𝟔𝟐. 𝐃𝐞 𝐞𝐬𝐨𝐬 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨𝐬

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Los días pasaban con rapidez, Kit mejoraba y se hacía cada vez más cercano a Dante, Eddie sólo callaba y siempre que estaba con ellos lo abrazaba o se lo llevaba a su zona apartada antes de que pudiera siquiera pedirles que almorzaran con ellos. Kit lo notaba extraño, pero tampoco decía nada.

El menor había aceptado la salida, así que ese día se encontraba él, Eddie, Dante y Sarah en el centro comercial. Kit y Dante buscaban mesa mientras Eddie los miraba desde la fila del centro de comida rápida, se mordió los labios y exhaló cuando vio que el más alto tomaba del antebrazo a su chico para indicarle que se acercaran a una mesa.

— Ah — recordó Dante y le sonrió —, un conocido hará una fiesta mañana, me dijo que invitara a amigos y, bueno, te lo digo a ti porque no sé si Eddie querrá ir.

Kit sonrió con confusión mientras se sentaba. — ¿Una fiesta un jueves por la noche?

Dante asintió soltando una risa. — Eso mismo dije yo, pero es porque se acerca la graduación. Si quieres ir, avisame y te paso a buscar.

— Quizás Eddie quiera ir, le preguntaré. — le sonrió al castaño.

— Okay — rió Dante y miró hacia la fila, Eddie apartó la vista apretando la mandíbula —... en verdad le caigo muy mal.

— ¿Eh?

— A tu amigo. — le sonrió con pena.

Kit frunció el ceño y negó. — No, sólo se está acostumbrando. Él dejó a sus mejores amigos en Hawkins.

Dante asintió. — Ya veo... aún así, es un poco incómodo.

Kit tragó saliva. — Ah... hablaré con él más tarde.

Frunció el ceño y miró hacia donde su novio hablaba con la rubia como si no viera la hora de irse de allí, le prometió que intentaría llevarse bien con su nuevo amigo pero lo único que veía era la brecha volverse aún mas grande entre ellos sin que Dante le hiciera absolutamente nada. No veía razones para llevarse mal con el castaño que había sido lo suficientemente amable con él como para intentar integrarlo a pesar de las miradas que Eddie le dedicaba, y sí, las había visto. Ya no podía ignorar el problema, aunque no entendía cuál era.

— No quiero causar problemas. — dijo Dante al notar el cambio de humor en el chico.

— No lo haces, tranquilo. Esto está mal — dijo con un suspiro. —. No sé qué le sucede, cuando le pregunto él sólo... me evade.

Dante asintió, mirando al menor jugar con sus manos nerviosamente. — Ya veo... aún así, Kit, no hace falta que hagas nada. Puedo hablar con él y resolver esto.

El menor negó, rascándose el cuello con una mueca. — No, está bien, yo me encargo de esto, no has hecho nada malo.

Dante lo miró a los ojos y suspiró. — Okay, pero si pelean por mi culpa me sentiré bastante mal. Son demasiados unidos, si algo pasa por mi culpa...

Kit negó. — No, Dan, no tienes la culpa de nada, tranquilo.

Por otro lado, la rubia intentaba sacar tema de conversación con el metalero que no hacía más que voltear a mirar con mala cara a su amigo, quien parecía intentar a toda costa toquetear a su chico. Resistir el impulso de lanzarle con algo era muy difícil.

— Se volvieron muy cercanos últimamente. — le dijo con una sonrisa.

Eddie bufó, 《gran observación, Sherlock》 pensó con irritación.

— Lo sé.

— Y no pareces muy contento con eso, grandote. — dijo con diversión, Eddie alzó una ceja y la observó con irritación.

i wanna be yours | eddie munson x male ocWhere stories live. Discover now