupación se esfuma al verlo salir tomando una gran bocanada de aire. El muchacho le hace señas para que se uniera a él, se muerde el labio levemente, pero se resigna. Un chapuzón no le vendría mal.

Con lentitud se va deshaciendo de su ropa, observa a su gato, quien se ha tomado la libertad de pasear a sus anchas por la pequeña orilla del pantano. Estaba bien domesticado, además de mimado, no era posible la opción de que se escapase, por eso mismo Raúl le ha dejado.

Aunque Don Gato lo único que hacía era tomar el sol. Los gatos y su obsesión de tomar el sol.

— ¡Vamos Auron!

— ¡Ya voy, pesado!

Deja su ropa en unas rocas de por ahí, quedando también en bóxers, mismas condiciones que Rubius. Queda de espaldas al contrario para mirar a su mascota, este se muestra tranquilo, pero sus ojos se encuentran un tanto dilatados, signo de diversión.

Por unos segundos piensa en lo que le sucederá. Hasta que unos brazos le agarran de la cintura en un abrazo para así arrastrarlo al agua.

— ¡Hijo de-

No logra decir nada más ante el frío contacto con el agua. Queda sumergido con Rubén durante un breve momento. Logra dar media vuelta para agarrarse de los hombros de su compañero de viaje. Toma una gran bocanada de aire cuando nota la leve brisa que hay, el oxígeno le ha faltado ante la baja temperatura que hay en el pantano.

— Está buena, a que sí.

— Eres imbécil...— Auron toma aire tratando de regular su respiración, tarda unos segundos en darse cuenta de que puede rozar el fondo con sus dedos. Traga sonoramente porque ahora no puede evitar sentirse nervioso ante ese acercamiento.

Rubius era estúpidamente alto, eso lo sabía perfectamente, pero es que ahora, en ese preciso instante, él se sentía demasiado diminuto.

Se aleja tratando de tener más confianza al tocar el suelo. No logra apreciar como ese brillo en los ojos del albino desaparece, además de la mueca que hay en su rostro en signo de inconformidad. Rubén había adorado con su vida esos instantes en los que tenía entre sus brazos al catalán.

Estaba tan cerca de simplemente decirle todo a Raúl.

Se sumerge tratando así de que el rubor no se expandiera. Vuelve a salir y se sacude tratando de quitar un poco el exceso de agua de su melena.

— El agua está helada.

Auron se abraza a sí mismo tratando de mantener al de calor corporal. El frío calaba hasta sus huesos, y le sorprendía ver al noruego tan pancho, porque ahora mismo calor lo que se decía calor en España, no era un hecho.

— ¿Cómo coño no estás temblando?

— Por que yo ser vikingo—. Dice entre risas mientras se aleja nadando. El catalán también ríe al escuchar como ha hablado tratando de fingir un acento—. Sino quieres pasar frío, tienes que nadar al menos un poco.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2023 ⏰

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